27.04.2013 Views

filosofia_austera_racional.pdf (4,7 MB) - Webnode

filosofia_austera_racional.pdf (4,7 MB) - Webnode

filosofia_austera_racional.pdf (4,7 MB) - Webnode

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Joaquín Trincado<br />

a nuestros padres y nuestros hermanos, pero cada uno tiene un deber; tú<br />

cumples el tuyo, yo cumplo el mío».<br />

Jesús rodeando la cintura de su madre y descansando su cabeza sobre<br />

el pecho, la llevó a un rincón del jardín, donde desahogó su dolor y mirando<br />

al fugitivo Efraín, decía: «Pobre hermano mío otra oveja más que habrá que<br />

recoger, te perdono».<br />

María manda a su hermano a que vuelva a Efraín, porque ha llegado<br />

el momento de la última deliberación y acuerdo.<br />

Jesús oye los consejos de su madre; pero éste le dice que, «ya no es<br />

posible retroceder sin deshonra del hombre y sin una pérdida irreparable de<br />

la causa que defendía».<br />

María entonces pregunta en autoridad a su hijo: —»¿Estás convencido<br />

de tu misión?» —»Sí, madre mía». María tomó una resolución suprema, y<br />

llevando a Jesús a sus hermanos, se paran oyendo al tío Jaime defender con<br />

calor las doctrinas de su sobrino; «porque, decía, si tienen el valor de sublevar<br />

un pueblo, es porque ellas apoyan y defienden los derechos del pueblo».<br />

Efraín ya no encuentra razones pero aun ataca, «pero ¿por qué se llama hijo<br />

de Dios?» Jesús se adelanta y le dice: «Yo y todos los hombres que cumplen<br />

la ley del padre, tienen derecho a llamarse su hijo; yo la cumplo». María<br />

corta toda discusión y dice: «Jesús tiene razón por la doctrina que sostiene<br />

de la que está convencido y al convencido, no se le puede volver atrás; yo<br />

apoyo su misión y sólo tengo que hacerle una petición». Todos quedaron<br />

estupefactos ante esta decisión. María ha tomado en su regazo al menor<br />

Jaime, que recién cumplía 20 años. Y dirigiéndose a Jesús, le dice: «Puesto<br />

que eres maestro y estás convencido de tu misión y tienes discípulos, éste tu<br />

hermano menor, no tiene quien lo enseñe y ya el taller poco puede dar, desde<br />

que sus hermanos, cada uno ha creado su hogar: tómalo y llévalo contigo; él<br />

concentra todo mi amor, porque cerró mi maternidad y mi pensamiento en<br />

él, será también sobre ti; pero aceptarás también a mi hermano, vuestro tío<br />

Jaime, que tenga de vosotros el cuidado que yo no podré tener». Jesús abraza<br />

a su madre y todos se confundieron abrazados, presenciando el universo aquel<br />

cuadro de la más sublime abnegación que madre alguna haya podido tener.<br />

Sólo Efraín, el duro de corazón, no pudo soportar aquella escena, prólogo<br />

de la regeneración humana y marchó blasfemando.<br />

118

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!