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Sección Tercera: Los Escenarios de La Violencia - DHnet

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LA VIOLENCIA EN LAS REGIONES<br />

De igual modo, a fines <strong>de</strong> 1989, paramilitares no i<strong>de</strong>ntificados iniciaron sus acciones, <strong>de</strong>sapareciendo y<br />

ejecutando extrajudicialmente a gran cantidad <strong>de</strong> estudiantes universitarios, <strong>de</strong> institutos superiores y <strong>de</strong><br />

colegios secundarios, presuntamente vinculados con los grupos subversivos.<br />

En el transcurso <strong>de</strong> 1989, el MRTA sufrió una serie <strong>de</strong> reveses a manos <strong>de</strong> las fuerzas contrasubversivas<br />

que diezmaron <strong>de</strong> manera evi<strong>de</strong>nte su capacidad política y militar en la región. Un duro golpe para esa organización<br />

fue la captura, en febrero <strong>de</strong> 1989, <strong>de</strong>l lí<strong>de</strong>r emerretista Víctor Polay Campos en Huancayo. Pero el<br />

revés más importante que signó el <strong>de</strong>venir <strong>de</strong>l MRTA fue el enfrentamiento <strong>de</strong> Molinos, en Jauja, en el cual<br />

murieron seis militares y 58 emerretistas, <strong>de</strong> los cuales el MRTA sólo reivindica a 42.<br />

Un tercer revés, ocho meses <strong>de</strong>spués, en diciembre, fue el asesinato por el MRTA <strong>de</strong> Alejando Cal<strong>de</strong>rón,<br />

presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la ANAP (Apatyawaka Nampitsi Asháninka), organización que representa a 52 comunida<strong>de</strong>s<br />

nativas <strong>de</strong>l río Pichis y sus afluentes. <strong>La</strong> respuesta <strong>de</strong> los nativos fue organizar un Ejército asháninka para<br />

expulsar al MRTA <strong>de</strong> su territorio. El MRTA se retiró <strong>de</strong> la zona sin enfrentar a los nativos y se asentó en los<br />

distritos <strong>de</strong> Perené y Pichanaqui, en Chanchamayo. El 18 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1990 el «Ejército asháninka» se disolvió,<br />

por consi<strong>de</strong>rar que ya había cumplido su misión.<br />

A los pocos días, en diciembre <strong>de</strong>l mismo año, en Iscozacín, Oxapampa, el Ejército <strong>de</strong>struyó un campamento<br />

<strong>de</strong>l MRTA y ultimó a 43 presuntos subversivos, aunque existe la versión <strong>de</strong> que la mayoría <strong>de</strong> las víctimas<br />

podrían haber sido agricultores <strong>de</strong>l lugar.<br />

Todos estos golpes <strong>de</strong>bilitaron <strong>de</strong> manera incuestionable la presencia política y militar <strong>de</strong>l MRTA en Junín<br />

y Pasco. <strong>La</strong>s diezmadas fuerzas <strong>de</strong>l MRTA se replegaron en la selva central, y el PCP-SL aprovechó para capitalizar<br />

los reveses sufridos por su adversario e intensificar sus acciones en la región. En los meses <strong>de</strong> mayo y<br />

junio <strong>de</strong> 1989 convocó a paros armados regionales que paralizaron todas las activida<strong>de</strong>s e impidieron el normal<br />

abastecimiento <strong>de</strong> productos a la capital. El paro <strong>de</strong> mayor impacto se realizó durante los días 10 y 12 <strong>de</strong><br />

mayo en los <strong>de</strong>partamentos <strong>de</strong> Junín, Pasco y Huánuco.<br />

En el campo <strong>de</strong> las fuerzas <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n, se produjeron algunas modificaciones en la estrategia contrainsurgente.<br />

Por un lado, <strong>de</strong> la represión indiscriminada se pasó a una represión más selectiva, y por otro, el Ejército<br />

impulsó la organización <strong>de</strong> la población rural para su auto<strong>de</strong>fensa. A<strong>de</strong>más tomó la iniciativa, y junto a las<br />

Fuerzas Policiales patrullaba en zonas consi<strong>de</strong>radas «rojas».<br />

En noviembre <strong>de</strong> 1989 se realizaron las elecciones municipales, y en abril y junio <strong>de</strong> 1990, las elecciones<br />

presi<strong>de</strong>nciales. <strong>La</strong>s Fuerzas Armadas y Policiales garantizaron la seguridad <strong>de</strong> estos sufragios en casi todos los<br />

centros <strong>de</strong> votación <strong>de</strong> la región. Des<strong>de</strong> entonces, se hicieron comunes los operativos conjuntos <strong>de</strong> las fuerzas<br />

<strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n, muchas veces con la colaboración <strong>de</strong> algunas rondas campesinas contrasubversivas.<br />

En junio <strong>de</strong> 1990, el Ejército y la Policía ingresaron a la UNCP y <strong>de</strong>tuvieron a más <strong>de</strong> un centenar <strong>de</strong> estudiantes<br />

presuntamente subversivos. En los meses siguientes realizaron operativos similares, hasta que en 1991<br />

el Ejército asumió el control <strong>de</strong> la universidad.<br />

En la selva central, el Ejército dio un nuevo impulso a su ofensiva contrasubversiva. A fines <strong>de</strong> 1991 ingresó<br />

a Satipo y organizó <strong>de</strong> manera compulsiva a la población en rondas urbanas y campesinas. <strong>La</strong>s rondas nativas<br />

—que venían enfrentando al PCP-SL por iniciativa propia— recibieron el apoyo <strong>de</strong>l Ejército. En 1991, los<br />

asháninkas <strong>de</strong> los ríos Ene y Tambo se organizaron en comités <strong>de</strong> auto<strong>de</strong>fensa para enfrentar al PCP-SL. Des<strong>de</strong><br />

la óptica militar, la zona empezó a ser «pacificada», lo que trajo como consecuencia numerosos muertos,<br />

<strong>de</strong>tenidos y <strong>de</strong>saparecidos.<br />

En 1992, la violencia alcanzó su cúspi<strong>de</strong> en la región. <strong>Los</strong> atentados dinamiteros, apagones, sabotajes, asesinatos,<br />

<strong>de</strong>sapariciones, ejecuciones extrajudiciales, <strong>de</strong>tenciones arbitrarias y «combates guerrilleros» eran<br />

hechos cotidianos y el temor y la zozobra se apo<strong>de</strong>raron <strong>de</strong> la población.<br />

2.3.4. Final <strong>de</strong>l ciclo <strong>de</strong> violencia: 1994-2000<br />

Se pue<strong>de</strong> señalar que, a fines <strong>de</strong> 1992, tanto el MRTA como el PCP-SL ya estaban <strong>de</strong>rrotados, aunque el PCP-<br />

SL aún tenía capacidad militar para <strong>de</strong>sarrollar acciones contra la población y las fuerzas <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n en la región,<br />

incluso <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la <strong>de</strong>tención <strong>de</strong> Abimael Guzmán ocurrida en septiembre <strong>de</strong> 1992.<br />

TOMO IV PÁGINA 121

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