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FilosoFía <strong>austera</strong> <strong>racional</strong><br />

ángeles, dado a los espíritus que han podido dominar el terrible enjambre<br />

de instintos, con lo cual han descubierto pronto su luz.<br />

Por todo esto decimos que, el espíritu no puede enfermarse físicamente,<br />

pero puede enfermar el mismo a un grupo de instintos, en este o<br />

aquel miembro de su cuerpo, lo que hará por odio a la vida, al trabajo, o por<br />

cumplimiento de un destino que debe purgar, con lo que a la vez declaramos<br />

que, este es el secreto de ciertas enfermedades incurables, entre ellas la falta<br />

o la demasiada voluntad.<br />

Párrafo VI<br />

Leyes de las pasiones<br />

En el párrafo 1º hemos dejado estudiada la forma cómo los instintos<br />

pueden formar las pasiones y la concupiscencia, por lo cual aquí solo nos<br />

compete concretar, para sentar las diferentes leyes de las pasiones.<br />

Estas pueden nacer y desarrollarse o persistir bajo la forma de inclinaciones<br />

con mayor energía en ciertos instintos y sentimientos, y también<br />

porque algunos impulsos instintivos y sentimentales, son más ejercitados<br />

durante la vida individual.<br />

Ya hemos dicho referente a este punto que, no cabe la herencia: pero<br />

sí influye el hábito y el ambiente. Es cierto que de esos dos factores pueden<br />

y nacen las pasiones como producto o resultado de esas rutinas.<br />

ocurre también que, debido a una moderada educación, las pasiones<br />

se mantienen como Larvadas hasta un momento de la vida, en el que son<br />

provocados sus estímulos naturales y entonces estallan en el seno de la<br />

conciencia: lo que quiere decir que, estaban las pasiones en el individuo<br />

adormecidas pero no dominadas, lo cual confirma que, los instintos, aun no<br />

están saciados; pero ya es un síntoma de que empezó el progreso y a este respecto,<br />

Ignacio de Loyola, dio este consejo a sus primeros compañeros.»Será<br />

muy bien empleada una entera noche pasada con un libertino, si lo hemos<br />

retenido sin practicar sus pasiones»; y tenía razón, porque es el comienzo<br />

de la corrección.<br />

Ahora bien: las pasiones, pueden ser simples o compuestas como los<br />

impulsos, cuyos grados emocionales si conocemos ciertas leyes Zoológicas,<br />

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