05.09.2022 Views

Sexual Personae - Camille Paglia

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

sexual de Zeus a Dánae. La dominadora Atenea de Klimt es la materialista

diosa urbana de la frívola Viena del fin de siglo.

Whistler fue un ostentoso promotor internacional del esteticismo,

enfrentándose directamente con Ruskin. Su The Little White Girl (La niñita

blanca, 1863) es prerrafaelista en el espíritu y el estilo, una aparición

romántica en un salón victoriano. Irónicamente, su pintura más famosa es una

obra menor, Arrangement in Gray and Black (Composición en gris y negro,

1872), que la imaginación popular subtituló como La madre de Whistler. Yo

la he clasificado entre los vampiros tardorrománticos, y fue creada un año

antes de la Mona Lisa de Pater. Existe una buena razón para que esta pintura

no haya perdido nunca su fuerza: la sempiterna imagen maternal. La madre de

Whistler es fría, parece medio muerta y aleja el rostro de la visión de su

progenie. Es una Esfinge dispuesta sobre pesados pedestales cuadrados, como

el pétreo faraón, enterrado en un escueto salón del trono de decadentista

inmovilidad. Está tan momificada por el apergaminado decoro victoriano

como la disecada madre de Psicosis. La popularidad de ciertas obras de arte

siempre revela la poesía secreta del arquetipo. Ésta es la Mona Lisa de

Whistler. Su título, Composición en gris y negro, ingenioso por lo inofensivo,

pretende objetualizar la imagen de la madre y reducir su poder emocional.

Pero todo es en vano. Lo demónico rompe las barreras apolíneas.

Edvard Munch ha sido siempre erróneamente clasificado entre los

expresionistas que le sucederán más que entre sus contemporáneos

decadentistas. Su obra trata los temas tardorrománticos de la amenaza sexual,

como en El vampiro. Su desnuda Madonna recuerda a la Eva de Von Stuck

por su desvergonzada exhibición del poder femenino. El varón es un feto

tímido y hambriento que aparece tembloroso en la parte inferior del cuadro.

En los márgenes de éste, una línea de esperma se apresura sin esperanza de

llegar a parte alguna. Siempre me he preguntado si la Madonna estaría

inspirada por un parlamento de Strindberg que dice así: «Creo que todas las

mujeres sois mis enemigas. Mi madre no quería traerme al mundo porque mi

nacimiento le haría sufrir. Era enemiga mía. No me alimentó adecuadamente

de embrión, así que nací incompleto». [10] El feto de Munch oprimido por la

magnitud femínea vuelve a aparecer en el agorafóbico paranoico de El grito

(1895). Congelado en el puente de la historia, sobre el abismo de la

naturaleza, este perturbado pierrot es un hermafrodita calvo, mental y

físicamente aturdido. Beardsley también incluye un feto entre sus «personas

del sexo». «La criaturita que entrega los sombreros no es un niño, sino un

aborto sin estrangular» [11] . El feto sería la regresión romántica definitiva.

Página 598

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!