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Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel

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eflexionar, al comparar el saber con un instrumento o con un medio a través <strong>de</strong>l cuál<br />

nos llegaría <strong>la</strong> verdad. Pero tales representaciones conducen en línea recta a un<br />

re<strong>la</strong>tivismo. Si el saber es un instrumento, modifica el objeto a conocer y no nos lo<br />

presenta en su pureza; si es un medio, tampoco nos transmite <strong>la</strong> verdad sin alterar<strong>la</strong> <strong>de</strong><br />

acuerdo con <strong>la</strong> propia naturaleza <strong>de</strong>l medio interpuesto. Sólo que probablemente lo fa<strong>la</strong>z<br />

es esa misma representación natural; en cualquier caso se basa en ama serie <strong>de</strong><br />

presupuestos <strong>de</strong> los que conviene <strong>de</strong>sconfiar. Si el saber es un instrumento, ello supone<br />

que el sujeto <strong>de</strong>l saber y su objeto se hal<strong>la</strong>n separados; por consiguiente, lo Absoluto<br />

sería distinto <strong>de</strong>l conocimiento: ni lo Absoluto podría ser saber <strong>de</strong> sí mismo, ni el saber<br />

podría ser saber <strong>de</strong> lo Absoluto. 8 Contra tales presupuestos <strong>la</strong> existencia misma <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

ciencia filosófica, que conoce efectivamente, es ya una afirmación. Sin embargo, esta<br />

afirmación no podría bastar porque <strong>de</strong>ja al margen <strong>la</strong> afirmación <strong>de</strong> otro saber; es<br />

precisamente esta dualidad lo que reconocía Schelling cuando oponía en el Bruno el<br />

saber fenoménico y el saber absoluto, pero no mostraba los <strong>la</strong>zos entre lo uno y lo otro.<br />

Una vez p<strong>la</strong>nteado el saber absoluto no se ve cómo es posible en él el saber fenoménico,<br />

y el saber fenoménico por su parte queda igualmente cortado <strong>de</strong>l saber absoluto. 9 En<br />

cambio, <strong>Hegel</strong> vuelve al saber fenoménico, es <strong>de</strong>cir, al saber <strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia común, y<br />

preten<strong>de</strong> mostrar cómo aquél conduce necesariamente al saber absoluto, o también que<br />

él mismo es un saber absoluto que todavía no se sabe como tal. Pero eso implica,<br />

naturalmente, un retorno al punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia, punto <strong>de</strong> vista que era el<br />

que mantenían Kant y Fichte. <strong>Hegel</strong>, que había criticado anteriormente toda<br />

propedéutica, insiste ahora sobre <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> situarse en <strong>la</strong> perspectiva <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

consciencia natural y <strong>de</strong> llevar<strong>la</strong> progresivamente al saber filosófico. Imposible<br />

comenzar por el saber absoluto. En el prólogo insistirá nuevamente sobre este punto.<br />

«En cuanto que <strong>la</strong> conciencia natural se confía inmediatamente a <strong>la</strong> ciencia, tenemos un<br />

nuevo intento <strong>de</strong> andar <strong>de</strong> cabeza, cosa que hace sin saber lo que <strong>la</strong> impulsa a ello» 10 . De<br />

esta manera se le impone una violencia no necesaria y <strong>la</strong> ciencia por su parte parece<br />

situarse más allá <strong>de</strong> <strong>la</strong> autoconsciencia. No hay ninguna duda <strong>de</strong> que <strong>la</strong> crítica <strong>de</strong> <strong>Hegel</strong><br />

apunta en este caso a Sehelling. No es posible empezar bruscamente por el saber<br />

absoluto, rechazando <strong>la</strong>s diferentes posiciones y sin querer saber nada <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s.<br />

Así, pues, hay que adoptar, como Kant y Fichte, el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia,<br />

estudiar el saber propio <strong>de</strong> esta consciencia que supone <strong>la</strong> distinción <strong>de</strong> sujeto y objeto.<br />

El saber absoluto no queda abandonado, sino que será el término <strong>de</strong> un <strong>de</strong>sarrollo propio<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia que aquí ocupa el lugar <strong>de</strong> <strong>la</strong> filosofía crítica. Pero al regresar al<br />

punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia, a una especie <strong>de</strong> teoría <strong>de</strong>l conocimiento, <strong>Hegel</strong> no se<br />

limita a añadir una propedéutica al saber absoluto <strong>de</strong> Schelling; modifica <strong>la</strong> concepción<br />

misma <strong>de</strong> ese saber y <strong>de</strong> ese Absoluto. Lo Absoluto no será ya en su filosofía so<strong>la</strong>mente<br />

substancia, sino también sujeto. No hay otra manera <strong>de</strong> superar el spinozismo <strong>de</strong><br />

Schelling que volver al subjetivismo <strong>de</strong> Kant y <strong>de</strong> Fichte. Lo Absoluto no estará ya entonces<br />

por encima <strong>de</strong> todo saber, será saber <strong>de</strong> sí mismo en el saber <strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia. El<br />

saber fenoménico será el saber progresivo que lo Absoluto tiene <strong>de</strong> sí mismo. La<br />

manifestación o el fenómeno que es para <strong>la</strong> consciencia no serán, por tanto, extraños a<br />

<strong>la</strong> esencia, serán <strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> ésta. Inversamente, <strong>la</strong> consciencia <strong>de</strong>l fenómeno se<br />

elevará a <strong>la</strong> consciencia <strong>de</strong>l saber absoluto. Absoluto y reflexión no seguirán separados,<br />

8 Phénoménologie, I, pp. 66-67 (Fenomenología, pp. 51-52).<br />

9 SCHELLING, S. Werke (referencia a <strong>la</strong> edición <strong>de</strong> <strong>la</strong>s Obras <strong>de</strong> 1856). El Absoluto <strong>de</strong> Schelling<br />

sobrepasa todo saber y toda consciencia; es <strong>la</strong> We<strong>de</strong>r-Noch aller Gegensätze (IV, 246). Sobre el saber<br />

absoluto, cf. IV, 326. El problema difícil es el <strong>de</strong> <strong>la</strong> posibilidad <strong>de</strong> una separación; <strong>la</strong> «Heraustreten aus<br />

<strong>de</strong>m Ewigen», <strong>la</strong> salida <strong>de</strong> lo eterno sobre lo cual reposa <strong>la</strong> consciencia.<br />

10 Phénoménologie, I. p. 24 (Fenomenología, p. 20).

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