05.09.2022 Views

Sexual Personae - Camille Paglia

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

divina. Spenser le concede una de las entradas en escena más impresionantes

de la literatura. La acción narrativa se detiene, al tiempo que diez largas

estrofas describen su aparición con todo lujo de detalles. La mirada apolínea

se queda clavada en el sitio. Es un momento privilegiado de hierática calma y

silencio, como la foto fija de una escena cinematográfica.

Belphoebe, una solitaria cazadora que vive en el bosque, nos recuerda a la

Venus disfrazada de Diana de la Eneida. Se parece a Pentesilea, la «reina de

las amazonas». Lleva «una afilada jabalina» y un arco con un carcaj «repleto

de flechas de acerada punta». Su rostro es el «celestial retrato» de un «ángel

luminoso», rosáceo y blanco como un lirio. Su frente es de marfil. Sus ojos,

henchidos de «imponente majestad», lanzan «llamaradas» que reprimen la

lascivia. El viento ondea sus largos cabellos rubios, «crespos como el hilo de

oro», y salpicados con flores, lo que sugiere que Spenser también había visto

copias de la Primavera y del Nacimiento de Venus de Botticelli. Belphoebe va

ataviada con una túnica de seda plisada, adornada con motivos dorados, que

centellean como pequeñas estrellas. La falda tiene un ribete dorado. Sus

borceguíes dorados están decorados con esmalte y piedras preciosas. Sus

piernas parecen «pilares de mármol» que sostienen «el templo de los dioses»

(II, iii, 21-31).

Belphoebe parece una escultura incrustada en el texto. La profusa

descripción de Spenser, mucho más larga que cualquiera de las de Boiardo,

Ariosto o Tasso, tiene la estilización y el grado de definición de un icono

bizantino. Belphoebe es una versión bizantina de la reina Isabel. Pero también

tiene una simetría y una volumetría propias del alto clasicismo, unas

dimensiones matemáticas. Con su esplendor amazónico blanco y oro, parece

la Atenea criselefantina del Partenón. Todos los detalles y todos los contornos

están profundamente cincelados, porque la personalidad spenseriana ha de ser

enérgicamente tallada en la implacable y dura naturaleza y defendida contra la

erosión y la lasitud del cansancio y el hedonismo. Las complejidades del

cabello rubio y del atuendo de Belphoebe corresponden a las categorías y

subcategorías de la gran cadena de la existencia, del orden apolíneo

ascendente. La hipervisibilidad de Belphoebe representa nuestra conciencia

apolínea, nuestro agresivo ojo pagano. Es una obra maestra de la

objetualización occidental, el objeto sexual que sale del cerebro y repele todo

contacto.

Belphoebe aparece y desaparece como una visión onírica. Ha de pasar

todo un libro para que Spenser revele su nacimiento y educación. En el Libro

Segundo, es una figura formal y abstracta, una súbita manifestación del poder

Página 217

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!