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FilosoFía austera racional
son compatibles y que se unen por el espiritismo» ,y eso es una blasfemia
insólita para denigrar al espiritismo luz y verdad, con los hechos denigrantes
del espiritualismo, conjunto de religiones.
Nuestro archivo está a disposición de los hombres de conciencia y ciencia
sin prejuicios y en más de 8.000 comunicaciones medianímicas, firmadas
por sus autores en públicas sesiones a puerta abierta, no encontrarán una
sola que la firme San fulano. Pero, en cambio, encontrarán firmado por
uno que después de ultrajado con Jesús y su madre, ( que en toda ley es
mayor que los dos ), es un santo, el más explotado que dijo: «Para ser santo
según la religión, son necesarias dos cosas: ser ignorante y fanático». Y
nosotros agregamos, por nuestra razón de examen y juicio filosófico: o ser
sacrificado por la religión y luego hacerlo santo en desagravio y aumento
del tesoro, perjudicado por las verdades expuestas por el religioso por los
hábitos, pero antirreligioso en sus obras, que luego fueron mixtificadas
por sus verdugos compañeros. En cambio, en los centros espiritualistas si
no dice el comunicante: soy San Pablo, soy Santa Magdalena, o el obispo
H. o el papa J. y hasta la Santísima...Trinidad, no tienen valor. ¡farsantes!,
estáis identificados con el error.
En fin, el espiritualismo es cobarde, impostor, mixtificador de los principios
austeros de amor y sabiduría del espiritismo, y él ha creado y a él
pertenecen las tribus impostoras de adivinos, agoreros y despreciables
supercheros, que jamás se sujetan a la ciencia y mantienen el milagro por
el cual vive la religión que los engendró y los patrocina, como se puede
probar en cualquier casa o centro de curanderismo o adivinanza.
Ya hemos sentado que, «para el espiritismo no hay nada oculto» pero lo
senté bajo una ley científica derivada de la solidaridad. Pero no desciende
al espiritualismo corruptor, padre de las adivinas y supercheros, donde se
pregunta: ¿Qué botón del saco se me cayó esta mañana? ¿Qué intenciones
tiene mi novio? ¿Qué haré para retener mi amante? ¿Cuándo se morirá mi
marido, porque me satisface más mi amante, no importando que éste falte
a sus deberes de casado y padre? ¿Qué número de la lotería saldrá? ¿Qué
caballo ganará la carrera? ¿Cómo haré para hacer caer a tal mujer? ¿Qué
haré para arruinar a fulano, porque no me correspondió? ¿Cómo separaré
a tal matrimonio?, etc. y mil etc. los más desvergonzados y vergonzantes.
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