Sección Tercera: Los Escenarios de La Violencia - DHnet
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LA VIOLENCIA EN LAS REGIONES<br />
«batir el campo, levantar las masas», con el objetivo <strong>de</strong> que «una vez revuelto el campo, el campesino se ciegue<br />
y pueda hacer lo que el partido disponga» (Perú en el fin <strong>de</strong>l milenio, 282-300).<br />
En 1986 se empezó a generalizar la afirmación <strong>de</strong> que existía una alianza <strong>de</strong> la subversión con el narcotráfico.<br />
<strong>La</strong> noche <strong>de</strong>l 21 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1986, la población <strong>de</strong> Uchiza enfrentó a un <strong>de</strong>stacamento <strong>de</strong>l PCP-SL recién<br />
llegado <strong>de</strong> Paraíso, al que obligó a abandonar la ciudad. Éste fue el primer enfrentamiento que una población<br />
<strong>de</strong>l Alto Huallaga tuvo con los sen<strong>de</strong>ristas, pero al cabo <strong>de</strong> un año la figura se invirtió, pues el PCP-SL logró<br />
asumir el control <strong>de</strong> Uchiza y Tocache con el apoyo <strong>de</strong> los narcotraficantes. Así, Uchiza y Tocache pasaron a<br />
ser los principales bastiones <strong>de</strong>l PCP-SL, sin encontrar resistencia significativa en la población. Literalmente,<br />
el PCP-SL comenzó a gobernar la zona.<br />
En esta región, la presencia <strong>de</strong> la prensa nacional y extranjera fue esporádica y escasa, <strong>de</strong> igual forma que<br />
los organismos <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos, que sólo empezaron a actuar activamente a partir <strong>de</strong> 1992 como respuesta<br />
a la supuesta violación masiva <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la seguridad y la integridad física <strong>de</strong> los pobladores. El<br />
costo <strong>de</strong>l conflicto armado interno para el periodismo fue muy alto: cayeron asesinados por el PCP-SL Todd<br />
Smith, Guillermo López Salazar, Marino Meza, Orlando Carrera y Adolfo Isuiza.<br />
1986 marca el límite <strong>de</strong> la fase <strong>de</strong> inicio y expansión <strong>de</strong> la lucha armada. Ese año se registra el ataque y <strong>de</strong>strucción<br />
<strong>de</strong> la cooperativa El Porvenir y <strong>de</strong> la estación <strong>de</strong> Entel en Hermilio Valdizán, el asesinato <strong>de</strong> un agente<br />
municipal en Tocache, la toma <strong>de</strong> radio Marginal, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l asalto y <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> documentos en la municipalidad<br />
<strong>de</strong> Monzón, la ocupación por algunas horas <strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong> Nuevo Progreso y el incendio <strong>de</strong> su local<br />
municipal, el ataque al puesto policial <strong>de</strong> Uchiza —don<strong>de</strong> fallecieron cinco policías—, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l asesinato <strong>de</strong><br />
diez homosexuales y prostitutas en Aucayacu, y la más sangrienta, la emboscada a una patrulla <strong>de</strong> la UMOPAR,<br />
don<strong>de</strong> fallecieron siete policías y el fiscal provincial <strong>de</strong> Leoncio Prado, que formaba parte <strong>de</strong> la comitiva.<br />
Por otra parte, en 1986 el PCP-SL comenzó a organizar los comités <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r popular paralelo (CPPP) en<br />
pueblos mayores con presencia <strong>de</strong> fuerzas <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n, conocidos en el habla popular <strong>de</strong>l Huallaga como «las<br />
urbanas». <strong>La</strong> función <strong>de</strong> «las urbanas» era mantener una red <strong>de</strong> espionaje, <strong>de</strong>dicarse al cobro <strong>de</strong> impuestos o<br />
colaboraciones <strong>de</strong> comerciantes y al asesinato selectivo <strong>de</strong> «malos elementos».<br />
En 1986, los vuelos con droga alcanzaron frecuencias inéditas, pues <strong>de</strong>l aeropuerto municipal <strong>de</strong> Tocache<br />
—por mencionar un solo ejemplo— salían a veces hasta cuatro o cinco vuelos diarios. El narcotráfico estaba en<br />
pleno apogeo y la droga circulaba abiertamente.<br />
Generalización <strong>de</strong> la violencia: 1987-1992<br />
En la fase <strong>de</strong> generalización <strong>de</strong> la violencia, el PCP-SL ya tenía la posesión y el dominio <strong>de</strong> amplias zonas, con<br />
la conformación <strong>de</strong> cuadros, bases <strong>de</strong> apoyo, comités populares abiertos, compañías y columnas, lo que le<br />
permitió <strong>de</strong>sarrollar sus planes en la estrategia <strong>de</strong> «batir el campo» y propiciar con ello el levantamiento popular<br />
contra el po<strong>de</strong>r instituido, lo que en cierta medida logró entre 1989 y 1990. Entre mediados y fines <strong>de</strong> la<br />
década <strong>de</strong>l ochenta era casi imposible transitar entre Tingo María y Tocache sin ver al menos un muerto botado<br />
al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong>l camino, con o sin un letrero encima. En abril <strong>de</strong> 1987, el PCP-SL empezó a ampliar el control<br />
<strong>de</strong> cada pueblo y se <strong>de</strong>cidió a «liberar zonas», expulsando a la Policía <strong>de</strong> los lugares don<strong>de</strong> ésta se encontraba<br />
acuartelada. Resultaba fundamental para el PCP-SL imponer a los narcotraficantes la condición <strong>de</strong> disolver<br />
sus bandas <strong>de</strong> sicarios, conocidas como «pandillas». Inicialmente éstos se resistieron, por lo que una <strong>de</strong> ellas<br />
fue liquidada por el PCP-SL, que mató a trece <strong>de</strong> los dieciocho miembros <strong>de</strong> la banda <strong>de</strong> «Cejitas». <strong>Los</strong> cinco<br />
sobrevivientes se incorporaron al movimiento <strong>de</strong>l PCP-SL. No les quedaba alternativa. Se reafirmó así el control<br />
compartido <strong>de</strong>l PCP-SL sobre el comercio ilegal <strong>de</strong> la coca, en alianza con grupos <strong>de</strong> narcotraficantes.<br />
<strong>La</strong> primera incursión en Uchiza<br />
A las once <strong>de</strong> la noche <strong>de</strong>l 31 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1987, cerca <strong>de</strong> doscientos hombres <strong>de</strong>l PCP-SL atacaron el puesto policial<br />
<strong>de</strong> Uchiza, con un saldo <strong>de</strong> seis policías muertos y el local policial <strong>de</strong>struido por las llamas y la dinamita.<br />
Des<strong>de</strong> entonces, el país conoció algo que se sospechaba, pero que nadie se atrevía a sostener en público: el PCP-<br />
SL controlaba la zona, mientras que la población, simpatizante o aterrorizada, cumplía sus disposiciones.<br />
TOMO IV PÁGINA 261