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Sección Tercera: Los Escenarios de La Violencia - DHnet

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PRIMERA PARTE SECCIÓN TERCERA CAPÍTULO 1<br />

jandro, que liquidó la presencia <strong>de</strong>l MRTA en la provincia <strong>de</strong> Padre Abad, Aguaytía. <strong>La</strong> influencia <strong>de</strong> los grupos<br />

sen<strong>de</strong>ristas asociados a los narcotraficantes locales era total.<br />

El narcotráfico y la subversión en Puerto Inca<br />

Durante los años cincuenta y sesenta, la instalación <strong>de</strong> la empresa ma<strong>de</strong>rera y gana<strong>de</strong>ra propiedad <strong>de</strong>l «socio<br />

<strong>de</strong> Dios», Le Tourneau —<strong>de</strong> don<strong>de</strong> proviene el nombre <strong>de</strong>l distrito <strong>de</strong> Tournavista—, así como <strong>de</strong> la empresa<br />

petrolera Ganso Azul y <strong>de</strong> lava<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> oro, impulsaron la ocupación <strong>de</strong> la zona <strong>de</strong> Puerto Inca, a lo largo río<br />

Pachitea. <strong>La</strong> reforma agraria y la nacionalización <strong>de</strong>l petróleo a fines <strong>de</strong> los años sesenta frenaron la consolidación<br />

<strong>de</strong> estas empresas, aunque la construcción <strong>de</strong> la Carretera Marginal durante el primer gobierno <strong>de</strong>l<br />

presi<strong>de</strong>nte Belaun<strong>de</strong> (1963-1968) siguió alimentando una corriente migratoria que permitió la colonización <strong>de</strong><br />

la actual provincia <strong>de</strong> Puerto Inca.<br />

Como hemos visto, el éxito <strong>de</strong>l narcotráfico y la presión ejercida sobre el tráfico ilícito <strong>de</strong> drogas en la década<br />

<strong>de</strong> 1980 en la región <strong>de</strong>l Huallaga permitió a Puerto Inca —flamante provincia <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong><br />

Huánuco— ampliar su área cocalera y, por en<strong>de</strong>, ingresar a la misma dinámica socioeconómica <strong>de</strong>l Huallaga.<br />

Al igual que en otros lugares don<strong>de</strong> floreció el narcotráfico, los traficantes a<strong>de</strong>lantaban dinero a los agricultores<br />

para financiar la producción y comercialización <strong>de</strong> la coca —y luego <strong>de</strong> la droga—, con precios que superaban<br />

ampliamente a los <strong>de</strong> los productos agrícolas tradicionales. Es <strong>de</strong>cir, el narcotráfico propició el <strong>de</strong>sarrollo<br />

<strong>de</strong>l mercado local y regional <strong>de</strong> bienes y servicios, y la relación entre narcotraficantes, agricultores,<br />

comerciantes y transportistas originó la articulación <strong>de</strong> re<strong>de</strong>s sociales y lealta<strong>de</strong>s basadas en relaciones <strong>de</strong><br />

parentesco, <strong>de</strong> origen regional y <strong>de</strong> vecindad, que involucraron no sólo a productores y compradores sino<br />

también a policías, militares y jueces, vínculos que se reforzaban en reuniones sociales.<br />

Entre 1987 y 1994, la producción y el tráfico ilícito <strong>de</strong> drogas en Puerto Inca alcanzaron dimensiones extraordinarias,<br />

alterando la organización y el comportamiento social. <strong>Los</strong> agricultores se encontraron a merced<br />

<strong>de</strong> las extorsiones y abusos <strong>de</strong> narcotraficantes, subversivos, fuerzas <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n y jueces, así como <strong>de</strong> los arreglos<br />

<strong>de</strong> cuentas entre ellos. Dijimos que el MRTA ejecutó sus acciones subversivas principalmente en la provincia<br />

<strong>de</strong> Puerto Inca. En efecto, en 1988 una columna <strong>de</strong> MRTA inició sus activida<strong>de</strong>s subversivas en la provincia<br />

<strong>de</strong> Puerto Inca; y en 1989 tomó la capital provincial, que ocupó libremente durante casi un año. El<br />

control que ejerció sobre las activida<strong>de</strong>s y el movimiento <strong>de</strong> la población, así como sus continuas exigencias,<br />

motivaron las ejecuciones extrajudiciales <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> sus habitantes y propiciaron diferentes tipos <strong>de</strong> arreglos<br />

y enfrentamientos entre emerretistas y narcotraficantes. Meses <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esta toma, el PCP-SL incursionó<br />

en la zona y estableció una sangrienta competencia con el MRTA, así como con los narcotraficantes, a fin<br />

<strong>de</strong> controlar el territorio, la población y la economía <strong>de</strong> las drogas.<br />

En 1990, en una ofensiva rápida, la Marina <strong>de</strong> Guerra hizo huir al MRTA <strong>de</strong> Puerto Inca y luego <strong>de</strong> algunos<br />

años y <strong>de</strong> varios inci<strong>de</strong>ntes armados logró pacificar la zona. Para ello contó con la colaboración <strong>de</strong> los<br />

comités <strong>de</strong> auto<strong>de</strong>fensa que habían formado los pobladores <strong>de</strong> los distritos y caseríos. También los traficantes<br />

<strong>de</strong> droga tenían interés en quitarse <strong>de</strong> encima a la subversión.<br />

Como vimos en el capítulo anterior sobre el Huallaga, la estrategia militar buscaba combatir y aislar la<br />

subversión <strong>de</strong> los productores <strong>de</strong> coca y <strong>de</strong> los traficantes <strong>de</strong> droga, quienes prosiguieron con sus activida<strong>de</strong>s<br />

tal como <strong>de</strong>muestran las investigaciones realizadas luego <strong>de</strong> la captura <strong>de</strong> importantes narcotraficantes, como<br />

los hermanos Cachique Rivera.<br />

El PCP-SL sigue tras la coca<br />

Des<strong>de</strong> 1988, con el argumento <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la coca, el PCP-SL empezó sus acciones armadas en la provincia<br />

<strong>de</strong> Padre Abad: realizó incursiones contra el puesto policial <strong>de</strong> Aguaytía, convocó constantemente a paros<br />

generales, obstaculizó y controló varios tramos <strong>de</strong>l trayecto carretero entre Pucallpa y Tingo María. El esquema<br />

<strong>de</strong>l Huallaga empezó a aplicarse en Padre Abad: alianza con los agricultores cocaleros, control <strong>de</strong> la compra<br />

y venta <strong>de</strong> coca y pasta <strong>de</strong> cocaína, así como organización <strong>de</strong> comités <strong>de</strong> base, ajusticiamiento «enemigos»<br />

y hostigamiento a las fuerzas <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n. Amplios sectores campesinos aceptaron esta propuesta <strong>de</strong> «nuevo<br />

or<strong>de</strong>n», hartos <strong>de</strong> los abusos policiales y militares y <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s legales. El ritual <strong>de</strong>l «juicio popular» se<br />

repitió en toda la zona una y otra vez contra «soplones», «in<strong>de</strong>seables», tenientes gobernadores, agentes mu-<br />

TOMO IV PÁGINA 294

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