05.09.2022 Views

Sexual Personae - Camille Paglia

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

violencia que llevamos dentro de nosotros. Todo es demoledora elaboración

onírica, que vomita unas metáforas que nos dejan consternados. Las imágenes

de Cleopatra caen de su boca con una fuerza dolorosa, como los peñascos

lanzados cual paja en el río subterráneo de Coleridge.

El personaje apasionadamente activo de Cleopatra contrasta con el de

Octavia, femenino y retraído. La casta Octavia es como el «plumón de cisne»

que flota sobre las olas: carece de voluntad, es el peón de unas fuerzas

superiores. «Octavia es piadosa, fría, de trato apacible»: una matrona romana

modélica. Se mueve con tan poca naturalidad que «tiene el aire de un cuerpo

más bien que de un alma, de una estatua más que de una persona que respira»

(III, ii, 75; II, vi, 62; III, iii, 77). De tal palo tal astilla. En Shakespeare, las

estatuas icónicas apolíneas son madera muerta. El carácter proteico y la

velocidad dionisíaca de Cleopatra cautivan la mirada de Shakespeare. Hace

que la virtud de Octavia parezca más que virtud letargo. Octavia es la materia

y Cleopatra la energía. Cleopatra es un azote más que una pluma. Su dominio

sobre el género está dramatizado en la rapidez abrumadora de sus atléticas

transformaciones. «Palidezco, Carmiana», murmura, y al siguiente verso se

abalanza sobre el mensajero y lo tira al suelo de un golpe (II, v, 54). Cleopatra

salta de un extremo sexual al otro prácticamente sin respirar. La delicada

Dama de las Camelias se transforma en un abrir y cerrar de ojos en el fornido

Ayax. Los géneros se mezclan en Cleopatra de una forma tan indiscriminada

que en momentos de tensión trastoca sexualmente las palabras (II, v).

Cleopatra tiene una totalidad dionisíaca. Vence toda contención social para

sumergirse en el placer sensual y orgiástico del puro sentimiento.

Cleopatra encarna el principio dionisíaco del teatro. Shakespeare suele

establecer analogías entre la identidad y la escenotecnia, pero nunca, salvo en

Hamlet, lo hace de una forma tan sistemática como en Antonio y Cleopatra.

Desde la primera hasta la última escena, la conducta pública y privada es

criticada en términos de la representación. La propia política es

escénicamente dirigida. Marco Antonio y Cleopatra están continuamente

saliendo y entrando en sus papeles legendarios de Marco Antonio y

Cleopatra. Para ésta, la vida es teatro. Es una maestra de la propaganda. La

verdad es intrascendente; los valores dramáticos son los valores supremos.

Cleopatra no siente vergüenza alguna de manipular como si fueran de arcilla

los sentimientos de los otros. En una ocasión su ingenio yerra el tiro: cuando

envía el mensaje de que ha muerto y Marco Antonio se suicida. Cleopatra se

parece a Rosalind en el júbilo con el que se introduce en cada papel. Incluso

en el peor momento, cuando traza el guion de su suicidio. Al igual que

Página 264

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!