08.05.2013 Views

La Gran Transformacion – Karl Polanyi.pdf

La Gran Transformacion – Karl Polanyi.pdf

La Gran Transformacion – Karl Polanyi.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Comentarios sobre las fuentes 451<br />

tos como los de 1563 ó de 1662 habían sido aplicados tanto en las parroquias<br />

rurales como en las urbanas, y los jueces de paz administraban<br />

también la ley en todo el país. Esta situación se debía a la vez a la industrialización<br />

precoz del campo y a la industrialización tardía de las zonas<br />

urbanas. No existía una barrera administrativa entre la organización del<br />

trabajo en la ciudad y en el campo, como ocurría en el Continente. He<br />

aquí la razón por la que resultaba tan fácil a la mano de obra, según parece,<br />

circular del campo a la ciudad y de la ciudad al campo. Se evitaron así los<br />

dos rasgos más calamitosos de la demografía de Europa Occidental: la despoblación<br />

brutal de las zonas rurales, como consecuencia de la emigración<br />

del campo a la ciudad, y la irreversibilidad de ese proceso de emigración,<br />

que suponía también el desenraizamiento de las personas que se habían<br />

ido a trabajar a la ciudad. <strong>La</strong>ndflucht, así era como se denominaba este fenómeno<br />

que suponía un gran cataclismo y que desde la segunda mitad del<br />

siglo XIX aterrorizaba a la comunidad agrícola de Europa central. En<br />

lugar de esto, encontramos en Inglaterra algo semejante a una oscilación<br />

de la población que se mueve en función de los empleos en el campo y en<br />

la ciudad. Es como si una gran parte de la población se hubiese mantenido<br />

en suspenso: de ahí la dificultad, por no decir la imposibilidad, de seguir<br />

el movimiento de emigración interior. Recordemos además la configuración<br />

del país, rodeado de puertos por todas partes que hacían inútil la<br />

emigración lejana, y comprenderemos cómo la administración de la ley de<br />

pobres no encontró grandes dificultades para adaptarse a las exigencias de<br />

la organización nacional del trabajo. <strong>La</strong> parroquia rural pagaba con frecuencia<br />

subsidios a indigentes no residentes que tenían un empleo en una<br />

ciudad cercana, haciéndoles llegar los socorros en dinero al lugar en el que<br />

habitaban; por otra parte, las ciudades manufactureras proporcionaban a<br />

veces socorros a pobres residentes que carecían de domicilio en la ciudad.<br />

Únicamente con carácter excepcional las autoridades urbanas realizaron<br />

traslados en masa, como ocurrió entre 1841 y 1843. De los 12.628 pobres<br />

trasladados en esas fechas desde 19 ciudades manufactureras del Norte,<br />

únicamente el 1 por 100 tenía su domicilio, según Redford, en los nueve<br />

distritos agrícolas. (Si los condados de Redford se sustituyen por los nueve<br />

«distritos típicamente agrícolas» elegidos por Danson en 1848, el resultado<br />

varía sólo ligeramente, pasando del 1 al 1,3 por 100). Como ha demostrado<br />

Redford, existía muy poca emigración de larga distancia y una gran parte<br />

del ejército de reserva del trabajo era mantenida a disposición de los patronos<br />

mediante socorros concedidos con liberalidad en los pueblos y en las<br />

ciudades manufactureras. No es, pues, sorprendente que se produjese al<br />

mismo tiempo una «superpoblación» en el campo y en la ciudad, mientras<br />

que en realidad, en períodos álgidos, los manufactureros del <strong>La</strong>ncashire se<br />

veían obligados a importar de forma masiva mano de obra irlandesa, y los<br />

granjeros se lamentaban de que eran incapaces de hacer frente a la recolección<br />

de las cosechas y que ni uno sólo de los trabajadores del campo podía<br />

emigrar.<br />

451

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!