05.09.2022 Views

Sexual Personae - Camille Paglia

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

románticos ingleses en varios aspectos. Todos ellos creen que el amor es una

fuerza primigenia. Pero Blake es el único que no propone la androginia como

una solución contra la inflexibilidad de los roles sexuales. Blake condena la

androginia por considerar que es un solipsismo. Sus hermafroditas son

monstruosos. El solipsismo romántico, una especie de autofecundación y

autocomunicación, es totalmente estéril en Blake. ¿Por qué? Porque Blake,

pese a que sigue y amplía los puntos de vista de Rousseau, ve la naturaleza

con los ojos de Sade. En Blake, la tierna madre naturaleza de Rousseau hace

una pirueta fin-de-siècle y se eleva a una especie de demónica enormidad.

Hermano de Sade, a quien no pudo haber conocido ni leído, Blake revive a la

diosa sedienta de sangre de las antiguas religiones mistéricas, de

impresionante barbarismo asiático. Anhela derrotarla. Pero, al atacarla, crea y

confirma su poder. Irónicamente, se convierte en su esclavo y emisario, una

voz que grita en el desierto. No hay otro corpus literario en el que la Gran

Madre sea tan violentamente elocuente como en el de Blake.

Siguiendo a Spenser, Blake construye una compleja psicología simbólica

que aún hoy sigue sin ser completamente entendida. Una de las imágenes

básicas de Blake es la de los contrarios en lucha, una lucha mediante la cual

se aspira al progreso espiritual, como sucede en The Faerie Queene.

Conforme evoluciona su poesía, el combate se va centrando cada vez más

entre lo masculino y lo femenino, metáforas de la tensión entre la humanidad

y la naturaleza. En su obra temprana, como en los Cantos de inocencia,

todavía no se trata la guerra de los sexos, pero está prefigurada en el tema de

las relaciones de poder tiránicas, con respecto a las cuales Blake toma el

punto de vista de Rousseau, pero el tono de Sade. A Blake le interesa la

coerción, el ciclo de repetición-compulsión, la violación espiritual. Ve

sadismo y vampirismo en las figuras masculinas autoritarias. Los niños que

hablan en El deshollinador y en El pequeño niño negro están explotados

físicamente y psicológicamente manipulados. Son los esclavos invisibles o

huríes de la corrupta nueva sociedad industrial. Sus mentes han sido invadidas

por una demónica alianza de la Iglesia y el Estado. «Si se cumplen los deberes

nada se debe temer»: las voces adultas salen de sus bocas en una especie de

diabólico ventrilocuismo. [*] El elemento sexual de este lavado de cerebro es

evidente en Jueves Santo, en donde unos bedeles de cabezas canas, con

«bastones blancos como la nieve» conducen una procesión de niños que

entran en la Catedral de Saint Paul. Los bastones equivalen a las fálicas

varitas blancas de Spenser, y aquí simbolizan la desvitalización invernal. Los

Página 325

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!