Sección Tercera: Los Escenarios de La Violencia - DHnet
Sección Tercera: Los Escenarios de La Violencia - DHnet
Sección Tercera: Los Escenarios de La Violencia - DHnet
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Inicio y expansión <strong>de</strong> la violencia: 1980-1986<br />
PRIMERA PARTE SECCIÓN TERCERA CAPÍTULO 1<br />
Según información manejada por el <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> inteligencia <strong>de</strong>l frente Huallaga, el primer grupo <strong>de</strong><br />
sesenta miembros <strong>de</strong>l PCP-SL armados hizo su ingreso en 1982 por el valle <strong>de</strong>l Monzón, luego <strong>de</strong> transitar por<br />
la zona <strong>de</strong> Tantamayo, una especie <strong>de</strong> corredor que conduce por Maravilla y Caunarapa hasta la ciudad <strong>de</strong><br />
Monzón. De ahí se dirigieron al caserío Matapalo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> fueron a Venenillo, distrito <strong>de</strong> José Crespo<br />
Castillo, provincia <strong>de</strong> Leoncio Prado, don<strong>de</strong> asentaron su primera base en el segundo semestre <strong>de</strong> aquel año.<br />
Des<strong>de</strong> entonces, y en el mismo sector <strong>de</strong> la margen izquierda <strong>de</strong>l río Huallaga, lograron establecer una po<strong>de</strong>rosa<br />
organización insurgente con posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> apoyar logística y económicamente a los grupos <strong>de</strong> la sierra<br />
y la costa. Des<strong>de</strong> Venenillo, y cruzando el Huallaga por el sector <strong>de</strong> Alto Maronilla, en cuestión <strong>de</strong> horas podían<br />
llegar hasta Aguaytía, y en tres días hasta el Biavo, en San Martín.<br />
Aunque no se sabe a ciencia cierta dón<strong>de</strong> entró primero, según testimonios <strong>de</strong> Aucayacu serían tres las<br />
zonas en las que el PCP-SL se asentó y empezó a organizar el campo. Dos estaban en la margen izquierda <strong>de</strong>l<br />
río Huallaga (el puerto Venenillo y caseríos <strong>de</strong> <strong>La</strong> Merced <strong>de</strong> Locro, Corvina, los Cedros, entre otros que luego<br />
conformarían el llamado «bolsón Cuchara»), y los caseríos <strong>de</strong> San José <strong>de</strong> Pucate, San Martín <strong>de</strong> Pucate y Primavera,<br />
frente a Aucayacu. <strong>La</strong> tercera zona fue el sector Gozen-Nueva Esperanza, situado en la margen <strong>de</strong>recha<br />
<strong>de</strong>l río Huallaga, al norte <strong>de</strong> Pucayacu, cerca <strong>de</strong>l caserío <strong>de</strong> Consuelo. Con el creciente control sen<strong>de</strong>rista<br />
sobre el campo se vio el surgimiento <strong>de</strong> Ramal <strong>de</strong> Aspuzana como centro abierto <strong>de</strong> la droga.<br />
A principios <strong>de</strong> 1982, «grupos <strong>de</strong> avanzada» ya estaban visitando comunida<strong>de</strong>s a lo largo <strong>de</strong> la margen<br />
izquierda <strong>de</strong>l Huallaga, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Venenillo hasta la Morada y Huamuco, don<strong>de</strong> reunían a los pobladores, pregonaban<br />
su política y anunciaban las nuevas reglas que los pobladores tendrían que acatar si querían quedarse.<br />
Vistiendo polos negros, pasamontañas y portando escopetas, tramperos y revólveres, estos primeros grupos<br />
predicaban la necesidad <strong>de</strong> empren<strong>de</strong>r acciones armadas contra el Estado para reivindicar la coca, en<br />
vista <strong>de</strong> que las huelgas pacíficas —aseguraron— no lograrían concesiones significativas.<br />
A finales <strong>de</strong> 1983, infiltradas esas columnas en el Alto Huallaga, se registró la primera acción violenta <strong>de</strong><br />
PCP-SL en la región contra el local <strong>de</strong>l proyecto CORAH. Al año siguiente, un grupo <strong>de</strong> sen<strong>de</strong>ristas asesinó en<br />
Monzón a diecinueve trabajadores <strong>de</strong> este proyecto y <strong>de</strong>struyó el puesto policial <strong>de</strong> Aucayacu.<br />
Si observamos las estadísticas <strong>de</strong> muertos, <strong>de</strong>saparecidos, atentados, acciones militares, etcétera (véase gráfico<br />
y cuadro <strong>de</strong> muertos), constataremos que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1984 la violencia ya no se <strong>de</strong>tuvo. Así, aquel año el presi<strong>de</strong>nte<br />
<strong>de</strong> la cooperativa Pucate, <strong>de</strong>l distrito <strong>de</strong> José Crespo y Castillo, fue asesinado junto con otros seis dirigentes y<br />
trabajadores, mientras que la ciudad <strong>de</strong> Aucayacu fue tomada en dos oportunida<strong>de</strong>s, con el saldo <strong>de</strong> una veintena<br />
<strong>de</strong> fallecidos. A<strong>de</strong>más, como hemos visto, fueron asesinados los alcal<strong>de</strong>s Tito Jaime y Víctor Piñán Ver<strong>de</strong>. A<br />
estos asesinatos se sumó el ataque a la estación experimental <strong>de</strong> Tulumayo, así como al puesto <strong>de</strong> la Guardia<br />
Civil en Santa Lucía, la incursión en la ciudad <strong>de</strong> Tocache y el atentado contra las instalaciones <strong>de</strong> la empresa<br />
Palma <strong>de</strong>l Espino, en Uchiza. Aquel año, el Estado se vio obligado a <strong>de</strong>clarar el estado <strong>de</strong> emergencia.<br />
En 1985 se produjo la toma y difusión <strong>de</strong> propaganda en las emisoras radio Tingo María y Ribereña <strong>de</strong><br />
Aucayacu, así como el asesinato <strong>de</strong>l teniente gobernador y su familia en Pen<strong>de</strong>ncia Alta. <strong>La</strong> actividad <strong>de</strong>l<br />
PCP-SL, en relación directa con la ampliación <strong>de</strong> su base social especialmente rural, fue en aumento, y <strong>de</strong> los<br />
contados asesinatos <strong>de</strong> años anteriores la cifra <strong>de</strong> muertos en la provincia <strong>de</strong> Leoncio Prado pasó a más <strong>de</strong><br />
cien sólo en 1985. En diciembre <strong>de</strong> ese año, el presi<strong>de</strong>nte García levantó el estado <strong>de</strong> emergencia, lo que permitió<br />
el retorno policial y los abusos contra la población, que agudizaron aún más los conflictos.<br />
A principios <strong>de</strong> los años ochenta, tener vinculación con el narcotráfico otorgaba prestigio y cierto estatus<br />
social. «Todos» querían ser i<strong>de</strong>ntificados como parte <strong>de</strong> alguna red existente, pues nadie se atrevería a meterse<br />
con ellos. Pero cuando el PCP-SL tomó el control <strong>de</strong> muchas zonas, la realidad cambió y entonces «todos»<br />
querían aparentar un vínculo con este grupo. Por ello, hablaban <strong>de</strong> revolución, aunque ninguno <strong>de</strong> los jóvenes<br />
que mencionan esa palabra supiera a ciencia cierta lo que ésta quiere <strong>de</strong>cir.<br />
Lucas Cachay, dirigente gremial <strong>de</strong> San Martín vinculado al MRTA, sostuvo en una entrevista con la<br />
prensa que los productores <strong>de</strong> coca afirmaban que a los miembros <strong>de</strong>l PCP-SL no les interesaba la formación<br />
<strong>de</strong> quienes se enrolaban con ellos. Es más –refería Cachay– los sen<strong>de</strong>ristas <strong>de</strong>cían que lo importante no era<br />
«que supieran por qué luchaban sino que se encontraban dispuestos a luchar, nada más». El PCP-SL buscaba<br />
TOMO IV PÁGINA 260