Tese completa Jaci MenezesFCC

determinado número de estados físicos, intelectuales y morales que reclaman de él, por un
lado, la sociedad política en su conjunto y por otro lado, un medio especial al cual está
particularmente destinado".
La consecuencia de esta definición es, para Durkeim, la visión de que el hombre es al mismo
tiempo un ser individual y un ser social. Uno estaría formado por los estados mentales que se
refieren a cada uno; el otro sería "un sistema de ideas, de sentimientos y de hábitos que
expresan en nuestra personalidad los grupos de los cuales formamos parte". Cabría a la
educación formar este ser dual, desarrollando el organismo individual en el sentido señalado
por su naturaleza y "haciendo visibles poderes escondidos que no esperaban sino rebelarse".
La educación crea un hombre nuevo.
De esta forma, la educación realiza la transmisión de los caracteres humanos, de la naturaleza
humana - que no son transmisibles genéticamente. Transmite tanto las cualidades morales, que
son impuestas desde afuera, como también los fines que cada hombre se propone
espontáneamente, responde ante todo a necesidades sociales, también históricamente
determinadas: existen cualidades que son valoradas en su tiempo y no en otro. Para ilustrar su
afirmación, toma como ejemplo la valorización de una cultura intelectual, que entiende como el
desenvolvimiento de una espíritu crítico, de la ciencia, valores a veces considerados prohibidos.
Para él la indiferencia por el saber y por la ciencia es una imposición de aquellos que están
contra la libertad de los hombres. Entiende que la sociedad valoriza la ciencia en la medida en
que la experiencia le enseñó que no se puede estar sin ella; la necesidad del saber sistematizado
solo aparece cuando la vida social se tornó demasiado compleja para funcionar solo en base a
las tradiciones, necesitando del pensamiento reflexivo. En las sociedades simples, la tradición
bastaría. Y agrega: "de ahí que el pensamiento y el libre examen son inútiles y hasta peligrosos,
porque pueden amenazar la tradición. Por esto, son proscritos"
Del mismo modo que el conocimiento científico basado en la razón es una nueva demanda
social, la propia educación también lo es, ya que constituye "un nuevo ser que la acción
colectiva por medio de la educación edifica". Entiende que el ser resultante de la acción
educacional deberá ser lo que de mejor existe en cada hombre: el mejor de "nosotros mismos, lo
que hay en nosotros de propiamente humano. El hombre no es un hombre sino porque vive en
sociedad".
Si eso ocurre con el desarrollo social, lo mismo ocurriría con el desarrollo intelectual. Para este,
el conocimiento es un acto colectivo y todas las ideas están en permanente evolución. Son las
resultantes del trabajo científico, y no lo contrario. La ciencia es una obra colectiva, inconclusa
y supone una vasta cooperación de todos los sabios, no solo de una misma época. Lo mismo
ocurriría con la religión y la lengua; instituciones sociales, resultados de una acción colectiva,
de un proceso de construcción colectiva. El saber como resultado del conocimiento humano se
conserva porque esta escrito, publicado, registrado, incluso bajo la forma de tradición oral, o
sea, a través del conjunto de instituciones pedagógicas: "gracias a los libros, a los monumentos
figurativos, a las herramientas, a los instrumentos de toda clase que transmiten de generación
en generación... El piso de la naturaleza se recubre así de un rico aluvión que sin cesar va
creciendo... la sabiduría se acumula sin término" (18).
En resumen, su pensamiento que hace a la relación entre ser social y ser individual, en el
hombre, es el siguiente:
(18)D urkeim, Embije. obra citada. pág. 22.