Sección Tercera: Los Escenarios de La Violencia - DHnet
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PRIMERA PARTE SECCIÓN TERCERA CAPÍTULO 1<br />
habría que sumar a los maoístas, quienes no participaron en las elecciones a la Asamblea Constituyente pero<br />
luego «<strong>de</strong>scubrieron» su importancia como «espacio <strong>de</strong> lucha política revolucionaria». <strong>La</strong> alianza conformada<br />
por todos estos grupos, <strong>de</strong>nominada Alianza Revolucionaria <strong>de</strong> Izquierda (ARI), fracasó y estalló en pedazos.<br />
En total, la izquierda presentó cinco listas, dos más que en 1978.<br />
<strong>La</strong>s elecciones <strong>de</strong> 1980 dieron una clara victoria a AP, partido que superó ampliamente el 36% requerido,<br />
y fueron el marco, en un remoto pueblo ayacuchano —Chuschi—, <strong>de</strong> la primera acción violenta <strong>de</strong> PCP-SL.<br />
En el sur andino, los tres diputados elegidos por Apurímac pertenecían a Acción Popular, mientras que en<br />
Cusco, siete <strong>de</strong> los ocho diputados eran <strong>de</strong> ese partido y uno <strong>de</strong>l PAP. En Puno, cuatro <strong>de</strong> los ocho diputados<br />
electos pertenecían al Frente Nacional <strong>de</strong> Trabajadores y Campesinos (Frenatraca), uno <strong>de</strong> los cuales era Pedro<br />
Cáceres Velásquez. Su hermano, Róger Cáceres, fue elegido senador por el Frenatraca. Era clara la victoria <strong>de</strong><br />
AP en el sur andino, don<strong>de</strong> —salvo en el caso <strong>de</strong> Puno, por la existencia <strong>de</strong> un partido regional— logró mayoría<br />
en los <strong>de</strong>partamentos <strong>de</strong> Apurímac, Cusco y Madre <strong>de</strong> Dios.<br />
3.2. ZONIFICACIÓN DE LA VIOLENCIA<br />
3.2.1. Zona I: Puno<br />
El conflicto armado interno en el norte <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Puno —región predominantemente quechua—<br />
está vinculado a la crisis <strong>de</strong>l sistema asociativo originada por la reforma agraria y a la lucha por la reestructuración<br />
<strong>de</strong>mocrática <strong>de</strong> la propiedad <strong>de</strong> la tierra, en la que se vieron involucrados diversos actores políticos y<br />
sociales (PCP-SL, Fuerzas Armadas y Policiales, iglesia, organizaciones campesinas, gobierno, empresas asociativas<br />
y partidos políticos).<br />
<strong>La</strong> característica más importante que diferencia esta región <strong>de</strong> otras es el entrecruzamiento <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong>l<br />
conflicto armado interno con el viejo conflicto por la tierra, la presencia <strong>de</strong> los rezagos <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r terrateniente,<br />
y la <strong>de</strong>sigualdad social y étnica. También se diferencia <strong>de</strong>l Cusco <strong>de</strong>bido a que, en esta región, los centros <strong>de</strong><br />
po<strong>de</strong>r estaban fragmentados: el centro político en la ciudad <strong>de</strong> Puno, el centro comercial en la ciudad <strong>de</strong> Juliaca<br />
y el centro económico en las provincias productoras <strong>de</strong> lana (Melgar, Azángaro y Huancané), cada una con<br />
características sociales y culturales propias y en constante competencia entre sí.<br />
<strong>La</strong> presencia <strong>de</strong>l PCP-SL en algunos gremios sindicales y populares también fue importante. A<strong>de</strong>más, estas<br />
ciuda<strong>de</strong>s se constituyeron en fuentes <strong>de</strong> aprovisionamiento y apoyo a las activida<strong>de</strong>s subversivas en otras<br />
regiones <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento.<br />
En el sur <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Puno (provincias <strong>de</strong> El Collao, Chucuito y Yunguyo), se iniciaron las activida<strong>de</strong>s<br />
subversivas. <strong>La</strong> región tenía una fuerte presencia <strong>de</strong> comunida<strong>de</strong>s campesinas, con una población<br />
predominantemente aymara. A diferencia <strong>de</strong> las provincias <strong>de</strong>l norte, la existencia <strong>de</strong> empresas asociativas<br />
como producto <strong>de</strong> la reforma agraria <strong>de</strong>l general Velasco no fue significativa.<br />
El PCP-SL no consiguió establecerse sólidamente en la región, al parecer <strong>de</strong>bido a su incapacidad para lograr<br />
la simpatía y apoyo <strong>de</strong> una población campesina aymara, diferente culturalmente <strong>de</strong> las poblaciones<br />
quechuas <strong>de</strong>l norte. En todo caso, el MRTA tuvo mayor presencia en la región por los contactos establecidos<br />
con partidos políticos <strong>de</strong> la izquierda boliviana.<br />
<strong>La</strong> selva alta <strong>de</strong> Puno (Carabaya y Sandia) es una región poco conocida. En ella, el conflicto armado interno<br />
fue reducido, tal como ocurrió en el <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Madre <strong>de</strong> Dios. <strong>La</strong> presencia <strong>de</strong> los grupos subversivos<br />
no fue continua ni en el territorio ni en el tiempo. <strong>La</strong> última se habría producido cuando el MRTA intentó<br />
organizar un nuevo frente guerrillero a inicios <strong>de</strong> los años noventa, pero este intento fue rápidamente <strong>de</strong>sarticulado.<br />
<strong>La</strong> presencia <strong>de</strong> las fuerzas contrasubversivas fue corta, pero contun<strong>de</strong>nte.<br />
3.2.2. Zona II: Cusco<br />
En primer lugar pue<strong>de</strong> distinguirse lo que los cuzqueños nombran como provincias altas (Canas, Canchis,<br />
parte <strong>de</strong> Quispicanchi, Chumbivilcas y Espinar). <strong>La</strong> dinámica <strong>de</strong>l conflicto armado interno en las provincias<br />
altas se entrecruzó con los conflictos producidos <strong>de</strong>bido a la lucha por la tierra y al enfrentamiento <strong>de</strong> las<br />
fuerzas subversivas con las organizaciones campesinas y <strong>de</strong> la iglesia <strong>de</strong>l sur andino. <strong>La</strong>s fuerzas contrasub-<br />
TOMO IV PÁGINA 196