Sección Tercera: Los Escenarios de La Violencia - DHnet
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PRIMERA PARTE SECCIÓN TERCERA CAPÍTULO 1<br />
Una amplia franja <strong>de</strong> familias sin tierra o con escasez <strong>de</strong> ella <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l trabajo asalariado en tiempos <strong>de</strong><br />
labor intensa en las zonas bajas <strong>de</strong>l valle o la selva central, especialmente para la cosecha <strong>de</strong> café, o hacia los<br />
asientos mineros <strong>de</strong> la región.<br />
<strong>La</strong>s comunida<strong>de</strong>s agropastoras en la zona alta e intermedia son pueblos eminentemente rurales, que obtienen<br />
sus principales ingresos <strong>de</strong>l pastoreo y activida<strong>de</strong>s conexas —venta <strong>de</strong> carne, fibras e hilados y tejidos—.<br />
Practican una agricultura <strong>de</strong> autosubsistencia, tanto en la misma zona alta como en la parte superior<br />
<strong>de</strong> la zona intermedia.<br />
En cuanto a su organización, estas comunida<strong>de</strong>s están muy cohesionadas y practican una administración<br />
colectiva <strong>de</strong> los espacios <strong>de</strong> pastoreo, totalmente comunales, que las familias usufructúan atendiendo al ciclo<br />
<strong>de</strong> rotación que la comunidad <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>.<br />
En la zona selvática po<strong>de</strong>mos i<strong>de</strong>ntificar dos tipos <strong>de</strong> ocupación espacial: centros urbanos y comunida<strong>de</strong>s<br />
rurales.<br />
<strong>Los</strong> centros urbanos, como San Ramón y <strong>La</strong> Merced, son aglomeraciones que superan los veinte mil habitantes<br />
y, <strong>de</strong> manera similar a Jauja para la sierra, juegan un importante papel impulsor en la economía <strong>de</strong> la<br />
selva central. Combina las activida<strong>de</strong>s terciarias (comercio, empleocracia estatal, etcétera) con la agricultura,<br />
pues gran parte <strong>de</strong> la población tiene chacras en los alre<strong>de</strong>dores o distritos aledaños que <strong>de</strong>dican al cultivo <strong>de</strong>l<br />
café y frutales, especialmente. San Ramón fue consolidándose como ciudad gracias al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> un conjunto<br />
<strong>de</strong> proyectos en los últimos treinta años (mina San Vicente, asfaltado <strong>de</strong> la carretera central, construcción<br />
<strong>de</strong>l puente e hidroeléctrica Yanango, construcción <strong>de</strong> la hidroeléctrica Chimay). Con su separación <strong>de</strong> Satipo<br />
—la provincia más extensa <strong>de</strong> la selva central—, San Ramón fue creada como provincia en 1977. Compren<strong>de</strong><br />
seis distritos: Vitoc, San Ramón, Chanchamayo, San Luis <strong>de</strong> Shuaro, Perené y Pichanaqui.<br />
<strong>La</strong>s comunida<strong>de</strong>s rurales <strong>de</strong> la vertiente oriental se ubican principalmente en las quebradas formadas por<br />
las estribaciones <strong>de</strong> la cordillera en ceja <strong>de</strong> selva. Tal es el caso <strong>de</strong> Uchubamba o Monobamba y sus centros<br />
poblados menores: Chacaybamba, Rondayacu, Cedruyoj y Paltay.<br />
Muy acci<strong>de</strong>ntados, pero con abundancia <strong>de</strong> agua y potencialida<strong>de</strong>s naturales para producir café, caña<br />
<strong>de</strong> azúcar, yuca, zapallo, cítricos y gana<strong>de</strong>ría, estos centros poblados pertenecen políticamente a la provincia<br />
<strong>de</strong> Jauja, pero geográficamente son más cercanos a Chanchamayo y sus pobladores se sienten más selváticos<br />
que serranos.<br />
<strong>La</strong> población indígena también tiene importante presencia en el espacio selvático, sobre todo los asháninkas,<br />
quienes como veremos luego, se vieron inmersos brutalmente en el ciclo <strong>de</strong> violencia.<br />
2.1.1. Actores <strong>de</strong> la violencia<br />
<strong>Los</strong> antece<strong>de</strong>ntes históricos más cercanos <strong>de</strong> la violencia política en el <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Junín se encuentran en la<br />
fugaz acción <strong>de</strong> los guerrilleros <strong>de</strong>l Movimiento <strong>de</strong> Izquierda Revolucionaria (MIR) en 1965, cuyas acciones aún<br />
se mencionan entre los pobladores <strong>de</strong> la selva central. Pero en términos generales, durante el siglo XX la zona no<br />
conoció conflictos <strong>de</strong> envergadura y la lucha social campesina o la vinculada con el trabajo en las minas, siendo<br />
importante, no llegó a tener nunca la envergadura ni el costo económico o en vidas humanas que tuvo en otras<br />
zonas andinas. Por otro lado, la minería, el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l mercado y la colonización —relativamente tempranos<br />
en la sierra central— se extendieron cómoda y pacíficamente como puntales <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnización, al punto que<br />
la sierra central ha sido consi<strong>de</strong>rada siempre la zona andina más mo<strong>de</strong>rna y próspera, base <strong>de</strong> una economía<br />
mercantil <strong>de</strong> carácter andino y <strong>de</strong> una nueva cultura popular que enlaza las características rurales andinas con la<br />
impronta urbana mo<strong>de</strong>rna.<br />
<strong>La</strong> década <strong>de</strong> 1960 en el Perú correspondió, como en tantos otros países <strong>de</strong> América <strong>La</strong>tina, a una progresiva<br />
radicalización <strong>de</strong> ciertos sectores sociales, en particular <strong>de</strong> las clases medias. En el campo, en algunas regiones –<br />
sobre todo <strong>de</strong>l sur <strong>de</strong>l país– predominaba un sistema servil <strong>de</strong> explotación <strong>de</strong> la tierra sobre el cual se había<br />
construido una cultura patriarcal autoritaria. En términos generales, ésta consistía en el sometimiento <strong>de</strong>l campesinado<br />
al gran hacendado rentista, quien ejercía el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> impartir justicia y mantenía a los siervos (feudatarios,<br />
yanaconas o colonos) en una situación <strong>de</strong> semiesclavitud. En aquella década <strong>de</strong> 1960 comenzó a operarse<br />
TOMO IV PÁGINA 112