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236 EL MÁRTIR<br />

— Ilustre Senado, en el atrio de las naciones espera un hombre<br />

vuestro permiso para entrar; dice que se llama Judas, y que<br />

es discípulo del falso profeta que trastorna la paz de la ciudad<br />

santa.<br />

Los sacerdotes se miraron los unos á los otros, como preguntándose<br />

qué querría aquel hombre, discípulo de Jesús.<br />

Anas, el más resuelto de todos y el enemigo más encarnizado de<br />

Cristo, sin esperar á que sus compañeros decidieran, exclamó :<br />

— Conduce á ese hombre hasta aquí.<br />

Poco después, Judas Iscariote se hallaba en el gran Sinedrio, delante<br />

de los terribles y rencorosos enemigos del Maestro Divino.<br />

Todas las miradas se fijaron en el recien venido.<br />

Judas giró en torno suyo los ojos, demostrando una agitación espantosa.<br />

Diríase que aquel hombre habia corrido mucho.<br />

Su respiración era fatigosa : agitaba los labios como si la lengua<br />

se le pegara al paladar.<br />

Todos sus movimientos demostraban el miedo, el cansancio, el<br />

disgusto.<br />

Los sacerdotes le contemplaron unos breves instantes, ignorando<br />

sí aquel hombre era un amigo ó un enemigo.<br />

Por !In Anas rompió el oilencio, preguntando de este modo :<br />

- Discípulo de Jesús, ¿qué te conduce al Sinedrio ? Habla, y deja<br />

el miedo.<br />

Judas alzó la frente con orgullo, como si las palabras de Anas le<br />

hubieran herido, y dijo con una precipitación que costaba trabajo<br />

seguir :<br />

— Me llamo Judas, no he tenido miedo nunca ánada, ¿lo entendéis?<br />

á nada; pero he sabido que os hallabais reunidos para tratar<br />

de un asunto que os importa mucho, y me he dicho : Vamos allá ;<br />

los jueces quieren prenderle, y no se atreven. Pues bien, yo vengo<br />

á deciros (pie, si me lo pagáis bien, os entrégalo á Jesús.<br />

— ¡Tú! — exclamaron algunas voces con repugnancia,<br />

— Sí, yo, —tornó á decir Judas mirando hacia todas partes y desafiando<br />

con sus miradas al Sumo Consejo; — yo, su discípulo, su<br />

^"ligo- ¿Q'ié os extraña? Le odio, y deseo como vosotros perderle,<br />

¿No soy dueño de tener mis afecciones, como las tenéis vosotros?

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