Sección Tercera: Los Escenarios de La Violencia - DHnet
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El MRTA<br />
PRIMERA PARTE SECCIÓN TERCERA CAPÍTULO 1<br />
Es difícil precisar la real dimensión que alcanzó el MRTA en la región central, pero es innegable que, al igual<br />
que en el <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> San Martín, su presencia fue importante. El inicio <strong>de</strong> sus activida<strong>de</strong>s públicas en<br />
los últimos meses <strong>de</strong> 1984 se redujo a activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> propaganda y agitación armada: emban<strong>de</strong>ramientos en<br />
ciuda<strong>de</strong>s, pintas, difusión <strong>de</strong> mensajes en radioemisoras tomadas y distribución <strong>de</strong> víveres «expropiados» a<br />
gran<strong>de</strong>s distribuidores y luego repartidos en sectores empobrecidos <strong>de</strong> la ciudad. También se notaba la participación<br />
<strong>de</strong> sus militantes en los <strong>de</strong>bates y actos <strong>de</strong> protesta que se realizaban en la Universidad Nacional <strong>de</strong>l<br />
Centro, contrariamente a la actitud <strong>de</strong> los sen<strong>de</strong>ristas, quienes afirmaban que nada había para discutir y sólo<br />
cabía <strong>de</strong>finirse a favor o en contra <strong>de</strong> su propuesta <strong>de</strong> lucha armada ya en curso.<br />
En un segundo momento, a partir <strong>de</strong> 1987, los <strong>de</strong>stacamentos <strong>de</strong>l MRTA <strong>de</strong>sarrollaron acciones <strong>de</strong> hostigamiento<br />
en puestos policiales en el valle <strong>de</strong>l Mantaro (Concepción, San Jerónimo, Apata, Chupaca y otros) y<br />
en la selva central (Pichanaqui, Santa Ana). Estas activida<strong>de</strong>s constituían formas <strong>de</strong> preparación militar para<br />
acciones posteriores <strong>de</strong> mayor envergadura, a partir <strong>de</strong> columnas militares preparadas en lugares <strong>de</strong> entrenamiento<br />
ubicados en la selva central y en la quebrada <strong>de</strong> Pariahuanca entre 1984 y 1985.<br />
Anteriormente, entre 1983 y 1984, el MRTA había fracasado en su esfuerzo <strong>de</strong> formación <strong>de</strong> un frente militar<br />
en el Cusco. En esa experiencia participaron militantes <strong>de</strong> diferentes puntos <strong>de</strong>l país, como Antonio Meza<br />
Bravo, antiguo integrante <strong>de</strong> la guerrilla <strong>de</strong>l centro en 1965; José Porta Solano, joven estudiante <strong>de</strong> la UNCP, y<br />
Santiago Villaver<strong>de</strong> Segura, militante <strong>de</strong> larga data <strong>de</strong>l MIR, los tres participantes <strong>de</strong> la reunión fundacional<br />
<strong>de</strong>l MRTA. Luego <strong>de</strong>l fracaso <strong>de</strong>l Cusco, ellos retornaron a la región central para iniciar la construcción <strong>de</strong>l<br />
«Ejército Popular Tupacamarista» (EPT).<br />
Esta organización <strong>de</strong>fine dos tipos <strong>de</strong> escenarios para sus activida<strong>de</strong>s. En el primero dio prioridad al trabajo<br />
político <strong>de</strong> propaganda y agitación y el logro <strong>de</strong> influencia en gremios sindicales y populares y en asentamientos<br />
humanos, lugares don<strong>de</strong> repartían los víveres que tomaban. Más a<strong>de</strong>lante, entre 1988 y 1989, el<br />
MRTA libró una dura lucha con el PCP-SL para mantener estos espacios. El segundo escenario fue el campo;<br />
aquí replicaban en menor medida las preocupaciones urbanas, especialmente en gremios campesinos, centrando<br />
su atención en la formación <strong>de</strong> sus unida<strong>de</strong>s guerrilleras. Entre 1988 y 1989 se formaron dos columnas:<br />
una en la sierra y otra en la selva <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Junín. <strong>La</strong> columna <strong>de</strong> la sierra se <strong>de</strong>nominó «Sócrates<br />
Porta Solano», mientras que la <strong>de</strong> la selva se llamó «Miguel Pasache».<br />
En un inicio, los emerretistas ubicaron dos zonas estratégicas: la selva central, y especialmente la provincia<br />
<strong>de</strong> Chanchamayo, en Junín, con esporádicas incursiones hacia la provincia <strong>de</strong> Satipo, por un lado, y por<br />
otro los espacios geográficos fronterizos entre la sierra y la selva <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Junín, en distritos como<br />
Pariahuanca, Santo Domingo <strong>de</strong> Acobamba, Monobamba y Uchubamba. El MRTA también estuvo presente<br />
en algunas provincias y distritos <strong>de</strong> Junín y en la provincia <strong>de</strong> Oxapampa <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Pasco, con<br />
mejor armamento, y sin <strong>de</strong>struir u hostigar a las autorida<strong>de</strong>s locales y población tal como hacía el PCP-SL.<br />
El EPT era una estructura regular estable formada por los combatientes y por las milicias campesinas que<br />
se unían a ellos para operar y luego se <strong>de</strong>smovilizaban y continuaban su vida en sus comunida<strong>de</strong>s. Este Ejército<br />
alcanzó importantes niveles <strong>de</strong> convivencia con las poblaciones <strong>de</strong> la selva central, y sus combatientes<br />
siempre fueron campesinos.<br />
El <strong>de</strong>senvolvimiento <strong>de</strong>l MRTA en la región tuvo dos períodos marcados: la llamada «batalla <strong>de</strong> Molinos»,<br />
el 28 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1989, fue un hito en la historia regional <strong>de</strong>l MRTA que, a manera <strong>de</strong> parte aguas, dividió<br />
su historia en la región entre una primera etapa —1988-1989— en la cual la composición campesina y popular<br />
tuvo predominancia, y una segunda etapa en la cual el trabajo político y militar <strong>de</strong>sarrollado<br />
posteriormente le permitió sobrevivir hasta 1997.<br />
<strong>La</strong>s Fuerzas Armadas<br />
Como efecto inmediato <strong>de</strong> las primeras acciones subversivas durante 1980-1982, las instancias encargadas <strong>de</strong><br />
administrar justicia y brindar seguridad pública a la población, el Po<strong>de</strong>r Judicial y la Policía prácticamente<br />
abandonaron las zonas afectadas por la violencia política. En esas circunstancias, el gobierno <strong>de</strong> Fernando<br />
Belaun<strong>de</strong> (1980-1985) or<strong>de</strong>nó a las Fuerzas Armadas el restablecimiento <strong>de</strong> la seguridad y el or<strong>de</strong>n interno en<br />
TOMO IV PÁGINA 114