Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel
Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel
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transcen<strong>de</strong>rse que va <strong>de</strong>l concepto al objeto;. Ahora bien, esta oposición es reversible,<br />
como pondrá <strong>de</strong> manifiesto precisamente <strong>la</strong> totalidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> Fenomenología. El objeto es<br />
objeto para <strong>la</strong> consciencia y el concepto es el saber <strong>de</strong> sí, <strong>la</strong> consciencia que el saber<br />
tiene <strong>de</strong> sí. Pero esta consciencia es más profunda <strong>de</strong> lo que el<strong>la</strong> misma se cree, puesto<br />
que es el<strong>la</strong> <strong>la</strong> que encuentra el objeto insuficiente, ina<strong>de</strong>cuado; y pue<strong>de</strong> también <strong>de</strong>cirse,<br />
e incluso más justamente, que es el objeto el que <strong>de</strong>be ser idéntico al concepto. En todo<br />
caso, es esta <strong>de</strong>sigualdad, presente en <strong>la</strong> propia consciencia común, lo que constituye el<br />
alma <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo fenomenológico y lo orienta inexorablemente hacia su fin. Hay,<br />
pues, una finalidad inmanente que entrevé el filósofo y que caracteriza todo este<br />
<strong>de</strong>sarrollo. Lo que caracteriza a <strong>la</strong> fenomenología con respecto a <strong>la</strong> ontología, a <strong>la</strong><br />
ciencia <strong>de</strong> lo Absoluto en sí y para sí que presentará ya <strong>la</strong> Lógica, es precisamente esa<br />
<strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia con su concepto, <strong>de</strong>sigualdad que no es otra cosa que <strong>la</strong><br />
exigencia <strong>de</strong> una perpetua transcen<strong>de</strong>ncia». 32<br />
Que esta exigencia representa el carácter mismo <strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia, lo que hace que <strong>la</strong><br />
consciencia no sea un ser-ahí <strong>de</strong>terminado, un ser natural si se quiere, parece c<strong>la</strong>ramente<br />
indicado en el texto siguiente: «Lo que está limitado a una vida natural no tiene por sí<br />
mismo el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> ir más allá <strong>de</strong> su ser-ahí inmediato, sino que es empujado más allá <strong>de</strong><br />
ese ser-ahí por otro, y este ser arrancado <strong>de</strong> su posición es su muerte. En cambio, <strong>la</strong><br />
consciencia es para sí su propio concepto...» 33 El Dasein, el ser-allí, no es más que lo<br />
que es, su concepto —para emplear <strong>la</strong> terminología hegeliana— está completamente<br />
fuera <strong>de</strong> él; el «Da-sein» pertenece, pues, a <strong>la</strong> Naturaleza. La traducción «ser-ahí», que<br />
correspon<strong>de</strong> a <strong>la</strong> significación etimológica, nos, parece, que tiene el mérito <strong>de</strong> <strong>de</strong>signar<br />
esta posición <strong>de</strong>l ser natural que no es más que un aquí y un ahora y que tiene fuera <strong>de</strong> sí<br />
otros «ahora» y otros «aquí». La negación <strong>de</strong>l ser-ahí, que <strong>de</strong>be producirse<br />
necesariamente en razón <strong>de</strong> su finitud es una negaren que le resulta extraña, que no se<br />
hal<strong>la</strong> en él por sí misma, Pero este no es él caso <strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia, que es su propio<br />
concepto, para sí misma, es <strong>de</strong>cir que es para el<strong>la</strong> misma <strong>la</strong> negación <strong>de</strong> sus termas<br />
limitadas o <strong>de</strong> su propia muerte, si se quiere. Mientras que <strong>la</strong> muerte es en <strong>la</strong> Naturaleza<br />
una negación externa, el espíritu lleva <strong>la</strong> muerte en él y da a aquél<strong>la</strong> su sentido positivo.<br />
Toda <strong>la</strong> Fenomenología será una meditación sobre esta muerte <strong>de</strong> que <strong>la</strong> consciencia es<br />
portadora y que lejos <strong>de</strong> ser exclusivamente negativa, el fin en <strong>la</strong> nada abstracta aparece,<br />
al contrario, como una Aufhebung, como una ascensión. <strong>Hegel</strong> lo dice expresamente en<br />
un texto <strong>de</strong> <strong>la</strong> Fenomenología a propósito <strong>de</strong> <strong>la</strong> lucha <strong>de</strong> <strong>la</strong>s autoconsciencias que se<br />
enfrentan en <strong>la</strong> vida natural: «Su operación es <strong>la</strong> negación abstracta, no <strong>la</strong> negación <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
consciencia que suprime <strong>de</strong> forma tal que conserva y retiene lo que ha suprimido; por<br />
eso mismo sobrevive al hecho <strong>de</strong> pasar a ser suprimida.» 34 Y, con respecto al espíritu<br />
ético, <strong>Hegel</strong> dirá <strong>de</strong>l culto a los muertos en <strong>la</strong> ciudad antigua que tiene por finalidad<br />
arrebatar <strong>la</strong> muerte a <strong>la</strong> Naturaleza para hacer <strong>de</strong> el<strong>la</strong> lo que es realmente para el<br />
hombre, una operación <strong>de</strong> <strong>la</strong> auto-consciencia.<br />
Así, pues, <strong>la</strong> muerte <strong>de</strong>l ser-ahí natural no es más que <strong>la</strong> negación abstracta <strong>de</strong> un<br />
término A, que es únicamente lo que es; en cambio, <strong>la</strong> muerte en <strong>la</strong> consciencia es un<br />
momento necesario por medio <strong>de</strong>l cual <strong>la</strong> consciencia sobrevive v se eleva a una forma<br />
nueva. Esa muerte es el comienzo <strong>de</strong> una nueva vida <strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia.» 35 Como <strong>la</strong><br />
32 Hay también diferencias en el Logos y un movimiento inmanente al Logos, una dialéctica <strong>de</strong> <strong>la</strong> Lógica<br />
diferente <strong>de</strong> su dialéctica fenomenológica; pero esas <strong>de</strong>ferencias <strong>de</strong>l Legos son diferencias «en el<br />
contenido mismo. (Sobre este problema particu<strong>la</strong>rmente <strong>de</strong>licado, cf. nuestro capítulo final:<br />
Fenomenlogía y Lógica.)<br />
33 Phénoménologie, I, p. 70 (Fenomenología, p. 55).<br />
34 Phénoménológíe, I, 160, Cf. igualmente el prólogo a <strong>la</strong> Fenomenolgía trad. francesa. I, p. 29).<br />
35 En su libro sobre El i<strong>de</strong>alismo alemán, Rover hab<strong>la</strong> <strong>de</strong> metempsicosis a propósito <strong>de</strong> ia sucesión <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />
figuras <strong>de</strong> ia fenomenología <strong>de</strong> <strong>Hegel</strong>.