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Sexual Personae - Camille Paglia

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significado, transformándose en un punto extático de exteriorización

mundana. «To be in» (literalmente «estar dentro») significa paradójicamente

haber accedido a una visibilidad jerárquica total.

El estilo de los libros y las películas sobre las estrellas de Hollywood

tiende a lo epiceno, pues la carrera de una estrella se basa en la imagen, en la

exhibición jerárquica y en una concentración de las líneas visuales: los ojos

de un público inmenso y admirado. Así, Eva al desnudo (1950) de Joseph

L. Mankiewicz, en donde unas estrellas nacen cuando otras están declinando,

adopta automáticamente el típico ingenio wildiano del epiceno inglés. En la

escena de la fiesta, Betty Davis, en el papel de Margo Channing, encuentra a

su marido coqueteando disimuladamente con su desaprensiva amiga y

protegida. Como si no pasara nada, él le dice: «Precisamente le estaba

hablando a Eva de cuando intenté hacer una foto con la cámara al revés».

Davis, furiosa, le responde con una ocurrencia típica de Carroll: «Recuérdame

que te hable de aquella vez que vi el corazón de una alcachofa». En las fiestas

mundanas sólo las alcachofas tienen corazón. La fidelidad o la emoción no

tienen derecho alguno en el mundo siempre exterior de los mundanos y las

estrellas. El alma queda reducida a las nuevas proporciones vitruvianas de los

aperitivos. El corazón de alcachofa de Eva al desnudo equivale a «la cabeza

insignificante y el corazón contraído» de Pope (Dunciad IV, 504). El libro del

corazón, verde de envidia, furiosamente escrutado por Betty Davis es como la

pitillera «leída» por el Algernon de Wilde, hojas de bronce de una

sofisticación desnaturalizada.

Darling es otra incursión en la imagen moderna: Julie Christie hace el

papel de modelo, y su foto está pegada por todo Londres. El guion sigue a la

estrella en su camino hacia la exteriorización wildiana. En una escena

determinada, su desilusionado amante (Laurence Harvey) le dice de malos

modos: «Diana, deshazte de una vez de esa manoseada antología de Freud».

Lo que implica esta frase es que al carecer de alma, las estrellas están

incapacitadas para hacer juicios emocionales. Este tipo de frases demuestran

la facilidad con la que el epiceno inglés, gracias a su materialismo wildiano,

salta a la alegoría. Como en Dante, múltiples niveles operan simultáneamente.

Mientras la Julie Christie real escucha hablar a Harvey, la Julie Christie

alegórica es vista en el nivel superior, como si fuera en el entresuelo de unos

grandes almacenes, ¡con un libro abierto en las manos!

Al epiceno inglés, creado conjuntamente por Carroll y Wilde, se le puede

encontrar en los sitios más insospechados: en las elegantes coreografías de sir

Frederick Ashton para el Royal Ballet; en la serie de televisión Los

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