Tese completa Jaci MenezesFCC

percibe estar la comunicación pedagógica destorcionadas en favor de la clase dominante), estas
teorías dejan de explicitar que la comunicación está también distorcionada por la negación del
valor de la cultura y de la conciencia del grupo dominado. Enfatiza, entonces la necesidad de
construcción de una teoría que no solo apreenda esta doble distorsión, sino también la dinámica
reproducción/ resistencia. Esto solo sería posible en la medida en que se comprendiese como se
da el proceso de reproducción. La elaboración de una teoría de la resistencia permitiría
comprender como se da la manutención de la cultura dominada, así como cuales son los
elementos del cambio, de transformación, presentes en la sociedad.
Al darse cuenta de la enorme uniformidad de los sistemas educacionales, Bernstein concluye
que la educación sería un transmisor de relaciones de poder que están fuera de ella y que la
estructura interna del dispositivo de transmisión es la teoría de la comunicación pedagógica. En
resumen dice que las teorías de reproducción se ocupan de las pautas de los mensajes de
dominación refiriéndose concretamente a lo que ocurre en la escuela: el habla, los valores, los
rituales, los códigos de conducta, todos ellos visados en favor del grupo dominante.
Trata entonces de entender lo que sería el espacio de autonomía relativa de la institución
educativa. Para él, el concepto de autonomía relativa tendría que ver con las relaciones entre el
campo económico y el campo cultural (entre infraestructura económica y super-estructura
cultural) alcanzando especialmente la educación y sus relaciones con el Estado. Significaría la
existencia de un espacio de relativa independencia del sistema educacional que concedería a sus
agentes cierta autonomía en relación a sus contextos contenidos y procesos, los cuales, a su vez,
poseerían un área de "discreción", no totalmente determinada por regulaciones externas.
Aun en desacuerdo con la excesiva amplitud dada por otros autores a esta autonomía relativa,
el entiende que la institución escolar, la comunicación pedagógica (ejercitada tanto por el
transmisor como por el receptor) no podría ser totalmente programada. Al constituir un
lenguaje especializado, no posibilitaría un completo y efectivo control y uniformización. Para él
"la base de la jerarquización del discurso pedagógico (en la escuela) o del discurso académico
(en la universidad) no puede ser derivada de jerarquías de clase o de la clase dominante,
excepto en relación a una división simple en (trabajo) mental/manual".
De este modo existiría un potencial espacio de "discrecionalidad" (33). Admite, de esta forma, la
existencia de un polo de resistencia, que implicaría en la consolidación de una perspectiva de
los no incluidos, de los dominados, así como la existencia de formas educativas y prácticas
pedagógicas de los mismos.
Procura entonces, explicitar el proceso a través del cual sería posible apreender no solo el
problema de la traducción de diversos niveles en el mismo lenguaje, (inclusive la reproducción,
la transmisión y la adquisición de la cultura), como, principalmente dar cuenta tanto de la
constatación de la existencia de una doble distorsión del mensaje a favor de la clase dominante
y contra la clase dominada, como "de lo distorcionado y de lo no distorcionado, tanto de la
exclusión como de la resistencia”.
Este proceso, que se desarrollará en torno a los dos ejes principales, transmisión y adquisición,
y que tendría como límites el texto privilegiante y autonomía pedagógica, trabajaría en dos
campos: el campo de las "relaciones con" y el de las "relaciones dentro de". Explica que, si es
en el campo "dentro de" donde (tomando como espacio principal la escuela y la práctica
(33)T exto citado, pág. 9