Tese completa Jaci MenezesFCC

estado” contribuir directa o indirectamente al estímulo y desarrollo de unos y de otros en el caso
de que les faltaren recursos para su educación en instituciones particulares, para la educación de
la infancia y de la juventud, es deber del Estado (Nación, Estados y Municipios) la creación de
instituciones públicas de enseñanza en todos los grados. Considera, no obstante, como
prioritaria la enseñanza pre vocacional y profesional “destinada a las clases menos
favorecidas”.
Como en la Constitución de 1934, es prevista la contribución de las empresas para la
educación. En 1934, deberían proporcionar enseñanza primaria gratuita, ya en 1937, deben las
industrias y sindicatos económicos “crear en la esfera de su especialidad, escuelas de aprendices
destinadas al hijo de sus operarios o de sus asociados”- por lo tanto, con orientación más
dirigida para la preparación de mano de obras.
En 1937, la enseñanza primaria es reconocida como gratuita y obligatoria (Art. 131).
Mientras tanto, es creada una Caja Escolar a la cual deben contribuir, mensualmente, los que no
alegase o que no pudiesen alegar escasez de recursos. No hay referencia a la gratuidad de los
demás ciclos de enseñanza.
La educación, física, la enseñanza cívica y la de los trabajos manuales son obligatorios
(Art. 131), así como se incentiva a instituciones de educación paraescolar (escotismo).
Finalmente toda la división de las funciones que garantizaba la mayor autonomía de los
estados en la organización de los sistemas educativos, es suprimida. Se mantiene no obstante, la
facultad de la Unión (Art. 15, IX para fijar las bases y delinear el marco educativo nacional,
cabiéndole legislar sobre las directivas de esta educación.
Es por lo tanto, enteramente diferente la visión del papel del Estado en la educación, en la
Constitución de Estado Nuevo. Es interesante destacar que aunque no la reconozca como
función pública, aunque la deje a cargo de la iniciativa privada, el Estado en el periodo, no
adopta una posición liberal; por el contrario, es un Estado fuerte, totalitario, centralizador (no
en vano sólo son mantenidos los artículos de la Constitución referidos a la acción de la Unión)
y más interesante todavía, un Estado intervencionista en materia económica.
La función de la escuela, según el ideario del Nuevo Estado, queda más clara en el discurso
del Ministro Capanema, cuando en el centenario del Colegio Pedro II: inmediatamente después
del golpe que implantó el Estado Nuevo, el ministro reafirma que el papel del Gobierno Federal
en materia educativa, es decisivo; discute como desactualizados los conceptos de educación
propuestos por la escuela tradicional; mientras tanto, al discutirlos, asume parcialmente la
postura que considera como imprecisa. Según su opinión, en la situación en que el mundo y
Brasil se encontraba, “en que las instituciones más firmes fueron contrariadas, conmovidas y
destruidas, en que todas las verdades fueron puestas en duda, en que la negación se formuló en
contra del espíritu y de todas las regalías espirituales, (...) la educación no puede ser nuestra”.
Y agrega:
“La educación en Brasil, tiene que colocarse decisivamente al servicio de la Nación.
Sabemos que el Estado tiene por función hacer que la Nación viva, progrese, aumente sus
energías y dilate los límites de su poder y de su gloria (...). Siendo ahora, la educación, uno de
los instrumentos del Estado, su papel será quedar al servicio de la Nación”.