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Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel

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sólo se alcanza a sí misma en el saber <strong>de</strong> sí. «La vida envía nuevamente a algo distinto<br />

<strong>de</strong> sí misma.» Así, pues, <strong>la</strong> vida es saber y, por consiguiente, saber <strong>de</strong> sí misma, puesto<br />

que en otro caso no sería el<strong>la</strong> misma. La verdad no está fuera <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, «es <strong>la</strong> luz que<br />

lleva en el<strong>la</strong> esta vida». Dicha luz es <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida que se reve<strong>la</strong> por y en <strong>la</strong> vida.<br />

La verdad tiene justamente su tierra natal en <strong>la</strong> autoconsciencia, don<strong>de</strong> al mismo tiempo<br />

<strong>de</strong>viene certeza <strong>de</strong> sí misma.<br />

b) Filosofía general <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida. La filosofía general <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida es el resultado <strong>de</strong> un<br />

doble movimiento: el que va <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> unidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida (natura naturans) a <strong>la</strong><br />

multiplicidad <strong>de</strong> <strong>la</strong>s formas vivientes o <strong>de</strong> <strong>la</strong>s diferencias (natura naturata) y el que<br />

parte <strong>de</strong> <strong>la</strong>s formas distintas para volver a encontrar en y por el<strong>la</strong>s esa misma unidad.<br />

Esos dos movimientos se confun<strong>de</strong>n en el proceso vital, <strong>de</strong> suerte que <strong>la</strong> escisión <strong>de</strong> lo<br />

uno es un proceso <strong>de</strong> unificación en el mismo sentido en que esta unificación es un<br />

proceso <strong>de</strong> escisión. La vida es así un <strong>de</strong>venir circu<strong>la</strong>r que se refleja en sí mismo y su<br />

reflexión verda<strong>de</strong>ra es su <strong>de</strong>venir para sí o «<strong>la</strong> emergencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> autoconsciencia», cuyo<br />

<strong>de</strong>sarrollo reproduce bajo una forma nueva el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida. La filosofía general<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> vida concilia el monismo y el pluralismo, constituye <strong>la</strong> síntesis <strong>de</strong>l reposo y <strong>de</strong>l<br />

movimiento. «La esencia es <strong>la</strong> infinitud como el ser suprimido <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s diferencias<br />

es el puro movimiento <strong>de</strong> rotación alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> su eje, el<strong>la</strong> misma en reposo como<br />

infinitud absolutamente inquieta.» 320 Es el sí mismo; y el sí mismo es lo que no pue<strong>de</strong><br />

oponerse realmente a un término distinto. Toda alteridad es en el médium <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida una<br />

alteridad provisional, <strong>la</strong> apariencia <strong>de</strong> un otro que se reduce inmediatamente a <strong>la</strong> unidad<br />

<strong>de</strong>l sí mismo. La vida es precisamente ese movimiento que reduce lo otro a sí mismo y<br />

vuelve a encontrarse en lo otro. Por eso <strong>Hegel</strong> dice <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida que es <strong>la</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<br />

(Selbstsandigkeit) 321 en <strong>la</strong> cual se disuelven <strong>la</strong>s diferencias <strong>de</strong>l movimiento. Y aña<strong>de</strong>:<br />

«Es <strong>la</strong> esencia simple <strong>de</strong>l tiempo que en esta igualdad consigo misma tiene <strong>la</strong> forma<br />

sólida y compacta <strong>de</strong>l espacio.» 322 En un primer momento tenemos <strong>la</strong> subsistencia <strong>de</strong> los<br />

seres distintos. El mundo finito, como viviente particu<strong>la</strong>r, se pone fuera <strong>de</strong> <strong>la</strong> sustancia<br />

universal, es <strong>de</strong>cir, se pone como si él mismo fuese infinito y excluye el todo <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida.<br />

Es justamente esta actividad <strong>de</strong>l ponerse para sí lo que falta en el monismo <strong>de</strong> Spinoza.<br />

El mundo finito aparece en él como una negación; sólo <strong>la</strong> sustancia infinita es<br />

afirmación absoluta. Pero si <strong>la</strong> sustancia infinita es lo que aparece en el modo finito,<br />

resulta indispensable que dicha afirmación absoluta se trasparente en él. Así, pues, se<br />

manifestará por el hecho <strong>de</strong> que esta individualidad distinta va a negarse a sí misma,<br />

será negación <strong>de</strong> su separación, <strong>de</strong> su negación, con lo cual volverá a dar origen a <strong>la</strong><br />

unidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida. El viviente particu<strong>la</strong>r «emerge en oposición a <strong>la</strong> sustancia universal,<br />

<strong>de</strong>saprueba una flui<strong>de</strong>z tal y <strong>la</strong> continuidad con esta sustancia, se afirma como no<br />

disuelto en este universal, se mantiene y se conserva más bien separándose <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

naturaleza inorgánica que es <strong>la</strong> suya y consumiéndo<strong>la</strong>». 323 Entonces <strong>la</strong> vida se convierte<br />

en el movimiento <strong>de</strong> esas figuras, pasa a ser <strong>la</strong> vida como proceso. Pero en este<br />

movimiento el viviente separado es él mismo una naturaleza inorgánica para él. Por ello<br />

«se consume a sí mismo, suprime su propia realidad inorgánica, se organiza en sí<br />

mismo». 324 La muerte, que parece venir <strong>de</strong> fuera como el resultado <strong>de</strong> una negación<br />

extranjera, como si fuera el universo el que suprimiera <strong>la</strong> individualidad viviente,<br />

320 Phénoménologie, I, p. 148 (Fenomenología p. 109)<br />

321 Señalemos que <strong>la</strong> traducción <strong>de</strong> «Selbstandigkeit» por «in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia» no da cuenta <strong>de</strong>l «Selbst». El<br />

sí mismo es in<strong>de</strong>pendiente porque se i<strong>de</strong>ntifica con lo otro, lo reduce a sí mismo. El médium <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida<br />

universal no es ya el médium inerte que habíamos <strong>de</strong>scubierto al principio, como primera forma <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

universalidad.<br />

322 Phénoménologie, I, p. 148. (Fenomenología, p. 109).<br />

323 Phénoménologie, I, p. 150 (Fenomenología, p. 110).<br />

324 Realphilosophie, ed. Hoffmeister, II, p. 116 (t. XX, ed. Lasson Hoffmeister).

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