12.05.2013 Views

vL Mi 1^1

vL Mi 1^1

vL Mi 1^1

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

66 EL MÁRTIR<br />

mas del águila en el espacio, buscó á los culpables, que olvidaban<br />

su crimen en brazos del placer.<br />

El Bautista no oyó más voz que la del deber, no tuvo más consejero<br />

que su corazón, ni más auxiliar que el indignado grito de su<br />

conciencia, que se alzaba poderoso dentro de él diciéndole : « Anda,<br />

y arrójales su vergüenza en el rostro. )^<br />

Juan supo por uno de sus discípulos que. el tetrarca y su infame<br />

esposa se hallaban con toda su corte en la moderna ciudad de Líbiada,<br />

sobre la ribera oriental del Jordán, á corta distancia del castillo<br />

de Maqueronta.<br />

Las fiestas solemnes de la dedicación de aquella ciudad habían<br />

reunido dentro de sus modernos muros un gran número de<br />

curiosos.<br />

Juan, seguido de sus discípulos, entró en Libiada, donde el<br />

placer sentaba sus reales, donde la alegría embargaba todos los<br />

corazones.<br />

Su aspecto grave, meditabundo, silencioso, auguraba algún acontecimiento<br />

importante.<br />

Las gentes le veian pasar y temblaban, sin explicarse la razón<br />

de aquel pánico que súbitamente se introducía en sus corazones.<br />

Juan llegó á la ancha plaza en donde Antipas tenia su palacio.<br />

La curiosidad reunía en aquel sitio un gentío inmenso.<br />

El traje extraño del precursor, los largos cabellos extendidos en<br />

desorden sobre los hombros y espaldas, la imponente actitud de<br />

aquella cabeza venerable y el brillo amenazador de sus ojos,<br />

trasmitían un miedo inexplicable á la muchedumbre que le rodeaba.<br />

Por fin resonó en los pórticos del palacio el marcial sonido de una<br />

trompeta.<br />

Aquella voz de metal anunciaba que el tetrarca iba á salir con su<br />

corte, como tenía de costumbre todas las tardes,<br />

Juan irguió la cabeza como el león que oye en el desierto el grito<br />

salvaje del camello.<br />

Sus ojos se fijaron en la puerta del palacio.<br />

Pronto se vio salir una lujosa cabalgata.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!