Tese completa Jaci MenezesFCC

La ley no prevé la formación de peculio, remuneración o educación del menor bajo la
guarda del señor. Sólo discute los límites de los castigos físicos que el señor podía aplicarle,
una vez que ya no era esclavo. Para el caso de la elección de la opción a), la Ley prevé la
creación de parte del Estado o de particulares con su apoyo, de asociaciones para criar y educar
a los menores. Por lo que se ve en la Ley, a partir de los ocho años los niños, hijos de los
esclavos, debían trabajar para retribuir por su subsistencia - un límite bien bajo para la línea de
la minoridad.
No existe, por lo tanto, en la Ley, la previsión de la ampliación del sistema educativo para
absorber este grupo de hombres libres que nacía cada año. Encontramos en tres Leyes de
Presupuesto, la aprobación de dispositivos que estarían vinculados a este fin: en 1877, 1879 y
1887 son previstos recursos para gastar en la creación de establecimientos para la educación de
hijos de libertos: 25% de la recaudación del Fondo de Emancipación creado por la Ley de 1871.
Estos gastos, mientras tanto, parecen no haber sido realizados: los señores optaron en masa por
recibir los servicios gratuitos de los hijos de esclavos libertos, lo que los mantuvo en las
estancias hasta la extinción de la esclavitud por la Ley Áurea, como menores prestadores de
servicios. Ninguno todavía había cumplido 21 años en 1888.
Aún bajo el influjo de la ley de Vientre Libre, el Gobierno altera el funcionamiento de las
Escuelas de Aprendices en el Ejército y en la Armada. En 1874, el acto de creación de las
escuelas prevé que, para el reclutamiento para estas escuelas, tendrían preferencia los huérfanos
desvalidos, menores abandonados o hijos libres de esclavas (Ley 2556 del 26 de setiembre de
1874). También en el ámbito de las actividades militares, el Decreto 6304 del 12 de setiembre
de 1876, que reglamenta a las Compañías de Aprendices Militares de Minas Gerais y Goyas,
toma como aprendices a los hijos de libertos. O sea, es como que se organiza un sistema
paralelo de instrucción, orientado a las actividades militares o para el trabajo libre al cual
estaban destinos los huérfanos, desvalidos, menores abandonados e hijos libres de esclava.
Ninguno de estos actos, no obstante, regula la participación de este público en las escuelas
comunes, públicas, aunque en 1873, haya sido bajada por el Gobierno Central, una Circular
exigiendo informaciones de los Presidentes de las Provincias sobre la organización de
Asociaciones para criar y educar hijos de libertos. Respuestas a esta Circular podría ser la
creación no Piaui, de cinco estancias nacionales para la educación física, moral y religiosa de
libertos menores ( Edic. 5392 del 10 de setiembre de 1983). No conocemos ninguna referencia
a la existencia de hecho, de esas estancias.
Así, paralelamente a las leyes que iban estableciendo gradualmente la Abolición de la
esclavitud, formas de educación de los descendientes de los esclavos iban siendo provistas. No
se les declara, no obstante, un derecho a la educación. En verdad, según la declaración de todos
los abolicionistas y también por la inexistencia masiva de aquellas instituciones para los
cuidados de los “hijos de libertos” entregados al Estado, los mismos fueron criados y retenidos
por los propietarios de sus madres, hasta el acto final de la abolición, con la Ley Áurea 195
Existen referencias en Primitivo Moacyr (La Institución y las Provincias) de que en Bahía
fueron hechas consultas por dos profesores del interior del Estado sobre la matrícula de hijos de
195 La Ley de Vientre Libre preveía la opción de prestación de servicios del “hijo de lliberto”al Señor de su madre
que garantizó su supervivencia hasta los ocho años de edad. Estos servicios serían prestados a partir de los ocho,
hasta los veintiún años; de manera que en el momento de la Abolición, 17 años después de la Ley de Vientre Libre,
todos los nacidos libres a partir de 1871 “ingenuos”- continuaban trabajando para los señores de sus madres.