09.05.2013 Views

Sección Tercera: Los Escenarios de La Violencia - DHnet

Sección Tercera: Los Escenarios de La Violencia - DHnet

Sección Tercera: Los Escenarios de La Violencia - DHnet

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

LA VIOLENCIA EN LAS REGIONES<br />

miembros <strong>de</strong> ese partido para seguir recibiendo sus beneficios. Aún así, Izquierda Unida dominó la política<br />

local en Villa El Salvador durante los años ochenta, estableciendo una suerte <strong>de</strong> hegemonía, pero una hegemonía<br />

en disputa.<br />

Fue en este contexto que el PCP-SL y el PAP comenzaron a actuar más intensamente en el distrito. El PCP-<br />

SL manipuló rivalida<strong>de</strong>s con astucia, forjando alianzas con algunos sectores <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la CUAVES, que veían<br />

a los otros sectores vinculados con la municipalidad con mucho recelo. Establecer una alianza con los «cuavistas»<br />

(a pesar <strong>de</strong> sus simpatías con el MRTA, otro grupo que el PCP-SL repudiaba por su «revisionismo») contra<br />

un enemigo común —los «revisionistas» <strong>de</strong> la municipalidad— permitiría al PCP-SL «agudizar las contradicciones<br />

principales» <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l distrito, <strong>de</strong>slegimitar a Izquierda Unida y <strong>de</strong>struir el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> ciudad<br />

alternativa que Villa El Salvador representaba para la izquierda legal peruana. Michel Azcueta, <strong>de</strong> Izquierda<br />

Unida —alcal<strong>de</strong> elegido en Villa El Salvador en 1983 y 1986—, li<strong>de</strong>ró la campaña para establecer a Villa El<br />

Salvador como distrito in<strong>de</strong>pendiente en 1983.<br />

<strong>La</strong> hegemonía <strong>de</strong> Izquierda Unida no terminó con el segundo período <strong>de</strong> Azcueta: Izquierda Unida ganó fácilmente<br />

las elecciones municipales en el distrito, en 1989. Johnny Rodríguez fue elegido como alcal<strong>de</strong>, y María<br />

Elena Moyano —ex presi<strong>de</strong>nta <strong>de</strong> la Fe<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> Mujeres— como teniente alcal<strong>de</strong>sa. Para esa época, la Izquierda<br />

Unida se había dividido, creando niveles adicionales <strong>de</strong> tensiones y conflictos en el distrito. A su vez, la<br />

situación nacional se había <strong>de</strong>teriorado seriamente. <strong>La</strong> hiperinflación <strong>de</strong> 1988-1990 diezmó los presupuestos<br />

estatales y municipales. Villa El Salvador seguía creciendo, pero la organización social ya no era suficiente para<br />

resolver los problemas <strong>de</strong> los habitantes <strong>de</strong> las nuevas invasiones en la periferia <strong>de</strong>l distrito, y el gobierno municipal<br />

carecía <strong>de</strong> recursos para respon<strong>de</strong>r a las <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> infraestructura básica en esas zonas.<br />

El <strong>de</strong>bilitamiento <strong>de</strong> los mecanismos tradicionales <strong>de</strong> representación <strong>de</strong> intereses, como los partidos políticos<br />

y los sindicatos, implicó que los sectores con menos recursos tuvieran menos posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> encontrar<br />

solución a sus problemas básicos. Si agregamos el <strong>de</strong>bilitamiento <strong>de</strong> la autoridad <strong>de</strong>l Estado y su repliegue en<br />

importantes zonas <strong>de</strong>l país, podremos enten<strong>de</strong>r cómo los grupos subversivos —en especial el PCP-SL— lograron<br />

actuar en Villa El Salvador, contra la predicción <strong>de</strong> muchos.<br />

<strong>La</strong> violencia política también jugó un papel importantísimo en ese sentido, ya que el miedo y el terror contribuyeron<br />

a disuadir a los pobladores <strong>de</strong> participar en política y/o en las organizaciones sociales. Por ello, es<br />

importante señalar el papel <strong>de</strong>l Estado: al no po<strong>de</strong>r asegurar condiciones mínimas <strong>de</strong> seguridad ciudadana, el<br />

Estado tuvo una responsabilidad particular en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> ese proceso. Indudablemente, las condiciones<br />

estructurales favorecieron el ingreso <strong>de</strong>l PCP-SL a la capital y su pase al llamado «equilibrio estratégico». Por su<br />

parte, el MRTA también tuvo presencia en Villa El Salvador. Sin embargo, se distinguía <strong>de</strong>l PCP-SL, tanto por su<br />

forma <strong>de</strong> relacionarse con las organizaciones populares y la izquierda electoral como por su metodología <strong>de</strong><br />

guerra. En primer lugar, el MRTA concebía su accionar como el brazo armado <strong>de</strong> la izquierda electoral, su <strong>de</strong>fensor<br />

y representante —aunque la izquierda no hubiera apoyado tal tesis—, y por tanto buscaba generar simpatía<br />

en el sector organizado <strong>de</strong> la población. En segundo lugar, los métodos <strong>de</strong>l MRTA (reparto <strong>de</strong> víveres, actos<br />

<strong>de</strong> propaganda armada, etcétera) no incluían el terror <strong>de</strong> asesinatos y atentados contra la infraestructura pública<br />

ni el acoso a los dirigentes y las organizaciones, aspectos centrales <strong>de</strong> la estrategia sen<strong>de</strong>rista<br />

Mientras el PCP-SL se concentró en las zonas rurales <strong>de</strong>l país durante buena parte <strong>de</strong> los años ochenta,<br />

hacia finales <strong>de</strong> esa década la organización maoísta realizó un viraje en su estrategia, incorporando a las ciuda<strong>de</strong>s<br />

—principalmente Lima— como un complemento a su estrategia rural. Según documentos <strong>de</strong>l PCP, la<br />

guerra popular prolongada en el campo se había <strong>de</strong>sarrollado a tal punto que ya era hora <strong>de</strong> preparar el terreno<br />

para la insurrección urbana que los llevaría a la toma <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r. Como ya hemos visto, un elemento<br />

clave sería controlar los enormes «pueblos jóvenes» que ro<strong>de</strong>aban la capital como un «cinturón <strong>de</strong> hierro» y<br />

albergaban casi a la mitad <strong>de</strong> su población.<br />

El PCP-SL comenzó su actuación en Villa El Salvador a inicios <strong>de</strong> los años ochenta <strong>de</strong> manera clan<strong>de</strong>stina<br />

y subterránea. En efecto, registramos un número relativamente pequeño <strong>de</strong> incursiones armadas en Villa El<br />

Salvador entre 1981 y 1986 dirigidas contra entida<strong>de</strong>s gubernamentales, la única comisaría <strong>de</strong>l distrito, los<br />

bancos y las torres <strong>de</strong> electricidad. El PCP-SL realizó ocasionales activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> agitación y propaganda, como<br />

la iluminación <strong>de</strong> inmensas fogatas con el símbolo <strong>de</strong> la hoz y el martillo en los cerros que ro<strong>de</strong>an el distrito.<br />

Reproduciendo su estrategia <strong>de</strong> circuito educativo, un pequeño núcleo <strong>de</strong> estudiantes sen<strong>de</strong>ristas <strong>de</strong> San Marcos<br />

organizó grupos <strong>de</strong> estudio en Villa El Salvador para reclutar nuevos militantes. Des<strong>de</strong> los colegios, el<br />

TOMO IV PÁGINA 331

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!