Sección Tercera: Los Escenarios de La Violencia - DHnet
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PRIMERA PARTE SECCIÓN TERCERA CAPÍTULO 1<br />
tres gradientes <strong>de</strong> esta presión– sobre autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> toda índole: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> alcal<strong>de</strong>s distritales hasta presi<strong>de</strong>ntes<br />
<strong>de</strong> comunida<strong>de</strong>s, intentando ganar su apoyo y, por en<strong>de</strong>, el <strong>de</strong>l grupo al que representaban.<br />
Pero si bien el avance <strong>de</strong>l PCP-SL en los espacios rurales fue notorio a partir <strong>de</strong> 1982, también se registraron<br />
las primeras respuestas violentas a su proyecto autoritario. Quizá la primera acción <strong>de</strong> esta naturaleza –y<br />
con seguridad la más sonada– fue la <strong>de</strong> los comuneros que en enero <strong>de</strong> 1983 mataron a siete sen<strong>de</strong>ristas en<br />
Huaychao, en las alturas <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Huanta, como reacción al asesinato <strong>de</strong> sus autorida<strong>de</strong>s comunales.<br />
En febrero <strong>de</strong>l mismo año se produjo la «sublevación» <strong>de</strong> Sacsamarca en Huancasancos (ver estudio <strong>de</strong> la<br />
CVR sobre Huancasancos), cuando los comuneros, hartos <strong>de</strong> los abusos <strong>de</strong> los mandos sen<strong>de</strong>ristas, los emborracharon<br />
y los mataron a puñaladas y pedradas. Fueron reacciones aisladas, locales y no coordinadas, y provocaron<br />
una respuesta violenta <strong>de</strong>l PCP-SL: el asesinato <strong>de</strong> cien comuneros en Uchuraccay y la matanza <strong>de</strong><br />
Lucanamarca dan fe <strong>de</strong> ello.<br />
Hacia mediados <strong>de</strong> 1982, los <strong>de</strong>sencuentros entre el PCP-SL y algunas comunida<strong>de</strong>s campesinas se ahondaron<br />
básicamente por tres razones. <strong>La</strong> primera fue la intromisión <strong>de</strong> los grupos sen<strong>de</strong>ristas en las relaciones<br />
comerciales comunales al preten<strong>de</strong>r el cierre <strong>de</strong> las ferias rurales –prácticamente el único vinculo comercial<br />
entre las comunida<strong>de</strong>s y el mercado– y obligar a los campesinos a producir exclusivamente para su subsistencia<br />
bajo la consigna <strong>de</strong> «hambrear la ciudad»: «Nosotros [<strong>de</strong>bíamos] producir para nosotros, nada más. Ya no<br />
vamos a dar a esos perros, <strong>de</strong>cían. Producir para el pueblo, nada más, ya no es para ven<strong>de</strong>r, ya no es para<br />
llevar a los comerciantes» (testimonio <strong>de</strong> comunero <strong>de</strong> Vinchos). El cierre transitorio <strong>de</strong> las importantes ferias<br />
semanales <strong>de</strong> Secce, en Huanta, o la <strong>de</strong> Seqeslambras, en Accocro, Huamanga, son dos buenos ejemplos <strong>de</strong><br />
esta pretensión <strong>de</strong> autarquía propuesta por el PCP-SL.<br />
<strong>La</strong> segunda razón se relaciona con las ejecuciones sumarias, previos juicios populares, <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s –tal<br />
como sucedió en Huaychao– y <strong>de</strong> comuneros que expresaban su disconformidad o eran consi<strong>de</strong>rados «ricos»<br />
por el PCP-SL, bajo las genéricas acusaciones <strong>de</strong> soplonaje o <strong>de</strong> gamonales: «Si no hubieran matado, cómo ya<br />
estarían [...] Ellos se han ido a matar al campesino mismo, diciendo éste es terrateniente, éste es gamonal, el<br />
que tiene cinco, seis yugadas, ya era terrateniente. Y ellos lo mataban» (id.). A falta <strong>de</strong> gamonales o <strong>de</strong> terratenientes,<br />
cualquier autoridad o campesino con algunos recursos por encima <strong>de</strong>l promedio justificaba el discurso<br />
<strong>de</strong> la lucha antiterrateniente.<br />
<strong>La</strong> tercera razón importante <strong>de</strong> este <strong>de</strong>sencuentro fue el <strong>de</strong>sconocimiento <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s establecidas y<br />
la imposición <strong>de</strong> jóvenes autorida<strong>de</strong>s para hacer acatar las directivas partidarias. Alcal<strong>de</strong>s electos, varayocs<br />
tradicionales, jueces <strong>de</strong> paz y comuneros fueron sistemáticamente amenazados y, en muchos casos, asesinados<br />
por el PCP-SL.<br />
Debemos recordar, asimismo, que en muchos casos la violencia se nutrió <strong>de</strong> los conflictos locales existentes,<br />
sobrepasando los mecanismos tradicionales <strong>de</strong> solución con una nueva opción: el asesinato.<br />
El ejemplo más conocido y trágico en esta zona lo representan las comunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las alturas <strong>de</strong> Huanta,<br />
pues a la violencia que el PCP-SL <strong>de</strong>sató contra esta población se sumó la <strong>de</strong> las fuerzas contrasubversivas y las<br />
rondas campesinas, lo que explica las <strong>de</strong>cenas <strong>de</strong> muertos registrados en la lista <strong>de</strong> nombres entregada a la CVR.<br />
El manuscrito <strong>de</strong> un militante sen<strong>de</strong>rista explica su presencia en la zona:<br />
Des<strong>de</strong> 1981, Uchuraccay, Iquicha y Huaychao eran bases <strong>de</strong> apoyo don<strong>de</strong> existían ya pelotones <strong>de</strong> la fuerza local<br />
y unida<strong>de</strong>s guerrilleras. Entre los combatientes <strong>de</strong> esta zona figuraba el compañero Severino, comisario <strong>de</strong>l Comité<br />
Popular <strong>de</strong> Uchuraccay. Varias <strong>de</strong> nuestras compañías <strong>de</strong> la fuerza principal habían permanecido en esta<br />
zona por varios días. Des<strong>de</strong> aquí fueron nuestros combatientes a sacudir al soñoliento enemigo que dormía en los<br />
puestos GC <strong>de</strong> Huanta y <strong>de</strong> Tambo (Suni Puni, manuscrito sen<strong>de</strong>rista, 1985).<br />
Aun cuando el manuscrito sen<strong>de</strong>rista podría magnificar la presencia <strong>de</strong>l PCP-SL, es innegable que estuvieron<br />
en la zona jóvenes que en su mayoría venían <strong>de</strong> Huanta y Tambo. En diciembre <strong>de</strong> 1982, el PCP-SL<br />
asesinó al presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la comunidad <strong>de</strong> Uchuraccay –Alejandro Huamán Leandro–, así como al presi<strong>de</strong>nte y<br />
al teniente gobernador <strong>de</strong> Huaychao –Eusebio Ccente y Pedro Rimachi–, éstos en plena plaza <strong>de</strong>l pueblo y<br />
acusados <strong>de</strong> representar al po<strong>de</strong>r.<br />
Casi en el mismo momento en que el Estado entregó la dirección <strong>de</strong> la lucha contrasubversiva al Ejército,<br />
las comunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la puna huantina actuaban en respuesta al PCP-SL, y el 21 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1983 reaccio-<br />
TOMO IV PÁGINA 64