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DEL GÓLGOTA 113<br />

— r..pera, —diio el anciano : — ^ 1 a i ,)cnti¡];:e.ito absuelve.<br />

?^o nos ha dicho el Señor (pie liay más alegría en el cíelo por la<br />

¿?-o nos<br />

vuelta «le un p dor convertido, que por cien justos [ue perseve­<br />

raron en la virtud ?<br />

Pero Sarai sentia su corazón lleno de agitaciones y de ala:.:ias.<br />

W<br />

Después de algunos dias de camino, los viajeros, saliendo de una<br />

angosta garganta de montañas por la cual serpenteaban desde la<br />

mañana, se hallaron al lado del lago de Genesareth. Detuviéronse,<br />

po: oídos de una misteriosa admiración, á la vista de aquellos lugares,<br />

escogidos en la eternidad para ser inundados por ia palabra<br />

divina.<br />

El dia tocaba ya á su t(''rmino, y los peñascos por los cuales acababan<br />

de bajar proyec ab in su sombra densa sobre la llanura que<br />

se extiende hasta la orilla del mar. Las ondas tranquilas reflejaban<br />

el azul purísimo del cíelo, y parecían detener sus murmullos ¡¡ara<br />

no turbar la paz deleitosa de aquellos lugares. Todo estaba e,i apacible<br />

calma; todo era silencio, menos los ecos que recibian y repetían<br />

los acentos de una voz... ¡Qué voz ! ¡ Oh! i Bendita sea! Era la<br />

voz que anunciaba al mundo la grande, la buena nueva. Sarai la<br />

habia reconocido, y toda su sangre se retiró hacia su corazón.<br />

A aquellos acentos que el viento de la tarde traia desde la mar,<br />

Saphan, hasta entonces insensible en apariencia á todo cuanto se le<br />

decía, se turbó, y procuraba indagar de qué parte venian aquellos<br />

sonidos que el aire parecía traer con amor; tan llenos y son(¡r(¡s<br />

llegaban á sus oidos. Divisó éntrelos peñasc(¡sy el lago una multitud<br />

apiñada, y sobre las aguas un barquíchuelo inmóbil (¡ue sostenía<br />

al que así hablaba, y las aguas, meciéndose, callaban, besando<br />

sua\emente la frágil barquilla, los juncos floridos de la ribera doblábanse<br />

amorosos, y todos los ruidos enmudecían,<br />

XXI<br />

Eliezer (¡uiso bajar á la llanura ) apr(¡ximarse al lag(¡ ; ¡ero la<br />

multitud estaba agrupada en demasía, y el carro no pudo pasar<br />

mucho más adelante.

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