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Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel

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objeto negativo, pero frente a él <strong>la</strong> consciencia está <strong>de</strong>terminada corno autoconsciencia.<br />

En otras pa<strong>la</strong>bras; <strong>la</strong> categoría que ha recorrido <strong>la</strong> forma <strong>de</strong>l ser en <strong>la</strong> observación es<br />

puesta ahora en <strong>la</strong> forma <strong>de</strong>l ser para sí; <strong>la</strong> consciencia ya no quiere encontrarse<br />

inmediatamente, sino autoproducirse por medio <strong>de</strong> su propia actividad. Es en sí misma<br />

el fin <strong>de</strong> su operación, mientras que en <strong>la</strong> observación sólo se ocupaba <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cosas.» 565<br />

Si en <strong>la</strong> fase prece<strong>de</strong>nte —<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> razón observante— <strong>la</strong> consciencia creía buscar <strong>la</strong><br />

cosa y en realidad se buscaba a sí misma, ahora ha tomado consciencia <strong>de</strong> su búsqueda,<br />

es para sí lo que antes sólo era para nosotros. Así, pues, ya no quiere encontrarse, sino<br />

hacerse. Su propia operación, que anteriormente era objeto nuestro, se ha convertido en<br />

objeto para el<strong>la</strong>. Por tanto, hemos pasado <strong>de</strong> <strong>la</strong> razón teórica a <strong>la</strong> razón práctica, <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

razón en el elemento <strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia a <strong>la</strong> razón en el elemento <strong>de</strong> <strong>la</strong> autoconsciencia.<br />

Ese tránsito pue<strong>de</strong> parecer bastante artificial en sus <strong>de</strong>talles. ¿Por qué, para mostrar que<br />

«en realidad el ser no es <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong>l espíritu», <strong>Hegel</strong> utiliza <strong>la</strong> fenología en vez <strong>de</strong>, por<br />

ejemplo, el materialismo francés <strong>de</strong> <strong>la</strong> época, al que concedía cierto espacio en el escrito<br />

sobre <strong>la</strong> Diferencia entre los sistemas <strong>de</strong> Fichte y <strong>de</strong> Schelling? 566 Hay que confesar que<br />

en este punto, como en otros, el comentarista se siente un tanto molesto a <strong>la</strong> hora <strong>de</strong><br />

justificar <strong>la</strong>s elecciones operadas por el autor <strong>de</strong> <strong>la</strong> Fenomenología en <strong>la</strong>s diversas<br />

experiencias <strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia. Con todo, lo importante es seña<strong>la</strong>r que <strong>la</strong>s transiciones<br />

tienen un sentido justamente para nosotros, para el filósofo, por cuanto que lo esencial<br />

no es tanto <strong>la</strong> experiencia singu<strong>la</strong>r; elegida en virtud <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>raciones <strong>de</strong> actualidad,<br />

como <strong>la</strong> significación general que aquél<strong>la</strong> presenta. El propio <strong>Hegel</strong> se da cuenta <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

dificulta<strong>de</strong>s, que p<strong>la</strong>ntea el seguir los meandros <strong>de</strong> su <strong>de</strong>sarrollo, j y se da cuenta hasta<br />

el punto <strong>de</strong> que constantemente siente <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> proporcionarnos justificaciones<br />

retrospectivas y <strong>de</strong> repetir el curso <strong>de</strong>l pensamiento. Sea <strong>de</strong> ello lo que fuere, el pensamiento<br />

es c<strong>la</strong>ro si nos atenemos sólo al conjunto; <strong>la</strong> razón observante ha encontrado el<br />

sí mismo como ser o como cosa, lo cual estaba presupuesto en sus propios pasos. Por<br />

eso, se <strong>de</strong>sp<strong>la</strong>za <strong>de</strong> está posición <strong>de</strong> sí misma que es una autonegación, para convertirse<br />

en razón activa. A su vez, esa razón activa se mostrará parcial y nos obligará a tomar en<br />

consi<strong>de</strong>ración una nueva síntesis, <strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> individualidad que reconciliará el en sí y el<br />

para sí, el ser y <strong>la</strong> negación <strong>de</strong>l ser en <strong>la</strong> operación efectiva. La verdad <strong>de</strong> esta<br />

individualidad operante será el espíritu objetivo con lo que, una vez más, entramos en<br />

un nuevo campo <strong>de</strong> <strong>la</strong> experiencia.<br />

Tras el intento <strong>de</strong> justificar el paso <strong>de</strong> <strong>la</strong> observación a <strong>la</strong> acción, <strong>de</strong> <strong>la</strong> razón que<br />

conoce el sí mismo como ser a <strong>la</strong> razón que se produce a sí misma por <strong>la</strong> negación <strong>de</strong><br />

ese ser ajeno, 567 tenemos que consi<strong>de</strong>rar ahora <strong>la</strong>s experiencias particu<strong>la</strong>res elegidas por<br />

<strong>Hegel</strong> para expresar el proceso <strong>de</strong> <strong>la</strong> razón activa, Anotemos en primer lugar que esta<br />

razón todavía es individual. Está c<strong>la</strong>ro que es universal en sí en tanto que razón, pero<br />

pertenece a una individualidad, todavía no es «<strong>la</strong> razón que es el<strong>la</strong> misma un mundo» o<br />

<strong>la</strong> razón que es espíritu; es <strong>la</strong> razón <strong>de</strong> <strong>la</strong> individualidad singu<strong>la</strong>r y como tal se <strong>la</strong> estudia<br />

en <strong>la</strong> parte <strong>de</strong> <strong>la</strong> Fenomenología intitu<strong>la</strong>da «La razón». «La razón es <strong>la</strong> certeza <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

consciencia <strong>de</strong> ser toda realidad», pero no es todavía <strong>la</strong> verdad convertida en certeza <strong>de</strong><br />

sí misma. El mundo —pues tal c el nombre que en lo sucesivo va a correspon<strong>de</strong>r a su<br />

objeto— es su mundo; se encuentra en él o se produce en él, pero <strong>la</strong> propia razón<br />

todavía no es este mundo para sí misma. La razón es, si se quiere, universal sub-<br />

565 Phénoménologie, I, p. 285. (Fenomenología, p. 206).<br />

566 HEGEL, S. Werke, ed. Lasson, I, pp. 96-97.<br />

567 Este «ser ajeno» ya no es ajeno como lo era en el estadio <strong>de</strong> <strong>la</strong> simple autoconsciencia, estadio<br />

superado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace tiempo; es ajeno sólo en tanto que inmediato, pero <strong>la</strong> autoconsciencia racional sabe<br />

que lo inmediato es pura apariencia que hay que superar: «Es una certeza para <strong>la</strong> cual lo inmediato en<br />

general tiene <strong>la</strong> forma <strong>de</strong> algo suprimido, <strong>de</strong> manera que su objetividad sólo tiene vali<strong>de</strong>z ahora como una<br />

capa superficial cuyo interior y cuya esencia es <strong>la</strong> propia autoconsciencia.» (El subrayado es nuestro.)

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