Tese completa Jaci MenezesFCC

Declarada la Independencia, el Gobierno Central comienza a tomar una serie de
disposiciones en relación a la educación primaria. Mientras tanto el marco de este momento es
el proyecto de Constitución, y la propia Constitución de 1824, en lo que respecta a la
declaración de un derecho a la educación.
La Constitución de 1824 y la Educación.
El derecho a la educación en la legislación brasileña surge a partir de la Constitución de
1824. Primera Constitución Brasileña, otorgada después de la Independencia, consagró la
adopción de una forma de gobierno en que el monarca dejaba de tener poder absoluto, estando
su acción controlada por el Parlamento y por el Ministerio. Su elaboración sufrió la influencia
del liberalismo, tanto de orden francés como americano o inglés (más marcadamente ésta). 14
Mientras tanto, la primera Constitución brasileña acaba por ser una Constitución
concedida. Don Pedro I disolvió la Asamblea Constituyente electa, ante lo que consideró un
movimiento para restringir sus poderes como gobernante. En vista de esto, muchos de los
proyectos en discusión acaban abortados. Es el caso, por ejemplo del proyecto de José
Bonifácio para la abolición de la esclavitud, que no llega a ser pública, sino años después; el
proyecto, no obstante, no contiene dispositivo sobre la educación del esclavo o ex-esclavo o de
su hijo, a no ser en el caso de los hijos del señor con esclava, cuando determina la inmediata
liberación de éstos y de la madre, obligando también al señor a hacerse cargo de la educación
de los hijos hasta los 15 años de edad. 15
El proyecto previo 16 de elaboración de constitución, en su Título 13 “La Constitución de
un Sistema Escolar Nacional”, dice:
“Artículo 250 - Habrá en el Imperio escuelas primarias en cada confín, gimnasios en
cada comarca y universidades en los lugares más apropiados”.
Los artículos 251 y 252 preveían que leyes y reglamentos fuesen bajados, marcando el
número y constitución “de estos útiles establecimientos”, al lado de la libertad de iniciativa para
abrir clases privadas. Estaba también en debate la necesidad de creación de dos universidades,
una en San Pablo, otra en Olinda y la aprobación de un plan modelo para la educación.
En la misma ocasión, fue presentada y aprobada una Memoria de Martín Francisco
(hermano de José Bonifácio), que llamaba la atención sobre la “necesidad de una instrucción
general y más de acuerdo con los deberes de un hombre en la sociedad y la insuficiencia de la
actual”. Esta Memoria colocaba que:
“La instrucción pública es un deber del soberano para con los vasallos, es una
obligación contraída en el nacimientos de las sociedades políticas, entre el gobernante
14 El liberalismo comenzó a tener influencia en Brasil desde fines del siglo XVIII y en su difusión influyeron tanto
la Revolución Francesa, como el ejemplo de la Independencia de los EE.UU., o incluso las proposiciones inglesas
en favor de la liberación de los mercados. En el ámbito del mundo portugués, la propia revolución de Porto, a la
cual Bahía adhirió, que convocó a las Cortes de Lisboa y provocó el regreso de Don João VI, también demostraba
que era posible un control del poder del rey. En Brasil, los ideales de libertad y de nacionalidad vencedores en el
22 no llegaron a tomar la forma de organización de una República: significaban, no obstante, la expresión de las
posiciones anticolonialistas. Se luchaba por la emancipación de los lazos coloniales al criticarse el poder absoluto
de los reyes. Ver al respecto, Beisiegel, obra citada.
15 Perdigão Malheiro. A escravidão no Brasil. Pág. 228, 229.
16 Ver Primitivo Moacyr. A educação e o Império. pág. 118 a 148.