14.05.2013 Views

Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel

Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel

Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

especto a <strong>la</strong> objetividad». 222<br />

Sin embargo, lo universal tal como lo hemos visto aparecer, <strong>la</strong> coseidad como<br />

tal, no es sin <strong>la</strong> mediación, <strong>la</strong> abstracción o <strong>la</strong> negación —tres expresiones que aquí son<br />

sinónimas para <strong>Hegel</strong>—, sino que es porque otra cosa no es, en virtud, por tanto, <strong>de</strong> una<br />

reflexión que en principio es externa pero que el progreso <strong>de</strong> <strong>la</strong> dialéctica nos mostrará<br />

que pue<strong>de</strong> ser concebida como interna. La cosa <strong>de</strong> <strong>la</strong> percepción quedará entonces<br />

anu<strong>la</strong>da en tanto que cosa. Las <strong>de</strong>terminaciones <strong>de</strong>l pensamiento sucesivamente atribuidas<br />

a <strong>la</strong> cosa, para <strong>de</strong>scartar toda contradicción y conservar su i<strong>de</strong>ntidad consigo<br />

misma, se reunirán en un universal que tendrá en sí <strong>la</strong> diferencia en vez <strong>de</strong> ser<br />

condicionado por el<strong>la</strong>. El objeto será <strong>la</strong> fuerza, <strong>la</strong> ley, <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> ley y no <strong>la</strong> cosa<br />

<strong>de</strong>snuda; será el concepto en sí, mientras que <strong>la</strong> consciencia, al superar el estadio <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

percepción, habrá pasado a ser realmente entendimiento. La crítica <strong>de</strong> <strong>la</strong> cosa en el<br />

capítulo <strong>de</strong> <strong>la</strong> Fenomenología es también una crítica <strong>de</strong> <strong>la</strong> substancia (que no es sujeto)<br />

y una crítica <strong>de</strong> <strong>la</strong> «cosa en sí», una noción que obsesiona más o menos a toda<br />

consciencia perceptiva. La filosofía kantiana, nos dice <strong>Hegel</strong> en <strong>la</strong> Enciclopedia, ha<br />

captado el espíritu principalmente en el estadio <strong>de</strong> <strong>la</strong> percepción; podríamos <strong>de</strong>cir que<br />

ha hecho <strong>la</strong> analítica <strong>de</strong> esta consciencia que percibe sin <strong>de</strong>scubrir <strong>la</strong> dialéctica que está<br />

en el seno <strong>de</strong> esta analítica misma. La cosa es un trenzado <strong>de</strong> contradicciones. En<br />

cuanto a <strong>la</strong> «cosa en sí», no es más que <strong>la</strong> abstracción absoluta <strong>de</strong>l puro pensamiento<br />

realizado en objeto, el término final <strong>de</strong> todo «cosismo». «La cosa en sí —y por cosa se<br />

entien<strong>de</strong> también el espíritu, Dios— expresa el objeto en tanto que se hace abstracción<br />

<strong>de</strong> todo lo que es para <strong>la</strong> consciencia, <strong>de</strong> todas sus <strong>de</strong>terminaciones sensibles así como<br />

<strong>de</strong> todas sus <strong>de</strong>terminaciones pensadas. Resulta fácil entonces ver lo que queda: lo<br />

abstracto absoluto, el vacío total, todavía so<strong>la</strong>mente <strong>de</strong>terminado como un más allá, lo<br />

negativo <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación y <strong>de</strong> <strong>la</strong> sensibilidad, <strong>de</strong>l pensamiento <strong>de</strong>terminado.» 223<br />

La «cosa en sí» se presenta aún como <strong>la</strong> pura materia <strong>de</strong>l materialismo, tal como<br />

lo había visto Berkeley, o como el ser supremo <strong>de</strong> <strong>la</strong> Aufklärung, que es idéntico. «Es<br />

esencial consi<strong>de</strong>rar aquí que <strong>la</strong> pura materia no es más que lo que queda cuando<br />

hacemos abstracción <strong>de</strong> <strong>la</strong> vista, <strong>de</strong>l tacto, <strong>de</strong>l gusto, etc., es <strong>de</strong>cir, que <strong>la</strong> pura materia<br />

no es lo visto, tocado, gustado, etc. Lo que es visto, gustado, tocado no es <strong>la</strong> materia<br />

sino el color, una piedra, una sal; <strong>la</strong> materia es precisamente <strong>la</strong> pura abstracción y así<br />

está presente <strong>la</strong> pura esencia <strong>de</strong>l pensamiento o el mismo pensamiento puro, como lo<br />

absoluto que no tiene distinciones en sí, no <strong>de</strong>terminado y sin predicados.» 224<br />

Vemos, pues, toda <strong>la</strong> importancia <strong>de</strong> una crítica <strong>de</strong> <strong>la</strong> actitud perceptiva que cree<br />

sentir y en realidad hace abstracciones, que es víctima <strong>de</strong> una metafísica inconsciente y,<br />

a pesar <strong>de</strong> ello, acusa a <strong>la</strong> filosofía <strong>de</strong> no tratar más que con «entes <strong>de</strong> razón». Sin<br />

embargo, el ente <strong>de</strong> razón es precisamente el no-yo como cosa. Una vez más, el<br />

pensamiento que se dice concreto es en el fondo un pensamiento abstracto que no domina<br />

sus <strong>de</strong>terminaciones y <strong>la</strong>s capta en su ais<strong>la</strong>miento, un pensamiento, no dialéctico<br />

que, por consiguiente, constituye <strong>la</strong> presa <strong>de</strong> una dialéctica que le supera. <strong>Hegel</strong> insiste<br />

sobre ese punto al final <strong>de</strong>l capítulo sobre <strong>la</strong> percepción. La filosofía sólo pue<strong>de</strong><br />

conquistar lo concreto en el momento en que llega a dominar y a superar <strong>la</strong>s<br />

abstracciones <strong>de</strong>l entendimiento humano perceptor: «Éste es siempre el más pobre allí<br />

don<strong>de</strong> es el más rico... Se consi<strong>de</strong>ra a sí mismo como <strong>la</strong> consciencia real y sólida<br />

cuando en <strong>la</strong> percepción no es más que el juego <strong>de</strong> esas abstracciones...» Su opinión<br />

sobre <strong>la</strong> filosofía es que sólo tiene que ver con <strong>la</strong>s cosas <strong>de</strong>l pensamiento. C<strong>la</strong>ro está<br />

que también tiene que ver con esas cosas y <strong>la</strong>s reconoce como puras esencias,<br />

222 HEGEL, Werke, Ed. Lasson, t. V, p. 59.<br />

223 HEGEL, Enciclopedia (S. Werke, ed. Lasson, t. V, p. 69)<br />

224 Phénoménologie, II, p. 124 (Fenomenología, p. 339).

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!