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DEL GÓLGOTA 131<br />

mandó ahogar á su cuñado en un baño en Jericó, y fingiendo después<br />

un dolor hipócrita por su muerte, supo justificarse álos ojos de<br />

los fariseos y altos dignatarios de Jerusalen.<br />

El Senado de Roma atendió en esta ocasión más á los regalos<br />

del asesino que á la justicia que reclamaba la inocencia sacrificada.<br />

Jamas monarca alguno sobre la tierra derramó tanta sangre<br />

inocente, ni dio cabida en su pecho á tan bajas pasiones como<br />

Heredes el idumeo, á quien la historia dio el dictado glorioso de<br />

Grande.<br />

Fué poderoso, careciendo de todas las virtudes que honran y engrandecen<br />

á los monarcas.<br />

Cruel y sanguinario, se gozaba en el dolor de sus víctimas<br />

Hizo morir al viejo Hircano, abuelo de su esposa, el cual le habia<br />

salvado la vida siendo gobernador de Galilea.<br />

Los años y la alta dignidad de Hircano no detuvieron el brazo de<br />

su ingrato asesino.<br />

El delito del pobre anciano no era otro que el de sospechar su<br />

verdugo que habia recibido algunos dones del rey de los árabes.<br />

Su esposa Mariamne, la princesa más bella de su tiempo y que<br />

poseía un talento nada común, murió asimismo asesinada por orden<br />

de su marido, y poco después cupo la misma suerte á Alejandra,<br />

madre de la desgraciada Mariamne.<br />

Temeroso de que su hijo Filipo ven gara ásu madre, le dio muerte,<br />

sin que la voz de la naturaleza se levantara para detenerle desde el<br />

íondo de su corazón.<br />

El pueblo indignado, viendo aquel rio de sangre que hacia correr<br />

un bárbaro opresor, comenzó á agitarse como un campo de espigas<br />

sacudido por dos vientos encontrados.<br />

Heredes, protegido siempre por Roma, cortó aquellas cabezas que<br />

se erguían ante su paso desafiando su poder.<br />

Una corona de laurel, comprada en el Capitolio con el oro del<br />

rico y la indigencia del pobre, manchaba su frente, llena de remordimientos.<br />

Porque su vida era un remordimiento continuo.<br />

Sus intranquilos sueños siempre se veian poblados de fantasmas<br />

aterradores, de visiones horribles, que girando en infernal tropel

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