08.05.2013 Views

La Gran Transformacion – Karl Polanyi.pdf

La Gran Transformacion – Karl Polanyi.pdf

La Gran Transformacion – Karl Polanyi.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

nían los propietarios rurales de que aumentasen los salarios, y la expansión<br />

rápida del sistema de subsidios durante los últimos años de la crisis agrícola<br />

(después de 1815), estuvo probablemente determinada por la misma<br />

causa. En contrapartida, a comienzos de los años 1830, cuando la comunidad<br />

de propietarios agrícolas casi unánimemente pidió que se conservase<br />

el sistema de subsidios, no se debió a que temiesen ver aumentar los<br />

salarios, sino a que deseaban tener a su disposición una cantidad suficiente<br />

de mano de obra. De todas formas, no han debido olvidar totalmente esta<br />

consideración, en particular durante el largo período de prosperidad excepcional<br />

que va desde 1792 a 1813, durante el cual el precio medio del trigo no<br />

cesó de subir y se distanció notablemente del precio del trabajo. <strong>La</strong> preocupación<br />

constante que estaba en el trasfondo de Speenhamland no eran los<br />

salarios, sino la oferta de mano de obra.<br />

Puede parecer un tanto artificial intentar establecer una distinción entre<br />

estos dos conjuntos de motivaciones, ya que podía esperarse que una<br />

elevación de los salarios conllevase una mayor oferta de mano de obra.<br />

Puede constatarse, sin embargo, a través de pruebas fehacientes, cuál era,<br />

en ciertos casos, de entre estas dos preocupaciones la que predominaba en la<br />

mente de los propietarios agrícolas.<br />

Existen abundantes testimonios que muestran, en primer lugar, que,<br />

incluso en el caso de los residentes pobres, los patronos agrícolas eran<br />

contrarios a cualquier forma de empleo exterior que pudiese influir en que<br />

los obreros estuviesen menos disponibles para realizar un trabajo agrícola<br />

ocasional. Uno de los testigos del Informe de 1834 acusa a los residentes<br />

pobres de ir a «pescar arenques y caballas y ganar una libra por semana,<br />

mientras que sus familiares siguen siendo una carga para la parroquia.<br />

Cuando vuelven, se les emprisiona, pero da lo mismo, en la medida en<br />

que se les suelta en el momento en que el trabajo está bien pagado...» (p.<br />

33). El mismo testigo se lamenta porque «los patronos agrícolas no<br />

pueden encontrar con frecuencia un número suficiente de trabajadores<br />

para los trabajos de primavera y octubre» (Informe de Henry Stuart, App.<br />

A, Pt. I, p. 334A).<br />

En segundo lugar, está la capital cuestión de la distribución de parcelas.<br />

Los propietarios eran unánimes a la hora de afirmar que no existía nada<br />

más seguro para mantener a un hombre y a su familia off the rates (para<br />

que no viviese a costa del contribuyente) que darle un trozo de tierra. Sin<br />

embargo, nada pudo persuadirlos, ni siquiera la carga de los impuestos comunales,<br />

para que aceptasen alguna forma de distribución de parcelas que<br />

permitiese que el residente pobre dependiese menos del trabajo ocasional<br />

agrícola.<br />

Este fenómeno exige una cierta atención. Desde 1833, la comunidad de<br />

propietarios agrícolas manifestó la inquebrantable voluntad de mantener el<br />

sistema de Speenhamland. Citemos algunos pasajes del Informe de los<br />

delegados de la ley de pobres (Poor <strong>La</strong>w Commissioners Report): el sistema<br />

de subsidios significaba «trabajo barato, recolecciones hechas con rapidez»<br />

(Power). «Sin el sistema de subsidios, los propietarios no podrían<br />

probablemente continuar cultivando la tierra» (Cowell). «Los propietarios<br />

desean que sus hombres estén en el registro de los pobres»<br />

446

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!