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El Judaismo como Cultura - Casa-argentina

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sucesivas etapas de su vida. Intentó cristalizarlo y encuadrarlo dentro del contexto de<br />

los acontecimientos políticos. En conjunto, los profetas denunciaron lo vano de la con-<br />

fianza en el poder de las armas. En el año 701, cuando el reino de Judá convenía con<br />

Egipto una rebelión común contra Asiria, Isaías, según resulta de los versículos 1-3 del<br />

capítulo XXXI del libro que lleva su nombre, dijo: "¡Ay! de los que descienden a Egipto<br />

por ayuda y confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y<br />

en jinetes, porque son valientes, y no consideran al Santo de Israel ni buscaron a<br />

Jahvé... Y los egipcios hombres son, y no Dios: y sus caballos, carne, y no son espíritu;<br />

de manera que en extendiendo Jahvé su mano, caerá el ayudador y caerá el ayudado, y<br />

todos ellos desfallecerán a una".<br />

<strong>El</strong> profeta tenía opinión formada sobre las consecuencias que en el plano moral trae<br />

la guerra, sobre cómo ella corrompe las conciencias.<br />

Nos hemos detenido en expresiones del profeta Isaías de Amoz. Ideas análogas a<br />

las de él se encuentran en discursos de otros profetas. Así, Oseas fue en la historia de<br />

la humanidad el primer hombre en condenar el uso de la violencia <strong>como</strong> un pecado<br />

religioso moral. En el versículo 14, del capítulo VIII de su libro, declara: "Porque Israel se<br />

olvidó de su Hacedor y edificó palacios V Judá multiplicó ciudades fortificadas. Yo, pues,<br />

enviaré fuego en sus ciudades que consumirá sus palacios". En X, 13 y siguientes de su<br />

libro, el profeta reprocha a Israel, entre otras cosas, el haber confiado en carros y en la<br />

multitud de fuertes y le anuncia que en su pueblo se levantará alboroto y sus fortalezas<br />

serán destruidas. En boca del pueblo arrepentido pone el profeta palabras que importan<br />

el reconocimiento de que la confianza en el poder de las armas es una desviación<br />

idolátrica.<br />

Todos los pueblos, cada uno <strong>como</strong> tal, tienen derecho a vivir en libertad. En el libro<br />

del profeta Amos, que vivió en el siglo VIII antes de Cristo, se lee en el último capítulo<br />

este versículo: "Vosotros hijos de Israel, ¿acaso no sois para Mí <strong>como</strong> los hijos de los<br />

cusitas? dice el Señor: ¿no hice subir yo a Israel de la tierra de Egipto y a los filisteos de<br />

Kaftor y...'.

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