Sección Tercera: Los Escenarios de La Violencia - DHnet
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PRIMERA PARTE SECCIÓN TERCERA CAPÍTULO 1<br />
A raíz <strong>de</strong> ese ataque, el 15 <strong>de</strong> julio el gobierno <strong>de</strong>claró en emergencia la zona, encargando a las Fuerzas Policiales<br />
los operativos contrasubversivos. En un primer momento, la actuación <strong>de</strong> la Policía fue respetuosa <strong>de</strong> los<br />
<strong>de</strong>rechos ciudadanos, pues los interrogatorios se realizaban en presencia <strong>de</strong> un fiscal; no había ejecuciones masivas<br />
—como había sucedido en Ayacucho—, y la prensa podía hacer su trabajo con cierta tolerancia.<br />
Des<strong>de</strong> el día en que la Policía intervino primero en Tocache y luego en Uchiza, no se reconoció el crecimiento<br />
<strong>de</strong> la subversión; por el contrario, se responsabilizó <strong>de</strong> estos hechos al narcotráfico. <strong>Los</strong> narcotraficantes,<br />
sorprendidos, huyeron, mientras que el PCP-SL se mimetizó con la población y, en algunos casos, se replegó<br />
a zonas inaccesibles, don<strong>de</strong> su control era difícil y su seguridad mayor.<br />
<strong>La</strong> conversación obligada por esos años versaba sobre la presencia subversiva y el «gobierno» que ejercía:<br />
En las incursiones sen<strong>de</strong>ristas se enseñaban los ocho mandamientos <strong>de</strong> la revolución [...] El primero era fi<strong>de</strong>lidad<br />
al camarada presi<strong>de</strong>nte, el segundo, luchar por la revolución [...] No se podía convivir con las camaradas, una vez<br />
fueron ajusticiados dos camaradas-cumpas por no respetar este principio, relata [...] Había dos tipos <strong>de</strong> sen<strong>de</strong>ristas:<br />
unos pertenecían a una especie <strong>de</strong> comando político militar, era el que sentenciaba, el que castigaba, en realidad<br />
dirigía todo lo que había que hacer [...] <strong>Los</strong> otros eran los <strong>de</strong>legados a los que se encargaban tareas, esos también<br />
eran como comisarios [...] Todos cantaban «<strong>La</strong> internacional», hasta los niños, era obligación apren<strong>de</strong>rla, el<br />
himno <strong>de</strong> Sen<strong>de</strong>ro también el que no aprendía era castigado.<br />
Una vez le he preguntado a uno <strong>de</strong> los jefes <strong>de</strong> Tocache [<strong>de</strong> Sen<strong>de</strong>ro, se entien<strong>de</strong>] por qué había tantas mujeres.<br />
Me respondió que no se trata <strong>de</strong> cualquier mujer la que participa en la revolución, sino la mujer joven, porque<br />
mientras ella no se case y no tenga hijos, son mucho más insensibles y mucho más frías que los hombres y por eso<br />
están dispuestas a todo (Perú en el fin <strong>de</strong>l milenio, 282-299).<br />
Tocache: a sangre y fuego<br />
En marzo <strong>de</strong> 1987, la ciudad <strong>de</strong> Tocache estaba prácticamente tomada por los narcotraficantes y por el PCP-SL,<br />
quienes controlaban a la población y or<strong>de</strong>naban activida<strong>de</strong>s y faenas a las que todos <strong>de</strong>bían acudir. <strong>Los</strong> lí<strong>de</strong>res<br />
<strong>de</strong>l PCP-SL residían en la casa <strong>de</strong>l narcotraficante ‘Vampiro’ y, junto con él, <strong>de</strong>cidían la suerte <strong>de</strong> la población.<br />
Actuando en el marco <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> emergencia <strong>de</strong>cretado en la provincia <strong>de</strong> Leoncio Prado, en el distrito<br />
<strong>de</strong> Cholón, provincia <strong>de</strong> Marañón, y en las provincias <strong>de</strong> Tocache y Mariscal Cáceres, <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> San<br />
Martín, el 17 <strong>de</strong> julio se <strong>de</strong>sarrolló un gigantesco y espectacular operativo <strong>de</strong>nominado «Relámpago», con la<br />
participación <strong>de</strong> la Policía especializada, la Fuerza Aérea y el Ejército. Eran las once <strong>de</strong> la mañana cuando<br />
aparecieron helicópteros en los cielos <strong>de</strong> Tocache, <strong>de</strong> los cuales <strong>de</strong>scendieron militares fuertemente armados.<br />
«Era <strong>de</strong> película», recuerda el periodista Edwin Usuriaga, testigo <strong>de</strong> los hechos, pues en distintos lugares <strong>de</strong> la<br />
ciudad y alre<strong>de</strong>dores la gente huía, incluyendo los terroristas y narcotraficantes. «Lo <strong>de</strong>jaron todo, corrían por<br />
los montes» agrega el periodista, quien se encontraba en un local cercano a la plaza <strong>de</strong>l pueblo.<br />
No hubo represión contra el pueblo, y los militares ingresaron a viviendas previamente ubicadas por los<br />
servicios <strong>de</strong> inteligencia. Hubo cientos <strong>de</strong> capturas y se incautaron carros y motos, artefactos eléctricos y otros<br />
bienes <strong>de</strong> las casas que fueron abandonadas.<br />
Unida<strong>de</strong>s especiales <strong>de</strong> la Policía se instalaron tanto en Tocache como en Nuevo Progreso, y la presencia<br />
<strong>de</strong>l PCP-SL en estos centros urbanos se hizo clan<strong>de</strong>stina. Lo importante es que nunca volvería ninguna columna<br />
sen<strong>de</strong>rista a intentar una ocupación abierta <strong>de</strong> un centro urbano <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l Huallaga: ésa fue la primera<br />
y última vez que el PCP-SL ejerció un control abierto sobre la ciudad. El PCP-SL se concentró en la acumulación<br />
<strong>de</strong> fuerzas <strong>de</strong> todos sus «bolsones» rurales para lanzar ataques a centros urbanos por un máximo <strong>de</strong><br />
unas horas, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> salían con prisa antes <strong>de</strong> que llegaran las fuerzas contrasubversivas.<br />
A raíz <strong>de</strong>l operativo «Relámpago» y la fuga al campo <strong>de</strong> las firmas principales, Tocache <strong>de</strong>cayó como centro<br />
abierto <strong>de</strong> la droga y en su reemplazo surgió Sion. Sin embargo, Tocache siguió teniendo importancia <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong>l circuito <strong>de</strong>l narcotráfico, abasteciéndolo <strong>de</strong> insumos y manteniendo vuelos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el aeropuerto municipal,<br />
pero con menos frecuencia. Así, Tocache <strong>de</strong>jó su lugar a Uchiza, don<strong>de</strong> el narcotráfico se mantuvo en<br />
pleno apogeo y con una fuerza creciente hasta fines <strong>de</strong> la década <strong>de</strong>l ochenta.<br />
TOMO IV PÁGINA 262