TOMO V FORMACIÓN DEL PROFESORADO IMAGEN CORPORAL, AUTOESTIMA Y AUTOCONCEPTO

José Manuel Cuesta Santos
generado fuertes incentivos en los últimos años para la transformación en
regadío de los secanos más aptos.
La caña de azúcar, cultivo hegemónico durante casi diez siglos, está
siendo sustituida por leñosos subtropicales y hortícolas al aire libre y bajo
invernadero. Las hortalizas son las que proporcionan una producción con
mayor valor por unidad de superficie, pero debido a que necesitan más agua y
más mano de obra, es previsible la conversión hacia el cultivo de frutales con
implantación de nuevas técnicas de riego por goteo. La producción del
invernadero es casi el doble que en arenado, y casi el cuádruple que en tierra
al exterior. Aunque los input de fuera del sector son mayores en los
invernaderos, también existe esta proporción en el empleo de mano de obra.
A pesar de su extenso litoral y del sector turístico existente,
fundamentalmente residencial y de carácter local, la economía motrileña ha
tenido tradicionalmente como pilares fundamentales de su economía al sector
agrario y en menor medida al sector industrial, gracias a la presencia del
puerto, así como al sector servicios debido a su condición de capital comarcal.
Ello ha supuesto que el sector turístico quedara relegado por la sociedad
motrileña y presente actualmente un gran potencial de desarrollo. Es ya
entrados en el siglo XXI cuando la sociedad motrileña apuesta definitivamente
por el desarrollo del sector turístico. Ello supone hacerlo en un contexto muy
diferente al del desarrollismo masivo del litoral español de las décadas de los
sesenta, setenta y ochenta, que tiene su reflejo también en Torrenueva y
Calahonda, y que se caracteriza por un significativo deterioro medioambiental,.
La regulación actual impide apostar por un turismo masivo de sol y playa, lo
que obliga a buscar nuevas soluciones basadas en la adopción de modelos de
turismo sostenible, respetuosos con el medio ambiente, y en la apuesta por la
calidad en lugar de la cantidad.
El sector turístico de Motril se encuentra ante la gran oportunidad que
supone impulsar un desarrollo adaptado a las tendencias que caracterizan a la
demanda turística del siglo XXI. Ello supone apostar por un modelo de
desarrollo que basado en el turismo de sol y playa de calidad debe
complementarse con una amplia oferta cultural, de ocio, gastronómica y
deportiva (actividades náuticas, golf, turismo activo) y de turismo rural para
conseguir convertir a Motril y la Costa Tropical en un destino turístico de primer
orden en los mercados nacional e internacional.
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