05.09.2022 Views

Sexual Personae - Camille Paglia

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Sardanapalus es un experimento sobre la personificación, la identidad

dramática: ¿hasta qué punto del extremo femenino del espectro genérico se

puede llevar a un protagonista masculino sin que pierda totalmente la

masculinidad? La languidez en Sardanapalus es más extrema que en Antonio

y Cleopatra, que rebosa energía renacentista por todos lados. En su diario,

Byron habla del «plácido vacío de la languidez», y en uno de sus poemas, The

Island, describe un «estado voluptuoso, / simultáneamente elíseo y

afeminado». Este flotante vacío perjudica a Sardanapalus. El rey se lamenta

del peso de los objetos, como si sus músculos estuvieran atrofiados.

Sardanápalo representa la personalidad occidental sumergida en el fluido

dionisíaco. Cuando la crisis militar le fuerza a entrar en el mundo social, la

realidad se muestra persistentemente densa.

El momento más masculino de Sardanápalo es cuando se arma para la

batalla, un momento que ya aparecía prefigurado en Shakespeare, en la escena

en que Cleopatra actúa como portadora de las armas de Antonio. Sardanápalo

pide la coraza, el casco, el tahalí, la lanza… y un espejo. Tira el casco porque

no le sienta bien. El rey de Asiria, que debería estar preparándose

psicológicamente para la batalla, parece una señorita probándose sombreros.

El héroe shakespeariano es atendido por su amante. Sardanápalo es el héroe

romántico completo, enamorado de su imagen reflejada en el espejo. Él es su

público y sus críticos, un ojo proyectado. Byron anula con el narcisismo

femenino la virilidad de Sardanápalo. Ya vimos esta misma conducta en El

monje de Lewis, donde todos los movimientos sexuales giran inmediatamente

en la dirección opuesta. Sardanápalo pone su vida en peligro al empeñarse en

luchar sin casco, aparentemente porque quiere lucir «sus largos cabellos».

Estos cabellos son los del poeta del Kubla Khan de Coleridge, cuya

ambigüedad sexual Byron adivina. Byron asigna la línea completa

coleridgiana a la amazona esclava del rey, Myrrha (la pecadora incestuosa de

Dante), que entra en combate con «los cabellos sueltos y la mirada

encendida». Los poetas, a diferencia de los críticos, perciben en el arte el sexo

y la decadencia.

Como estudio de la androginia, Sardanapalus no es convincente. Yo creo

que el poema es más misterioso de lo que cree Knight, quien alaba el carácter

poético del protagonista por «reunir el raciocinio del hombre con la

profundidad emocional de la mujer». [3] Sardanápalo parece demasiado banal

y caprichoso para dirigir una nación, o incluso para producir arte alguno. La

vocinglera Cleopatra hacía más. El afeminamiento del héroe byroniano es

perverso, no ideal. La gran cantidad de referencias shakespearianas que se

Página 420

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!