Sección Tercera: Los Escenarios de La Violencia - DHnet
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LA VIOLENCIA EN LAS REGIONES<br />
<strong>de</strong>s nativas. Era fundamental para su expansión no sólo captar dirigentes nativos sino «politizar» a los clanes<br />
familiares encabezados por el adulto mayor: «Al comienzo era así, iban <strong>de</strong> casa en casa» (Martín; Otika).<br />
Una pobladora <strong>de</strong> la comunidad colona <strong>de</strong> Selva <strong>de</strong> Oro, Río Tambo, recuerda que les hablaban <strong>de</strong> «su<br />
política» y les <strong>de</strong>cían que «el viejo po<strong>de</strong>r vamos a <strong>de</strong>saparecer, nuevo po<strong>de</strong>r vamos a aparecer» (331079). Otro<br />
poblador colono <strong>de</strong> la misma comunidad recuerda que los subversivos le dijeron: «Somos hijos <strong>de</strong>l pueblo,<br />
estamos luchando para tomar el po<strong>de</strong>r. Nos tienen que apoyar» (331089).<br />
Siguiendo el curso <strong>de</strong>l Ene, durante los años siguientes los subversivos abarcaron zonas ubicadas en los<br />
distritos <strong>de</strong> Pangoa, Mazamari y Río Tambo. Hacia 1988 habían logrado organizar numerosos comités populares<br />
y disponían <strong>de</strong> bases <strong>de</strong> apoyo en el valle <strong>de</strong>l Ene, lo que les permitió incursionar en Río Tambo, Pangoa<br />
y Mazamari. En Mazamari los subversivos asesinaron a algunas autorida<strong>de</strong>s, y en Río Tambo a personas consi<strong>de</strong>radas<br />
como <strong>de</strong>lincuentes. Un año <strong>de</strong>spués, en 1989, el PCP-SL controlaba todo el valle <strong>de</strong>l Ene, parte <strong>de</strong>l<br />
valle <strong>de</strong>l Tambo e importantes zonas <strong>de</strong> Mazamari y Pangoa.<br />
En otras palabras, los mandos <strong>de</strong>l PCP-SL en el Ene <strong>de</strong>cidieron poner en marcha su versión <strong>de</strong> un «nuevo<br />
Estado», pero al inicio no impusieron un control estricto sobre la vida cotidiana <strong>de</strong> la comunidad. Esta flexibilidad<br />
permitió que algunas familias inconformes salieran <strong>de</strong> su localidad para vivir en comunida<strong>de</strong>s vecinas,<br />
don<strong>de</strong> no había presencia <strong>de</strong>l PCP-SL.<br />
<strong>La</strong> leva <strong>de</strong> niños y jóvenes también comenzó, pero hay distintas versiones con respecto a la actitud <strong>de</strong> los<br />
niños que fueron llevados por el PCP-SL. <strong>Los</strong> hombres dicen que algunos fueron por propia voluntad y conscientes<br />
<strong>de</strong> los riesgos. «Ellos sabían que iban a pelear y fueron porque querían...» (entrevista grupal; Otika).<br />
<strong>La</strong>s mujeres dicen que no sabían que irían a luchar, que el PCP-SL les dijo que traerían ropas. Ellas creen que<br />
el PCP-SL los obligó a robar en los caminos y luego los mataron. «<strong>Los</strong> sen<strong>de</strong>ros nos dijeron que se los llevaban<br />
para que trajeran la ropa, pero no regresaron» (Ibí<strong>de</strong>m).<br />
En un inicio, la fuerza principal estaba integrada por pobladores colonos, pero a medida que se expandía<br />
la presencia <strong>de</strong>l PCP-SL a lo largo <strong>de</strong>l río Ene se fueron incorporando nativos asháninkas. El mando político<br />
<strong>de</strong> esta fuerza usualmente estaba a cargo <strong>de</strong> un colono o «civil», al igual que el mando militar. Ambos portaban<br />
armas <strong>de</strong> fuego (una pistola, un fusil o un revólver), a diferencia <strong>de</strong> los combatientes, que no siempre<br />
disponían <strong>de</strong> ellas. <strong>Los</strong> nativos a menudo sólo estaban armados con flechas y machetes.<br />
En 1988, ante el incremento sostenido <strong>de</strong> las acciones subversivas y la expansión territorial <strong>de</strong>l PCP-SL y<br />
el MRTA, el gobierno <strong>de</strong> Alan García <strong>de</strong>claró en estado <strong>de</strong> emergencia las provincias <strong>de</strong> Chanchamayo, Oxapampa<br />
y Satipo. Poco <strong>de</strong>spués hizo lo mismo en todo el <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Junín.<br />
Mientras el gobierno <strong>de</strong>cretaba estos estados <strong>de</strong> excepción, el PCP-SL instalaba sus comités en algunas<br />
comunida<strong>de</strong>s nativas, imponiendo normas <strong>de</strong> conducta que <strong>de</strong>bían ser respetadas: «No estropear los terrenos<br />
<strong>de</strong> cultivo; no maltratar las plantaciones; no pisarlas; cumplir con las tareas; hacer todo lo que le dicen y pi<strong>de</strong>n,<br />
<strong>de</strong> lo contrario habrá castigos; mantenerse aseados; amarrarse el cabello; tener la ropa limpia; cultivar<br />
arroz, frejol, maní, yuca, plátano, maíz».<br />
El mensaje central fue percibido casi como una utopía por los nativos:<br />
Le ha preguntado: Bien, qué es el partido. Le dijo [PCP-SL]: El partido hay más <strong>de</strong>sarrollo, vamos a tomar el po<strong>de</strong>r,<br />
vamos a tener nuestra tienda, vas a tener todo, vamos a comer gratis. Por eso le ha seguido, porque le han<br />
engañado, le han dicho vamos a tener carro, vamos ser millonarios, vamos a tener carro, y vas a ir en cada comunidad<br />
con tu carro. Por eso le ha seguido. <strong>La</strong> gente no sabía, inocentemente (ver estudio sobre asháninkas CVR).<br />
<strong>La</strong>s bases <strong>de</strong> apoyo estaban claramente organizadas en «pelotones», cada uno <strong>de</strong> los cuales estaba compuesto<br />
por los «mandos» y la «masa». <strong>Los</strong> mandos estaban compuestos por la dirección —jefe máximo <strong>de</strong>l<br />
pelotón—, el mando político —un hombre o mujer asháninka escogido por tener mayor grado <strong>de</strong> instrucción,<br />
generalmente comuneros capacitados, profesores o promotores con primaria completa o algún grado <strong>de</strong> secundaria—,<br />
el mando militar y el mando logístico.<br />
<strong>La</strong> «masa» estaba conformada por el conjunto <strong>de</strong> los miembros <strong>de</strong> la comunidad: ancianos, adultos y niños,<br />
entre varones y mujeres, que tenían como tarea barrer las casas, hacer letrinas, abrir y trabajar las chacras<br />
para el sustento <strong>de</strong> los mandos y el pelotón sembrando maíz, plátano y yuca.<br />
TOMO IV PÁGINA 179