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Sección Tercera: Los Escenarios de La Violencia - DHnet

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LA VIOLENCIA EN LAS REGIONES<br />

nocido por la opinión pública el 3 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1991, cuando asesinó, en Barrios Altos, a dieciséis personas<br />

que participaban <strong>de</strong> una pollada, <strong>de</strong>jando a otras cuatro gravemente heridas.<br />

El incremento <strong>de</strong>sbordante <strong>de</strong> la acción subversiva fue uno <strong>de</strong> los factores <strong>de</strong>l elevado margen <strong>de</strong> aprobación<br />

al golpe <strong>de</strong> Estado <strong>de</strong>l 5 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1992, el mismo mes en el que, en un enfrentamiento en Raucana, murieron<br />

tres pobladores y Peter Cár<strong>de</strong>nas Schultz —uno <strong>de</strong> los lí<strong>de</strong>res <strong>de</strong>l MRTA— fue capturado. <strong>La</strong> polarización<br />

militar influyó en las matanzas <strong>de</strong>l penal <strong>de</strong> Canto Gran<strong>de</strong> y en el secuestro y <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> un profesor y<br />

nueve estudiantes <strong>de</strong> <strong>La</strong> Cantuta, ejecutados por el grupo Colina en julio <strong>de</strong> 1992 y conocido públicamente un<br />

año <strong>de</strong>spués. Señalemos que, el 9 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1992, una intervención policial <strong>de</strong>nominada «Mudanza uno» en<br />

los pabellones sen<strong>de</strong>ristas <strong>de</strong>l penal <strong>de</strong> Canto Gran<strong>de</strong> con motivo <strong>de</strong> trasladar a más <strong>de</strong> cien mujeres hacia la<br />

cárcel <strong>de</strong> Chorrillos originó el asesinato <strong>de</strong> 35 reclusos acusados por terrorismo, entre los cuales se encontraban<br />

Hugo Deodato Juárez Cruzatt, integrante <strong>de</strong>l buró político <strong>de</strong>l PCP-SL, y los responsables <strong>de</strong> Socorro Popular,<br />

Yovanka Pardavé Trujillo y Tito Valle Travesaño. Junto con esta represión sangrienta, el gobierno concibió normas<br />

que pretendían <strong>de</strong>sactivar a los grupos subversivos. Así, el 12 <strong>de</strong> mayo –cuando la matanza <strong>de</strong>l penal <strong>de</strong><br />

Canto Gran<strong>de</strong> aún repercutía en la opinión pública– promulgó la Ley <strong>de</strong> Arrepentimiento.<br />

En 1992, año particularmente violento, se registró más <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> los atentados subversivos en todo el<br />

país con el <strong>de</strong>spliegue <strong>de</strong> una oleada <strong>de</strong> acciones en la capital que buscaba garantizar los paros armados convocados<br />

por el PCP-SL. Tal vez el mayor impacto logrado por el PCP-SL en este período fue el estallido <strong>de</strong><br />

coches bombas en Lima, que llegaron a sumar un total <strong>de</strong> 46 entre 1991 y 1992. Aunque la mayoría estaban<br />

dirigidos contra comisarías o agencias bancarias como parte <strong>de</strong> una estrategia central en la escalada <strong>de</strong> violencia,<br />

particularmente impactantes fueron los que estallaron el 5 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1992 en la se<strong>de</strong> <strong>de</strong> Frecuencia <strong>La</strong>tina,<br />

que causó la muerte <strong>de</strong> tres trabajadores, y sobre todo, el <strong>de</strong>l 16 <strong>de</strong> julio en la calle Tarata, en pleno centro<br />

comercial <strong>de</strong> Miraflores, don<strong>de</strong> murieron 23 personas y más <strong>de</strong> cien quedaron heridas.<br />

El éxito mayor <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong> inteligencia policial <strong>de</strong>sembocó en la captura <strong>de</strong> dos dirigentes <strong>de</strong> las organizaciones<br />

subversivas ese mismo año: el 9 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1992 fue recapturado el dirigente <strong>de</strong>l MRTA Víctor<br />

Polay Campos, ‘camarada Rolando’, en San Borja, y el 12 <strong>de</strong> septiembre el GEIN <strong>de</strong> la Policía capturó a Abimael<br />

Guzmán y a una parte <strong>de</strong> la cúpula sen<strong>de</strong>rista.<br />

El final <strong>de</strong> la violencia: 1993-2000<br />

Estas capturas fueron quizá más <strong>de</strong>terminantes en la <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong> los grupos subversivos que las iniciativas <strong>de</strong> la<br />

sociedad civil <strong>de</strong> consolidar un frente por la paz, prácticamente <strong>de</strong>saparecidas en los noventa, con excepción <strong>de</strong><br />

la reacción frente a los atentados simultáneos que se <strong>de</strong>sarrollaron durante la escalada sen<strong>de</strong>rista <strong>de</strong> julio <strong>de</strong><br />

1992, que motivaron el 19 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1992 una marcha por la paz en Miraflores convocada por la municipalidad<br />

distrital y que contó con la presencia <strong>de</strong>l ministro <strong>de</strong> Economía, miembros <strong>de</strong>l Ejecutivo y ex parlamentarios. A<br />

pesar <strong>de</strong>l grado <strong>de</strong> vulnerabilidad <strong>de</strong> las organizaciones y las autorida<strong>de</strong>s periféricas frente a la violencia, las<br />

muertes y <strong>de</strong>tenciones no implicaron que el discurso <strong>de</strong> la pacificación se tornara hegemónico, algo que sólo<br />

ocurrió cuando las clases dirigentes y los resi<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> los distritos financieros resi<strong>de</strong>nciales <strong>de</strong>l centro capitalino<br />

se sintieron directamente agredidos. Como parte <strong>de</strong> las manifestaciones simbólicas, se consolidó una imagen que<br />

mostraba al PCP-SL como el enemigo que atacaba al corazón <strong>de</strong> la nación, imagen que se alimentaba <strong>de</strong>l prejuicio<br />

y <strong>de</strong> la indiferencia que durante años se manifestaron en el manejo <strong>de</strong> la información en los medios oficiales.<br />

Sin embargo, el repunte <strong>de</strong> la violencia en 1991 y 1992 coincidió con la simultánea <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong> la estrategia<br />

subversiva gracias a la captura <strong>de</strong> sus principales cuadros, como fue el caso <strong>de</strong> Abimael Guzmán y Víctor<br />

Polay. <strong>La</strong> resonancia política <strong>de</strong> estos hechos fue capitalizada por el gobierno fujimorista, que logró la reelección<br />

presi<strong>de</strong>ncial para el período 1995-2000 con un discurso que apelaba a la pacificación nacional frente a la<br />

amenaza <strong>de</strong> la violencia subversiva, que para entonces estaba notablemente replegada en el interior <strong>de</strong>l país.<br />

Des<strong>de</strong> 1993 po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir, siguiendo nuestra periodización, que hubo un <strong>de</strong>clive <strong>de</strong> las acciones subversivas<br />

en la capital como fruto <strong>de</strong> la captura <strong>de</strong> sus principales lí<strong>de</strong>res y, luego —en el caso <strong>de</strong>l PCP-SL— merced a la<br />

suscripción <strong>de</strong>l acuerdo <strong>de</strong> paz por sus principales lí<strong>de</strong>res presos. En efecto, en noviembre <strong>de</strong> 1993 se conoció<br />

la división surgida al interior <strong>de</strong>l PCP-SL entre los seguidores <strong>de</strong> Abimael Guzmán y su acuerdo <strong>de</strong> paz y los<br />

<strong>de</strong> ‘Feliciano’, que pretendían seguir <strong>de</strong>sarrollando la lucha armada. En diciembre, trescientos presos sen<strong>de</strong>ristas<br />

<strong>de</strong> Canto Gran<strong>de</strong> se adhirieron a las cartas <strong>de</strong> Abimael Guzmán.<br />

TOMO IV PÁGINA 341

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