Sección Tercera: Los Escenarios de La Violencia - DHnet
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LA VIOLENCIA EN LAS REGIONES<br />
invasión fueron amenazados con membretes <strong>de</strong>l MRTA, y el PCP-SL asesinó al presunto aban<strong>de</strong>rado <strong>de</strong>l MRTA.<br />
Salvo por estos casos, se pue<strong>de</strong> afirmar que en las zonas altas e intermedias la presencia <strong>de</strong>l MRTA fue nula.<br />
Incursión <strong>de</strong> las fuerzas <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n y los grupos paramilitares<br />
<strong>Los</strong> ochenta y los noventa fueron, en general, un período difícil para los barrios marginales, golpeados no sólo<br />
por los grupos subversivos sino también por las fuerzas <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n. En los ochenta, la represión se manifestaba<br />
principalmente mediante batidas, lo que se acentuó en los noventa con operativos <strong>de</strong> rastrillaje. <strong>La</strong> presencia<br />
<strong>de</strong> las Fuerzas Policiales en el distrito era prácticamente inexistente. A mediados <strong>de</strong> los ochenta, apenas había<br />
comisarías en Canto Rey, Canto Gran<strong>de</strong>, <strong>La</strong> Huayrona y Zárate, que con el recru<strong>de</strong>cimiento <strong>de</strong> la violencia se<br />
refugiaron en sus muros, evitando salir en las noches. En esos años se ejecutaron asesinatos selectivos <strong>de</strong> policías<br />
en la vía pública. <strong>La</strong>s dos comisarías que había en la zona intermedia <strong>de</strong> Canto Gran<strong>de</strong> fueron varias veces<br />
atacadas y voladas, motivo por el cual se cerraron. En los noventa se instaló un local <strong>de</strong> la Policía Técnica<br />
que se hallaba más cerca <strong>de</strong> la zona baja que <strong>de</strong> la intermedia. <strong>Los</strong> pobladores afirman que la nula presencia<br />
policial permitió que las agrupaciones subversivas actuaran libremente en la zona, mediante marchas nocturnas,<br />
visitas a mercados, reparto <strong>de</strong> volantes e irrupciones armadas en las reuniones vecinales.<br />
En el proceso electoral <strong>de</strong> 1989-1990, Alan García perdió popularidad y su <strong>de</strong>sprestigio llegó a niveles críticos.<br />
Su popularidad cayó <strong>de</strong> 40%, en julio <strong>de</strong> 1988, hasta el 11.4%, en julio <strong>de</strong> 1989. Diversos sectores pidieron<br />
la renuncia <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte. A ello se sumó el avance <strong>de</strong> las acciones <strong>de</strong>l PCP-SL y el MRTA, tanto en la<br />
ciudad como en otras zonas <strong>de</strong>l país.<br />
Como resultado <strong>de</strong> este avance, se instalaron bases militares en Bayóvar, Juan Pablo II y, posteriormente,<br />
en Santa María. Es significativo que en Huáscar no se llegara a instalar una base militar, principalmente por la<br />
resistencia <strong>de</strong> la población.<br />
En 1990, antes <strong>de</strong> la instalación <strong>de</strong> bases militares en San Juan <strong>de</strong> Lurigancho, predominaban las «acciones<br />
cívicas», que no eran otra cosa activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> servicio a la población, como el reparto <strong>de</strong> víveres, corte <strong>de</strong> pelo<br />
y atención médica. Con el gobierno fujimorista, la ten<strong>de</strong>ncia represiva se acentuó, por ello nadie sabía si los<br />
asesinatos <strong>de</strong> dirigentes eran obra <strong>de</strong>l PCP-SL o <strong>de</strong>l gobierno. En las zonas altas <strong>de</strong> Canto Gran<strong>de</strong> (Motupe,<br />
Mariátegui, Montenegro, Bayóvar y Santa María), las patrullas <strong>de</strong>l Ejército aparecían <strong>de</strong> madrugada y, sin<br />
ningún comunicado, arremetían contra las casas <strong>de</strong> los pobladores. Si se trataba <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> un dirigente,<br />
éste era golpeado y acusado <strong>de</strong> subversivo. Llegaban con una relación, intervenían sus casas y, a menudo, se<br />
llevaban objetos <strong>de</strong> valor. Frente a estos abusos, en Huáscar se nombró una comisión contra los rastrillajes,<br />
pero su presi<strong>de</strong>nte fue encarcelado junto con otros dirigentes.<br />
En este contexto, el comando Rodrigo Franco —vinculado a personajes <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong>l Interior y <strong>de</strong> la<br />
Policía— comenzó a intensificar sus acciones. Muchos <strong>de</strong> sus actos fueron, precisamente, dirigidos contra los<br />
dirigentes opuestos al régimen. Así, a fines <strong>de</strong> 1989 se encubrieron los asesinatos <strong>de</strong> lí<strong>de</strong>res mineros en Canto<br />
Gran<strong>de</strong>, atribuyéndolos al PCP-SL cuando, en realidad, correspondían a ese grupo paramilitar. El asesinato <strong>de</strong><br />
Saúl Cantoral, presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Fe<strong>de</strong>ración Minera, a manos <strong>de</strong>l comando Rodrigo Franco en San Juan <strong>de</strong> Lurigancho,<br />
fue <strong>de</strong>nunciado por El Diario como una muestra <strong>de</strong>l genocidio <strong>de</strong>l gobierno aprista, aunque aludió<br />
principalmente a la matanza <strong>de</strong> los penales <strong>de</strong> 1986. <strong>Los</strong> sindicatos mineros, en respuesta a los asesinatos <strong>de</strong><br />
Cantoral, Consuelo García y Víctor López, convocaron a un paro <strong>de</strong> 24 horas, planteando la auto<strong>de</strong>fensa <strong>de</strong><br />
sus organizaciones. Pero, en general, el comando Rodrigo Franco mantuvo en la práctica poca presencia operativa<br />
en el distrito, realizando pintas o enviando amenazas a dirigentes barriales y autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> izquierda<br />
que <strong>de</strong>nunciaban la corrupción <strong>de</strong>l gobierno aprista y el programa <strong>de</strong>l PAIT.<br />
5.7. ZONA III: NORTE DE LIMA METROPOLITANA<br />
<strong>La</strong> zona norte <strong>de</strong> Lima Metropolitana está conformada por la mayoría <strong>de</strong> los distritos pertenecientes al Cono<br />
Norte: Comas, In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, Carabayllo, San Martín <strong>de</strong> Porres, <strong>Los</strong> Olivos, Callao, Puente Piedra, Ventanilla,<br />
Ancón y Santa Rosa, cuya población en 1990 representaba el 21% <strong>de</strong> la población <strong>de</strong>l área metropolitana..<br />
Para la comprensión <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> violencia política, se ha convenido en <strong>de</strong>stacar, a manera <strong>de</strong> ten<strong>de</strong>ncias,<br />
la evolución <strong>de</strong>mográfica y la heterogeneidad socioeconómica <strong>de</strong> los distritos <strong>de</strong> la zona. Luego se pre-<br />
TOMO IV PÁGINA 323