Tese completa Jaci MenezesFCC

designios de Dios, en una institución arcaica, ilegítima, anticristiana,hasta que la abolición de la
esclavitud se impuso. Como sucedió esto: la contraposición de ideas, las campañas de opinión
pública, el movimiento popular - manifestaciones callejeras, propaganda en la prensa,
‘meetings’, debates públicos, utilización del teatro, de la poesía, de la literatura - para el
establecimiento de una conciencia de injusticia de la esclavitud. También, la presión
internacional debidamente divulgada, el incentivo a las fugas y el desgaste del proceso de
represión, hasta la caída de la pena de azotes - el instrumento básico para obligar al trabajo
compulsivo. Se construyó aquello que Gramsci llamó de ‘unidad cultural’, uniendo voluntades
disgregadas de liberación en torno del objetivo: la Abolición final.
Este proceso de ganancia de hegemonía fue un proceso construido, en el cual las
sociedades abolicionistas creadas eran el ente colectivo. Paralelamente, continuaban
funcionando las juntas de manumisión, como todas las demás formas de búsqueda de libertad,
incluso las de rebeldía, como la creación de los caifazes, grupo que surge dentro de la
Hermandad del Rosario, en S.Paulo, para incentivar la fuga de esclavos. Mientras tanto, otras
pedagogías se oponían, preparando los mecanismos de recomposición, de mantenimiento del
orden y del poder constituidos. La hegemonía construida en torno de la libertad - y de la
igualdad, en nombre de la cual se hacía la petición del final de la esclavitud - no logra ir más
allá de la igualdad formal.
4. La inclusión en la Humanidad.
El análisis de la esclavitud y de las formas de inclusión posterior a la abolición, nos
muestran las dificultades de realizar, aún hoy el ideal de hombre, visto como libre, igual y
fraterno. El examen de situaciones concretas nos muestra que esta complejidad humana sólo se
concreta cuando los tres elementos de la trinidad se encuentran presentes. Como vimos, la
libertad sólo se realiza plenamente cuando la igualdad está presente. Su falta circunscribe el
propio alcance de la libertad, disminuyéndolo.
Por su parte, la capacidad de establecer los vínculos, los límites, entre interés común y
interés individual, elementos indispensables para la existencia de la democracia sólo parece
posible con la práctica de la fraternidad. El término, hoy aparentemente tan desprovisto de
sentido - frente a la reinstalación de la ley de la selva (miento, ley pos-selvática) - y, sobretodo,
su práctica, se impone, sea bajo la denominación de solidaridad, de sentimiento de grupo, etc.
La dificultad, parece estar en saber quién va a construir, consolidadar este sentimiento de
solidaridad, este respeto al otro, quién es el depositario del interés público, del interés de todos.
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De quien cobrar la función de equalización de las desigualdades sociales, vez que, hoy,
volvemos a discutir la necessidad del Estado como elemento capaz de regular a los conflitos -
dejandole a él nada mas que, otra vez, el papel de policia? La experiência recente del la
irrupción de violência por todas las partes del mundo parece estar alertando hacia la
250 Véase que incluso en los análisis marxistas, lo que transforma la clase obrera en clase revolucionaria es su
capacidad de, constituyéndose como tal (o sea, estableciendo sus lazos de fratenidad orgánica), ser capaz de
solidarizarse con los demás grupos desposeídos de la sociedad y crear una frataernidad mayor, asumiendo la
hegemonía sobre las demás y eliminando las desigualdades.