14.05.2013 Views

Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel

Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel

Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

se expresa como gravedad.<br />

La universalidad sensible es el signo <strong>de</strong> una necesidad que <strong>la</strong> razón saca también <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> experiencia. En lugar <strong>de</strong> observar pura y simplemente, experimenta, es <strong>de</strong>cir,<br />

«purifica <strong>la</strong> ley y sus momentos para elevarlos a <strong>la</strong> forma conceptual». 489 En principio<br />

<strong>la</strong> electricidad positiva se manifiesta como propiedad <strong>de</strong> ciertos cuerpos y <strong>la</strong><br />

electricidad negativa como propiedad <strong>de</strong> otros cuerpos. Gracias a <strong>la</strong>s experiencias, que<br />

aparentemente hun<strong>de</strong>n más al concepto en lo sensible, los momentos <strong>de</strong> <strong>la</strong> ley pier<strong>de</strong>n<br />

su adherencia a un ser ahí particu<strong>la</strong>r; se convierten en lo que <strong>la</strong> física <strong>de</strong> <strong>la</strong> época <strong>de</strong><br />

<strong>Hegel</strong> l<strong>la</strong>maba materias (calor, electricidad, etc.), pier<strong>de</strong>n su corporeidad sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong><br />

estar presentes. Así, <strong>la</strong> pura ley se libera <strong>de</strong> lo sensible que <strong>la</strong> experimentación ha<br />

transformado. Dicha experimentación es como una concepción sensible, una<br />

e<strong>la</strong>boración <strong>de</strong> lo sensible que reve<strong>la</strong> en él <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong>l concepto; levanta el<br />

concepto que estaba hundido en el ser y le hace aparecer como lo que es, no como el<br />

universal estático <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong>scripción o <strong>de</strong> <strong>la</strong> c<strong>la</strong>sificación, sino como el dinamismo <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

Naturaleza. Con todo, este concepto es concepto, o sea, re<strong>la</strong>ción, pero también unidad,<br />

retorno a sí mismo a partir <strong>de</strong>l ser otro; y es justamente esta unidad en <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción <strong>la</strong><br />

que, siguiendo el esquema incesantemente repetido <strong>de</strong> <strong>la</strong> Fenomenología, aparece a <strong>la</strong><br />

consciencia como un nuevo objeto, lo orgánico. Lo orgánico no será ya <strong>la</strong> ley como<br />

re<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> términos que se pier<strong>de</strong>n uno en otro, sino <strong>la</strong> ley como unidad <strong>de</strong> un proceso<br />

que se conserva él mismo en su <strong>de</strong>venir otro. Si <strong>la</strong> ley nos proporcionaba <strong>la</strong> diversidad<br />

en el concepto, lo orgánico nos proporcionará, como finalidad, interioridad, <strong>la</strong> unidad<br />

<strong>de</strong>l concepto, sin po<strong>de</strong>r expresarlo en una exterioridad y una verda<strong>de</strong>ra separación <strong>de</strong><br />

los términos. 490<br />

Observación <strong>de</strong> lo orgánico. El progreso en el objeto correspon<strong>de</strong> a un progreso en<br />

<strong>la</strong> consciencia que es consciencia <strong>de</strong>l objeto. La necesidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> ley no era algo para sí<br />

en <strong>la</strong> experiencia sensible <strong>de</strong>l mundo inorgánico, sino que era en sí; pero su ser para sí<br />

era so<strong>la</strong>mente <strong>la</strong> reflexión <strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia. Ahora dicha reflexión se convierte en el<br />

objeto <strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia que, por consiguiente, podrá encontrarse a sí misma en él. Tal<br />

objeto es «lo orgánico». En lo orgánico, dice <strong>Hegel</strong>, el concepto <strong>de</strong>viene para sí,<br />

«existe como concepto. Así, pues, en lo orgánico existe lo que antes era so<strong>la</strong>mente<br />

nuestra reflexión». La Naturaleza inorgánica no llega verda<strong>de</strong>ramente a <strong>la</strong> ipseidad, al<br />

sí mismo, a menos que tomemos en consi<strong>de</strong>ración una totalidad concreta como <strong>la</strong> tierra<br />

a <strong>la</strong> que <strong>Hegel</strong> l<strong>la</strong>ma «el individuo universal». En efecto, <strong>la</strong> cosa inorgánica tiene como<br />

esencia una <strong>de</strong>terminación particu<strong>la</strong>r y a ello se <strong>de</strong>be el que so<strong>la</strong>mente en su conexión<br />

con otras <strong>de</strong>venga concepto. Pero en esa conexión <strong>la</strong> cosa no se conserva a sí misma;<br />

por consiguiente, so<strong>la</strong>mente es para otro, no se refleja en sí misma en el proceso <strong>de</strong> su<br />

re<strong>la</strong>ción con otra cosa. Por el contrario, eso es justamente lo que caracteriza a lo orgánico.<br />

El ser vivo es un sistema re<strong>la</strong>tivamente cerrado, no porque no tenga incesantes<br />

intercambios con un medio externo, sino porque «se mantiene en su re<strong>la</strong>ción misma».<br />

«En <strong>la</strong> esencia orgánica, todas <strong>la</strong>s <strong>de</strong>terminaciones entre <strong>la</strong>s cuales está abierta para<br />

otro se hal<strong>la</strong>n vincu<strong>la</strong>das entre sí bajo el control <strong>de</strong> <strong>la</strong> unidad orgánica y simple.» 491 Así,<br />

pues, lo orgánico es <strong>la</strong> necesidad realizada y no ya sólo <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> una re<strong>la</strong>ción<br />

para <strong>la</strong> consciencia. En absoluta flui<strong>de</strong>z que disuelve en sí misma toda terminación.<br />

El instinto <strong>de</strong> <strong>la</strong> razón —en presencia <strong>de</strong> este nuevo objeto que contiene el anterior<br />

489 Phénoménologie, I, p. 213 (Fenomenología, p. 156).<br />

490 Aquí se ve c<strong>la</strong>ramente el paralelismo entre los objetos concretos <strong>de</strong> <strong>la</strong> razón y dicha razón. Este<br />

paralelismo ya se encontraba esbozado en el i<strong>de</strong>alismo trascen<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong> Schelling. «Lo que, en verdad, es<br />

el resultado y <strong>la</strong> esencia surge ahora para esta consciencia, pero como objeto; y puesto que ese objeto no<br />

es justamente resultado pura el<strong>la</strong>..., entonces surge como un particu<strong>la</strong>r tipo <strong>de</strong> objeto...»<br />

(Phénoménologie, I, p. 219).<br />

491 Phénoménologie, I, p. 215 (Fenomenología, pp. 156-157).

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!