Sección Tercera: Los Escenarios de La Violencia - DHnet
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LA VIOLENCIA EN LAS REGIONES<br />
<strong>Los</strong> pobladores <strong>de</strong> Chupaca se enteraron <strong>de</strong> los hechos y Magnolio Casimir Huaricapcha viajó inmediatamente<br />
a la ciudad <strong>de</strong> Cerro <strong>de</strong> Pasco para comunicar, a través <strong>de</strong> la emisora Alturas, su renuncia al cargo <strong>de</strong><br />
alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong>l centro poblado menor <strong>de</strong> Chupaca. A pesar <strong>de</strong> ello, el 13 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1992 un contingente <strong>de</strong>l PCP-<br />
SL ingresó a Chupaca, lo <strong>de</strong>golló y asesinó también a Alberto Miranda Córdova y a Porfirio Fuero Anco.<br />
Convertidas en el blanco principal <strong>de</strong> la estrategia sen<strong>de</strong>rista, las autorida<strong>de</strong>s siguieron renunciando en<br />
las zonas rurales. Sin embargo hubo excepciones, como en Quiparacra, distrito <strong>de</strong> Huachón, don<strong>de</strong> a pesar <strong>de</strong><br />
las amenazas todas las autorida<strong>de</strong>s acordaron mantenerse en el cargo aunque les costara la vida. En venganza,<br />
en la madrugada <strong>de</strong>l 17 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1992 un contingente <strong>de</strong> militantes <strong>de</strong>l PCP-SL disfrazado con uniformes<br />
militares tomó Quiparacra y asesinó, en presencia <strong>de</strong> los pobladores, a Isabel Alcántara (regidora), Julián<br />
Alarcón Gonzales, Abrahán Cóndor Alarcón, Eloy Flores Anaya, Julio Jara Escobar, Cesáreo Rivera Gamarra y<br />
Alejandro Rivera Zarate.<br />
El final <strong>de</strong> las muertes (1993-2000)<br />
Dado que la violencia en esta región se inició en 1980, casi al mismo tiempo que en Ayacucho, las fuerzas <strong>de</strong>l<br />
or<strong>de</strong>n respondieron casi <strong>de</strong> inmediato a los incursiones <strong>de</strong>l PCP-SL, pero igual tuvieron que replegarse hacia<br />
centros poblados mayores. El repliegue inicial <strong>de</strong> la Policía fue contrarrestado, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1985, con el <strong>de</strong>spliegue<br />
<strong>de</strong> las bases militares. De manera general, las acciones militares tuvieron dos características principales: la<br />
primera, patrullajes intensos en Cerro <strong>de</strong> Pasco y en los distritos <strong>de</strong> las provincias <strong>de</strong> Pasco y Daniel Alci<strong>de</strong>s<br />
Carrión, y la segunda, el asentamiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>stacamentos en las zonas con fuerte presencia subversiva. A fines<br />
<strong>de</strong> 1989 e inicios <strong>de</strong> 1990, el Ejército empezó a promover la organización <strong>de</strong> los pobladores en rondas campesinas<br />
contrasubversivas, mientras que en la ciudad <strong>de</strong> Cerro <strong>de</strong> Pasco los rastrillajes se hicieron frecuentes.<br />
En aquellos años, algunas técnicas utilizadas en la lucha contrainsurgente fueron las mismas en todo el<br />
país, como se ejemplifica en Chinche Rabí. En ese poblado, en 1987 ingresó un grupo aproximado <strong>de</strong> cuarenta<br />
militantes <strong>de</strong>l PCP-SL, se dirigió a la casa <strong>de</strong> Hipólito Canchari y, una vez allí, or<strong>de</strong>nó que se preparase comida<br />
para todos. Hipólito Canchari Obli y su familia sacrificaron unos cuantos animales para alimentar a los<br />
recién llegados. El grupo <strong>de</strong> subversivos se retiró a las seis <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>. Tiempo <strong>de</strong>spués, un helicóptero <strong>de</strong>l<br />
Ejército aterrizó en un <strong>de</strong>scampado <strong>de</strong> Chinche Tingo, muy cerca <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> Hipólito Canchari. <strong>Los</strong> militares<br />
se <strong>de</strong>splazaron hacia su casa. Hipólito Canchari fue acusado <strong>de</strong> colaborar con los sen<strong>de</strong>ristas, y en medio<br />
<strong>de</strong> la tortura a la que fue sometido, confesó que se vio obligado a darles <strong>de</strong> comer. Ninguna explicación fue<br />
suficiente. En medio <strong>de</strong> los golpes, los militares le dijeron que <strong>de</strong>bía colaborar con el gobierno y no con los<br />
terroristas. <strong>La</strong>s torturas continuaron hasta que Hipólito murió. <strong>La</strong> patrulla militar se retiró <strong>de</strong>l lugar, luego <strong>de</strong><br />
advertir a los pobladores que correrían la misma suerte si continuaban apoyando al PCP-SL.<br />
Hacia 1987, con el <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> las acciones subversivas en las zonas altas, los pobladores volvieron a elegir<br />
a sus autorida<strong>de</strong>s a pesar <strong>de</strong> algunas incursiones <strong>de</strong> los contingentes <strong>de</strong>l PCP-SL, como la sucedida el 16 <strong>de</strong><br />
octubre <strong>de</strong> 1987 en Chinche Tingo, don<strong>de</strong> tres autorida<strong>de</strong>s locales recién elegidas fueron asesinadas.<br />
A la resistencia creciente <strong>de</strong> las comunida<strong>de</strong>s y pueblos se sumó la ampliación <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong>l Ejército.<br />
Así, en 1988 se instaló una base contrasubversiva en Tusi, luego <strong>de</strong> lo cual se redujeron las incursiones <strong>de</strong>l<br />
PCP-SL y las autorida<strong>de</strong>s locales pudieron ejercer sus funciones. En mayo <strong>de</strong> 1988, en el poblado <strong>de</strong> Pucurhuay,<br />
una patrulla militar enfrentó a un grupo <strong>de</strong> sen<strong>de</strong>ristas. En el fuego cruzado murieron un niño <strong>de</strong> dos<br />
años y otro <strong>de</strong> catorce, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> un colaborador local <strong>de</strong> los subversivos. En muchos poblados —y quizá en<br />
Pucurhuay especialmente— el apoyo ganado inicialmente por los subversivos se mantuvo <strong>de</strong>bido al ejercicio<br />
sistemático <strong>de</strong>l terror. Tiempo <strong>de</strong>spués, los militares instalaron en <strong>La</strong> Aurora una base contrasubversiva que<br />
se encargó <strong>de</strong> las incursiones en los centros poblados colindantes con Pucurhuay.<br />
<strong>Los</strong> militares instalados en Pucurhuay instaron a la población a organizarse para su protección. En pocos<br />
días, los pobladores conformaron el comité <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa civil (CDC) <strong>de</strong> Pucurhuay, nombraron una junta directiva<br />
y eligieron a <strong>La</strong>urentino Mendoza Janampa para que la presidiera. Meses <strong>de</strong>spués, el 29 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong><br />
1990, <strong>La</strong>urentino Mendoza murió asesinado <strong>de</strong> un tiro en la nuca en la ciudad <strong>de</strong> Cerro <strong>de</strong> Pasco.<br />
Pero la instalación <strong>de</strong> las rondas era <strong>de</strong>finitiva y marcó el viraje final en el ciclo <strong>de</strong> violencia en Pasco, junto<br />
con la instalación sostenida <strong>de</strong> bases contrasubversivas. Así, como ejemplo <strong>de</strong> estas idas y vueltas <strong>de</strong> la lucha<br />
TOMO IV PÁGINA 161