Sección Tercera: Los Escenarios de La Violencia - DHnet
Sección Tercera: Los Escenarios de La Violencia - DHnet
Sección Tercera: Los Escenarios de La Violencia - DHnet
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
LA VIOLENCIA EN LAS REGIONES<br />
comerciantes para po<strong>de</strong>r robar víveres y <strong>de</strong>struyeron maquinarias y equipos, tal como sucedió en octubre <strong>de</strong><br />
1982 en Santo Tomás <strong>de</strong> Pata.<br />
Precisamente en respuesta a este atentado, a los pocos días los sinchis incursionaron por primera vez en la<br />
zona con el objetivo <strong>de</strong> buscar a la columna sen<strong>de</strong>rista. Durante la persecución, <strong>de</strong>tuvieron a cinco comuneros<br />
<strong>de</strong> Santo Tomás <strong>de</strong> Pata acusándolos <strong>de</strong> pertenecer al PCP-SL. Después <strong>de</strong> varios días <strong>de</strong> tortura, los comuneros<br />
fueron liberados al no encontrarse cargos en su contra.<br />
Según los testimonios recogidos, el PCP-SL privilegió las zonas altas <strong>de</strong>l distrito <strong>de</strong> Julcamarca y logró un<br />
importante asentamiento en las comunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Chincho, Santo Tomás <strong>de</strong> Pata y otras <strong>de</strong> Julcamarca, que<br />
casi colindan con el valle <strong>de</strong> Huanta, Ayacucho. Así, se pue<strong>de</strong> afirmar la existencia <strong>de</strong> un corredor que vinculaba<br />
la zona <strong>de</strong> Ayacucho –Huanta en particular– en plena ofensiva <strong>de</strong>l Ejército, con estas provincias huancavelicanas<br />
por don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>splazaban las fuerzas subversivas.<br />
En Angaraes resalta la presencia <strong>de</strong>l PCP-SL en el distrito <strong>de</strong> Santo Tomás <strong>de</strong> Pata, sobre todo en la comunidad<br />
<strong>de</strong> Cuticsa, que sufrió incursiones tanto <strong>de</strong>l PCP-SL como <strong>de</strong> las Fuerzas Armadas y Policiales. El pueblo <strong>de</strong><br />
Cuticsa –como tantos otros pueblos que <strong>de</strong>bieron vivir los años <strong>de</strong> violencia a salto <strong>de</strong> mata– fue, según los testimonios<br />
recogidos, engañado en dos oportunida<strong>de</strong>s: la primera por una columna <strong>de</strong>l PCP-SL que ingresó al<br />
pueblo haciéndose pasar por militares con el fin <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar a los yana umas para ejecutarlos previo «juicio<br />
popular», y la segunda por las patrullas militares, cuyas acciones <strong>de</strong>structivas, sumadas a las acciones sen<strong>de</strong>ristas,<br />
provocaron la migración <strong>de</strong> la población a Lircay –capital provincial–, a las ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Huamanga o Huancayo<br />
y a la selva. El pueblo quedó totalmente <strong>de</strong>spoblado: sólo se mantuvieron algunos ancianos.<br />
Al igual que Cuticsa, <strong>de</strong>staca el caso <strong>de</strong> la comunidad <strong>de</strong> Chacapunco, ubicada en el distrito <strong>de</strong> Anchonga,<br />
zona norte <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Angaraes. En Chacapunco, el PCP-SL logró una importante presencia e involucró<br />
a varios comuneros en sus filas. Tal como vimos en el caso <strong>de</strong> Cuticsa, los comuneros <strong>de</strong> Chacapunto manifiestan<br />
que fueron engañados por el PCP-SL y por miembros <strong>de</strong>l Ejército. De hecho, Chacapunco fue una <strong>de</strong><br />
las comunida<strong>de</strong>s más afectadas por las incursiones que realizaron en ella tanto las Fuerzas Armadas como el<br />
PCP-SL, que había logrado involucrar –voluntaria o involuntariamente– a un buen número <strong>de</strong> jóvenes y adultos<br />
comuneros <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sus filas. Esta situación hizo que, para las otras comunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l distrito, Chacapunto<br />
fuese consi<strong>de</strong>rada como «zona roja».<br />
Un tercer ejemplo en la larga lista <strong>de</strong> poblados que sufrieron con mayor intensidad el conflicto armado interno<br />
fue San Pablo <strong>de</strong> Occo. Según la información recopilada, el PCP-SL formó en Occo cuadros políticos<br />
pertenecientes a la comunidad, convertida en base <strong>de</strong> apoyo <strong>de</strong> las columnas sen<strong>de</strong>ristas. <strong>La</strong>s incursiones a la<br />
comunidad fueron <strong>de</strong>sarrolladas fundamentalmente por miembros <strong>de</strong>l Ejército y la Policía Nacional, y los<br />
enfrentamientos provocaron muertes, <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> pobladores, <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong>l tejido social comunal, <strong>de</strong> la<br />
base económica <strong>de</strong> la unidad familiar campesina por la muerte <strong>de</strong> animales, <strong>de</strong> cultivos, <strong>de</strong> viviendas y otros.<br />
Ingreso <strong>de</strong> las Fuerzas Armadas: 1983-1984<br />
Al igual que en Ayacucho, 1984 fue el año <strong>de</strong> mayor violencia en las provincias <strong>de</strong> Acobamba y Angaraes.<br />
Luego <strong>de</strong> constituirse el comando político militar en Ayacucho –bajo cuya jurisdicción quedaban estas provincias<br />
<strong>de</strong> Huancavelica– las fuerzas <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n empezaron a recorrer el campo en busca <strong>de</strong> los grupos <strong>de</strong>l<br />
PCP-SL y, según los partes oficiales, hubo diversos enfrentamientos que causaron en total 77 muertos en 1983<br />
y 160 en 1984. Angaraes fue la provincia más afectada.<br />
En agosto <strong>de</strong> 1983 se produjeron los primeros asesinatos a campesinos y fue dinamitado el local <strong>de</strong> juzgado<br />
en Acobamba, mientras que en la comunidad <strong>de</strong> Llamacancha los sen<strong>de</strong>ristas atentaron contra cinco viviendas<br />
y varios locales públicos. Ese año se intensificaron los asesinatos <strong>de</strong>l PCP-SL contra la población civil:<br />
el objetivo <strong>de</strong> «vaciar el po<strong>de</strong>r existente» en el campo se tradujo en la muerte <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los distritos y<br />
las comunida<strong>de</strong>s bajo la acusación <strong>de</strong> colaborar con las fuerzas <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n o, simplemente, por no haber hecho<br />
caso <strong>de</strong> las directivas y ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> los mandos sen<strong>de</strong>ristas. Campesinos, autorida<strong>de</strong>s y comerciantes fueron<br />
asesinados en Julcamarca, Lircay, Parcco y Acobamba.<br />
Quizá el evento más importante fue el registrado el 30 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1983 en Acobamba, cuando presuntos<br />
subversivos se enfrentaron con policías y <strong>de</strong>jaron como saldo más <strong>de</strong> veinte muertos y quince heridos,<br />
entre ellos cuatro policías. <strong>La</strong> mayoría <strong>de</strong> las víctimas era, según los testimonios, campesinos inocentes.<br />
TOMO IV PÁGINA 99