05.09.2022 Views

Sexual Personae - Camille Paglia

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

a ese desierto de la condición masculina. No es una coincidencia que Europa

fuera la primera en fabricar armas para utilizar la pólvora que China había

inventado siglos antes, pero para la que no había encontrado uso. La agresión

y la proyección fálicas son intrínsecas a la conceptualización occidental.

Flecha, ojo, pistola, cine: el potente cañón de luz de un proyector

cinematográfico constituye el camino moderno de la trascendencia apolínea.

El cine es la culminación del impulso masculino, obsesivo y mecánico, en la

cultura occidental. El proyector cinematográfico es el arma apolínea que

demuestra la relación entre la agresividad y el arte. Toda imagen enmarcada

es una limitación ritual, un recinto cerrado. La pantalla rectangular del cine

imita claramente la pintura enmarcada posterior al Renacimiento. Pero toda

conceptualización es enmarcada.

La historia del vestido pertenece a la historia del arte, pero se la suele

considerar como un asunto periodístico propio de las señoritas becarias de los

departamentos académicos de historia del arte. La moda no es algo trivial.

Los estándares de belleza son conceptualizaciones proyectadas por cada

cultura. Nos lo dicen todo. Las mujeres han sido las grandes víctimas de la

rueda de la moda, una rueda que no para de girar, vendándoles los pies o el

pecho de acuerdo con unos preceptos ilusorios. Pero la moda no es sólo una

opresión política más en la letanía feminista. Los estándares de belleza,

creados por los hombres, pero generalmente consentidos por las mujeres,

limitan ritualmente el atractivo sexual arquetípico de la mujer. La moda es

una externalización de la invisibilidad demónica de la mujer, de su misterio

genital. Trae al ojo apolíneo del hombre lo que ese ojo no puede ver. La

belleza es un marco bloqueante: detiene y condensa el flujo y la

indeterminación de la naturaleza. Permite al hombre actuar por el

procedimiento de realzar lo que teme.

El poder del ojo en la cultura occidental nunca ha sido completamente

apreciado o analizado. Las culturas asiáticas degradan el ojo y transfieren el

valor a un tercer ojo místico, simbolizado por el punto rojo de las frentes

hindúes. La personalidad es ficticia en el Este, donde se identifica a la persona

con el grupo. La meditación oriental rechaza el tiempo histórico. Nosotros

tenemos una tradición religiosa paralela: los axiomas paradójicos de los

místicos y los poetas orientales y occidentales son a menudo idénticos. El

budismo y el cristianismo coinciden en ver el mundo material como un

samsara, un velo de ilusión. Pero el Oeste tiene otra tradición, la pagana, que

culmina en el cine. Occidente convierte la identidad y la historia en objetos

numinosos. La personalidad occidental es una obra de arte, y la historia es su

Página 46

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!