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Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel

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consciencia es su propio concepto para sí, se transcien<strong>de</strong> sin cesar y <strong>la</strong> muerte <strong>de</strong> lo que<br />

el<strong>la</strong> consi<strong>de</strong>raba su verdad es <strong>la</strong> aparición <strong>de</strong> una verdad nueva: «La consciencia sufre,<br />

por tanto, una violencia que proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> si misma, violencia por <strong>la</strong> cual se echa a per<strong>de</strong>r<br />

toda satisfacción limitada.» 36 . Esta angustia que posee a <strong>la</strong> consciencia humana y <strong>la</strong><br />

empuja siempre hacia a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte hasta que <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser una consciencia humana, un<br />

entendimiento humano cómo ocurría en Kant, pero que afecta al saber absoluto que al<br />

mismo tiempo que saber <strong>de</strong>l objeto es autosaber y al mismo tiempo que auto-saber es<br />

saber <strong>de</strong>l objeto, no representa so<strong>la</strong>mente, como ya hemos seña<strong>la</strong>do, una angustia en el<br />

or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l conocimiento, sino angustia existencial como tien<strong>de</strong> a probar toda <strong>la</strong><br />

Fenomenología. «Pero esta angustia no pue<strong>de</strong> sosegarse; en vano quiere fijarse en una<br />

inercia sin pensamiento: en ese caso el pensamiento quebrantará <strong>la</strong> ausencia <strong>de</strong><br />

pensamiento y su inquietud alterará esta inercia; en vano se aferra a una cierta forma <strong>de</strong><br />

sentimentalidad que asegura que todo es bueno en su especie: esta seguridad sufrirá<br />

igualmente violencia <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> <strong>la</strong> razón, <strong>la</strong> cual no encuentra nada bueno,<br />

precisamente por tratarse <strong>de</strong> una especie 37 . Se ha seña<strong>la</strong>do con frecuencia que <strong>la</strong><br />

Fenomenología no es tanto una reducción <strong>de</strong> <strong>la</strong> experiencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia<br />

a términos lógicos como una <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> esa misma vida que cobra una cierta forma<br />

lógica. 38 Vemos cómo es interpretada <strong>la</strong> negación en esta introducción y cómo queda<br />

asimi<strong>la</strong>da a lo que es <strong>la</strong> muerte en <strong>la</strong> vida humana. Por lo <strong>de</strong>más, <strong>la</strong> dialéctica se <strong>de</strong>fine<br />

en <strong>la</strong> introducción como <strong>la</strong> experiencia misma <strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia.<br />

III. La técnica <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo fenomenológico. Este es precisamente el último punto<br />

que nos falta examinar. ¿Cuál es el método <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo? Fichte, en <strong>la</strong> <strong>de</strong>ducción <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

representación, y Schelling en el sistema <strong>de</strong>l i<strong>de</strong>alismo transcen<strong>de</strong>ntal, habían seña<strong>la</strong>do<br />

ya un proceso <strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia que <strong>la</strong> conduce al saber filosófico, al autosaber.<br />

Schelling, que en este punto sigue a Fichte, <strong>de</strong>fine el i<strong>de</strong>alismo trascen<strong>de</strong>ntal en los<br />

siguientes términos: «Si para <strong>la</strong> filosofía transcen<strong>de</strong>ntal lo subjetivo tiene sólo una<br />

realidad primera, no se ocupará inmediatamente más que <strong>de</strong> lo subjetivo en el saber, lo<br />

cual va a constituir su objeto. Lo objetivo sólo indirectamente pasará a ser objeto para<br />

él, mientras que en el saber común el saber mismo (el acto <strong>de</strong>l saber) <strong>de</strong>saparece ante el<br />

objeto, recíprocamente, el objeto <strong>de</strong>saparecerá en tanto que objeto y no quedará más que<br />

el acto por medio <strong>de</strong>l cual se opera el saber. El saber transcen<strong>de</strong>ntal es, por tanto, un<br />

saber <strong>de</strong>l saber en cuanto que es puramente subjetivo.» 39 Es el saber <strong>de</strong>l saber (<strong>la</strong><br />

autoconsciencia), presupuesta en principio por el filósofo, lo que <strong>la</strong> consciencia común<br />

<strong>de</strong>be hal<strong>la</strong>r <strong>de</strong> nuevo al término <strong>de</strong> su <strong>de</strong>sarrollo. Lo mismo ocurre también en Fichte,<br />

por lo que —esto es característico <strong>de</strong> su i<strong>de</strong>alismo subjetivo— el yo continúa ocupado<br />

consigo mismo. Si <strong>la</strong> consciencia común se pier<strong>de</strong> en su objeto, <strong>de</strong>berá sentir<br />

que siente, se sentirá a si misma, se intuirá en <strong>la</strong> intuición, se sabrá en su representación.<br />

Así es como llega a ser para sí lo que es en sí, es <strong>de</strong>cir, lo que es para el filósofo, y el<br />

saber <strong>de</strong>l saber en tanto que puramente subjetivo es c<strong>la</strong>ramente el término <strong>de</strong> su<br />

evolución. La consciencia reflexiona siempre sobre sí misma, se encuentra a si misma<br />

en el objeto que creía encontrar, pero <strong>de</strong> esta manera el mundo —o <strong>la</strong> <strong>de</strong>nominación que<br />

quiera darse a ese otro término <strong>la</strong> consciencia— <strong>de</strong>saparece. La reflexión es siempre una<br />

reflexión sobre sí, únicamente pue<strong>de</strong> hal<strong>la</strong>r el yo en su ari<strong>de</strong>z. 40 Pero el i<strong>de</strong>alismo<br />

36 Phénoménologie, I, p. 71 (Fenomenología, p. 56).<br />

37 Phénoménologie, I, p. 71 (Fenomenología, p. 56).<br />

38 Por ejemplo Royce (Lectures of mo<strong>de</strong>rn i<strong>de</strong>alism); Glockner cuando opone “pantragismo y<br />

panlogismo” <strong>de</strong> <strong>Hegel</strong> en su <strong>Hegel</strong>; N. Hartmann en su Teoría <strong>de</strong> una dialéctica <strong>de</strong> lo real en <strong>Hegel</strong> (op.<br />

Cit. p. 155), etc..<br />

39 Schelling, S., Werke, III, p. 345.<br />

40 La expresión es <strong>de</strong> <strong>Hegel</strong> (Phénoménologie, I, p. 72).

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