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El Judaismo como Cultura - Casa-argentina

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En el versículo 12 del capítulo X del Deuteronomio se expresa: "Y ahora, oh Israel,<br />

¿qué es lo que el Señor, tu Dios, pide de ti, sino solamente que temas al Señor, tu Dios,<br />

que andes en Sus caminos y que Lo ames, y que sirvas al Señor, tu Dios, con todo tu<br />

corazón y con toda tu alma?". En este versículo aparecen juntos el amor y el temor a<br />

Dios <strong>como</strong> inspiración de la conducta del hombre. En los Salmos aparecen <strong>como</strong><br />

piadosos aquellos hombres que temen a Dios y lo aman, sin que se advierta una<br />

perceptible distinción de las dos modalidades de religiosidad. Sin embargo, Foot Moore<br />

señala que si se hace el análisis de algunas expresiones aparece un matiz diferencial<br />

entre la obediencia motivada por el temor a Dios y la obediencia motivada por el amor a<br />

<strong>El</strong>. Agrega que en el desarrollo ulterior del pensamiento judío se hizo esta diferenciación<br />

y se colocó en un plano más elevado la segunda de estas obediencias. <strong>El</strong> debate que en<br />

tiempos posteriores se desenvolvió acerca del problema de si Job había servido a Dios<br />

por amor o por temor, demostraría que estaba en germen la idea de que la base de la<br />

moral más elevada se hallaba en el amor, y no en el temor a Dios. Y hay ciertamente en<br />

la Biblia no pocas expresiones en las que el amor a Dios aparece <strong>como</strong> motivo de<br />

conducta. Se podría decir que los ya recordados versículos 5 y 6 del capítulo VI del<br />

Deuteronomio son <strong>como</strong> una síntesis de todas ellas: "Y amarás al Señor tu Dios, con<br />

todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza. Y estas palabras que te ordeno<br />

hoy, han de permanecer sobre tu corazón".<br />

En el lenguaje bíblico el "nombre" de alguien, persona o cosa, no era -meramente un<br />

vocablo accidental para su designación, sino su esencia distintiva. A su vez, la<br />

"consagración del Nombre" de Dios y su opuesto, "la profanación del Nombre", figuran<br />

entre los motivos y los desvíos de la conducta desde el punto de vista moral. Cuando en<br />

Deuteronomio XII, 2 se dice: "Entonces habrá cierto lugar que el Señor, vuestro Dios,<br />

elegirá para hacer habitar en él Su Nombre", se quiere expresar que ese lugar será<br />

<strong>como</strong> si Dios mismo residiera en él. Con idéntico sentido aparece la expresión en I<br />

Reyes VI, 13: "Y habitaré en medio de los hijos de Israel y no abandonaré a Mi pueblo<br />

Israel". Cuando se dice que Dios hará algo en consideración a Su Nombre, se quiere<br />

expresar que lo hará en consideración a Sí propio. Esto se comprueba en Isaías XLVIII,<br />

9: "A causa de Mi Nombre, diferí Mi ira y por Mi alabanza la reprimí, para no destruirte".

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