05.09.2022 Views

Sexual Personae - Camille Paglia

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

tanto que grupo, en Estados Unidos al menos, parecen más interesadas en el

baloncesto que en el arte y el artificio. La estrella de la pantalla es una diosa,

una madre-padre universal. Las parodias de cabaret interpretadas por mujeres

muestran infaliblemente la androginia existente en las grandes estrellas. Mae

West, Marlene Dietrich, Bette Davis, Eartha Kitt, Carol Channing, Barbra

Streissand, Diana Ross, Joan Collins, Joan Rivers: todas ellas son hembras

que se han encumbrado a sí mismas con una fría voluntad masculina, al

tiempo que muestran unas sutiles ambigüedades sexuales en sus gestos y

apariencia. Judy Garland provocaba verdaderos ataques de histeria colectiva

entre los homosexuales. La prensa de la época habla de gritos misteriosos,

asaltos en masa al escenario, lluvias florales. Todo ello no eran sino ritos

orgiásticos de los eunucos en el santuario de la diosa. Existen fotos de

hombres ataviados con los brillantes vestidos de la Garland, posando como si

estuvieran haciendo una de aquellas sensacionales entradas de la actriz, al

igual que los devotos travestidos de la antigua Gran Madre. Este tipo de

espectáculo desapareció en los años setenta, cuando se extendió la moda entre

los homosexuales americanos de realzar la masculinidad. Pero creo que entre

los más jóvenes se está produciendo una vuelta a la sensibilidad imaginativa.

Esta especie de culto todavía sigue dándose en el caso de los homosexuales

aficionados a la ópera, cuya diva suprema era la tempestuosa Maria Callas.

Yo interpreto este fenómeno, al igual que el de la pornografía y la perversión,

como una prueba más de la tendencia de los hombres a la conceptualización

sexual, que para mí es una facultad biológica que está en la base del arte. Un

resultado de la enfermedad que se está llevando la vida de tantos

homosexuales ha sido que éstos se han visto involuntariamente reinvestidos

de su identidad chamánica, una identidad fatal, sacrificatoria, proscrita.

Extraer ideas sexuales de la realidad, como lo hacían en su culto febril a las

estrellas femeninas, es más provechoso para la cultura que representarlas en el

bar o en el dormitorio. El arte avanza por la automutilación del artista. Cuanto

más negativa es la experiencia homosexual, más pertenece al arte.

Nuestro primer ejemplo del arte occidental es la llamada Venus de

Willendorf, una estatuilla (de unos 13 centímetros) de la Edad de Piedra,

encontrada en Austria (fig. 2). En ella podemos observar todas las extrañas

leyes de los cultos terrenales primitivos. La mujer es ídolo y objeto, diosa y

prisionera. Está sepultada en la masa protuberante de su fecundo cuerpo.

Resulta cómico el nombre de Venus, pues es fea conforme a todos los

estándares. Pero la belleza todavía no había surgido como un criterio artístico.

Página 72

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!