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Joaquín Trincado<br />

2º Virtudes formadas de deberes imperfectos, cuyo cumplimiento es<br />

conveniente a la evolución social:<br />

a) La humanidad o derivado de la conmiseración que se ha iniciado<br />

en los pueblos pacíficos, cuya piedad se ha extendido hasta los animales<br />

(más a los animales que a los hombres) a lo que se ha llamado generosidad<br />

y caridad (que no ha debido existir desde que no debe existir la necesidad<br />

ya que de antiguo se hizo ley la beneficencia).<br />

b) El trabajo, virtud que no es bien apreciada, sino cuando la producción<br />

económica, robustecida por la inteligencia y la probidad, la consolidan<br />

en el bienestar social. Oigamos a un profesor de filosofía:<br />

«Los pueblos salvajes y guerreros han considerado el trabajo como<br />

indigno de la virilidad y propio únicamente de mujeres y esclavos.”<br />

En los pueblos aventureros y agiotistas, son también desdeñados los<br />

esfuerzos útiles de las clases productoras, manufactureras y comerciales.<br />

Pero hoy está demostrado que, la vida social no evoluciona sino merced<br />

a la actividad productora del hombre, encaminada a llenar las necesidades<br />

presentes y futuras; es decir, el ahorro que es una virtud necesaria y previsora<br />

que se deriva del trabajo.<br />

Pero éste, el trabajo, no debe ser el individual: de modo que se impone<br />

la ayuda mutua o concurrencia de la mano de obra y de los medios acumulados<br />

(capital e intelectualidad); además, el trabajo no debe ser estacionario<br />

y su evolución progresiva; la rivalidad y la libre competencia obrarán como<br />

gran estimulante.<br />

finalmente debemos mencionar un hábito individual, pero que suele<br />

generalizarse con detrimento de los deberes que nos impone la virtud del<br />

trabajo: nos referimos a la ociosidad en cualquiera de sus formas conocidas,<br />

con los nombres de pereza, indolencia y negligencia.<br />

Más que el enervamiento físico, biológico y psicológico del perezoso,<br />

debe tomarse en cuenta la suma de actividad útil que sustrae de la masa<br />

social, sobre la que pesan todas sus necesidades personales. Así, el rico<br />

holgazán, es tan vituperable como el avaro o el pródigo, por su exceso de<br />

refinado egoísmo”.<br />

Muy bien: pero nosotros que somos más contundentes decimos que:<br />

«El que consume sin producir, es un ladrón de la masa productora»: Así se<br />

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