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Sexual Personae - Camille Paglia

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es más erótica que totalmente desnuda. El penacho de plumas del casco de

Goliat, cual idea escurridiza, roza la parte interna del muslo de David,

apuntando a los genitales. Los putti romanos suelen mostrar sus genitales o

incluso a veces están representados orinando pícaramente, un motivo éste que

fue adoptado en muchas fuentes renacentistas. Donatello poetiza la ostentatio

genitalium, una exhibición pagana. La cabeza cana del monstruo vencido es

un detalle iconográfico conocido, pero aquí el monstruo vomita un chorro de

sangre que rodea la estatua a modo de guirnalda. Lo que mana es el deseo del

gigante y también el del artista. David, hincando su gran espada en el centro,

ha robado el pene adulto, de la misma forma que ha robado los corazones. El

chorro de sangre, rematado en un penacho, es una nube carnal: Zeus, como un

águila herida, llevándose a Ganímedes.

Yo opino que el David de Donatello fue, en mayor medida que la Venus

Púdica antigua, el modelo para la Venus de Botticelli. En el torbellino de

fantasías oníricas del artista debió de pasar la imagen fugaz de un David que

fusionara Venus y Marte, algo a medias entre la liberación espasmódica y el

suspiro. El bronce brillante, resbaloso, del David parece un sueño erótico

detenido en un punto, una petrificación apolínea. Es también un retrato del

artista, cuya cara aparece comprimida en la parte inferior, otro motivo

homoerótico que sería tomado por Miguel Ángel. El muchacho armado sale,

como Atenea, del cerebro aprisionado del artista.

La brillante tendencia apolínea del arte renacentista italiano empieza con

Donatello, que liberó la escultura de su subordinación medieval a la

arquitectura. Entre su escultura de San Jorge (1417), representado saliendo de

la hornacina, y la de David, se pasa del caballero pétreo al kuros broncíneo.

La armadura medieval es el esqueleto externo de la personalidad occidental.

Dura, brillante, absolutista, es un producto de la radiante creación apolínea de

objetos, que pasa de Egipto a Grecia y Roma y vuelve a resurgir en la Alta

Edad Media en la forma del diseño militar. El David de bronce es el reverso

de la armadura del San Jorge. La desnudez refulgente del David representa la

impermeabilidad de la personalidad occidental. El agresivo ojo occidental

supercondensa su sólida estructura. El David es la identidad en cuanto que

sexo y poder.

El efebo es la principal contribución de la homosexualidad a la cultura

occidental. Pagano y anticristiano, es una formalización icónica de la relación

existente entre el ojo y la realidad. Repetido de mil formas diferentes en la

pintura y la escultura italianas, el efebo es el símbolo último del arte

renacentista. Un efebo es San Sebastián, el Adonis cristiano con el cuerpo

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